“Día negro para la cultura suiza”
El director de los museos de arte e historia de Ginebra condena la decisión parlamentaria de recortar el presupuesto de la fundación Pro Helvetia debido a una polémica exposición.
Cäsar Menz dice a swissinfo que la medida traduce una censura estatal y podría dañar la imagen de Suiza en el exterior.
El jueves (16.12) el Senado suizo aprobó un recorte del orden de un millón de francos al presupuesto de la Fundación Suiza para la Cultura, Pro Helvetia, con lo que la entidad contará sólo con 33 millones de francos para el 2005.
Los senadores rechazaron dar marcha atrás a pesar de las presiones ejercidas por la otra cámara, el Consejo Nacional.
La causa de su molestia fue una exposición presentada en el Centro Cultural Suizo de París del artista helvético Thomas Hirschhorn, titulada ‘Suiza-Democracia Suiza’, que en su parecer, agredió “los valores más íntimos” del país.
En la exposición se observa a un hombre que orina sobre un retrato del ministro suizo de Justicia, Christoph Blocher, y papeletas para votar con imágenes de iraquíes torturados.
Cäsar Menz, director de conjunto de ocho museos en la ciudad de Ginebra, incluido el ‘Musée Rath’, dijo que el parlamento se mostró “ridículo”.
swissinfo: ¿Cómo reacciona a la decisión?
Cäsar Menz: Estoy profundamente indignado y no puedo entender esa decisión, porque si usted retira un millón de francos, no sólo castiga a ese artista en particular, sino también a las instituciones que presentan exposiciones en Suiza o en el extranjero.
¿Qué impacto podría tener esa medida en el mundo suizo de las artes?
CM.- Pienso que dificultará mucho el trabajo porque Pro Helvetia no es una institución cultural con mucho dinero a su disposición. Tiene un trabajo difícil en un campo que es sumamente importante para Suiza: ofrecer una buena imagen de Suiza en el plano cultural.
¿La decisión implica que no existe espacio para el arte provocativo en Suiza?
CM.- El papel de Pro Helvetia es el de promover el arte y la cultura suizos, y un artista puede provocar, el arte debe provocar. Usted no puede presentar Suiza como el país del Matterhorn, de las navajas suizas y la ‘fondue’, ¡es ridículo!
¿Qué significa esto para la independencia de Pro Helvetia?
CM.- Esto quiere decir que Pro Helvetia no es una institución cultural independiente. Se encuentra ahora bajo el control del Parlamento. Sus integrantes envían un mensaje muy claro.
¿El Parlamento es el lugar adecuado para decidir qué factores determinan si una obra es ‘buena’ o ‘mala’?
CM.- No, pienso que el Parlamento tiene que proporcionar el dinero para crear las condiciones adecuadas para que las instituciones culturales y los artistas suizos puedan trabajar de un modo conveniente y hacer el mejor uso de ese dinero.
¿Cómo cree que esta decisión sea vista en el extranjero?
CM.- Pienso que no es muy buena para la imagen de Suiza, o para la imagen de los políticos y el Parlamento suizos. El mensaje es muy claro y todos pueden entenderlo. (Los parlamentarios) dicen que tienen derecho a censurar todo el arte que sale en nombre de Suiza. Este es un día negro para la cultura suiza.
swissinfo, Adan Beaumont
Traducción Marcela Águila Rubín
El Parlamento Suizo recortó un millón de francos al presupuesto a Pro Helvetia, como castigo por apoyar una polémica exposición en París.
El Senado rechaza aceptar una cifra de compromiso de 180.000 francos con el argumento de que la entidad requería una lección.
El mundo de las artes considera que se trata de “un castigo colectivo”, inadecuado y perjudicial para muchos artistas.
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