“Entre más lejos de la patria, más suizos se sienten”
El cónsul helvético Jean-Didier Javet concluye sus funciones en Santiago de Chile y deja el cargo en manos de Florian Köppel.
swissinfo conversó con ambos diplomáticos sobre sus tareas y experiencias en este destino común, así como sobre sus contactos con la colonia suiza en ese país sudamericano.
De entrada, Jean-Didier Javet, el cónsul suizo saliente, nos advierte que dejará la puerta abierta de su oficina, “ya que en caso de un temblor fuerte, podría trancarse”.
Aunque suene exagerado, el dato no es menor. Javet tiene claro que estando en un país sísmico como Chile, esa posibilidad no está muy lejana.
De hecho, uno de sus principales roles durante su misión diplomática en Chile fue la preparación de un dispositivo para enfrentar este tipo de catástrofes.
“Cuando llegué ya existía algo, pero era muy rudimentario, por eso una de mis tareas fue preparar un mecanismo que realmente funcione, de tal manera que si ocurre un terremoto podamos trabajar en forma estrecha y rápida con la comunidad suiza”, señala.
Afortunadamente para él, no tuvo que vivir la experiencia de un temblor fuerte. De lo contrario, su oficina -ubicada en un piso 14- también se habría hecho eco del movimiento telúrico.
Quien probablemente no tendrá tanta fortuna, al menos según lo que señalan las estadísticas, es Florian Köppel, el nuevo cónsul de Suiza que acaba de asumir su cargo.
“Me han dicho que cada 20 años, más o menos, ocurre un terremoto, y en Chile ya han pasado 20 años desde el último… Quién sabe si ocurre cuando esté aquí. De todas formas toco madera”, afirma.
Oriundo de San Gall, Köppel recalca también que una de sus tareas consistirá en actualizar y verificar los dispositivos en caso de crisis. “Hay que estar muy preparados por si algo así ocurre”.
Descubrir por si mismo el país
Javet asegura que, antes de llegar a Chile, no quiso preguntar mucho sobre el país.
“Era poco lo que sabía, informaciones de algunos colegas, datos históricos como el golpe militar de 1973 y el posterior regreso a la democracia. La verdad, hace tiempo que prefiero no hacerme ideas preconcebidas, porque una vez cometí el error de idealizar el siguiente destino y me equivoqué totalmente. Entonces decidí esperar y ver por mí mismo cómo es el país, su gente, su realidad, etc.”, explica.
Ahora, a pocos días de partir a su próximo destino, Costa de Marfil, se atreve a afirmar:
“Chile es un país muy interesante, agradable, seguro, organizado, con una buena infraestructura y gente igual de interesante. Pero Santiago -aunque muchos lo crean- no es Chile y el barrio oriente (donde residen los sectores más acomodados) no es una vitrina verdadera del país. Los chilenos son algo más que la gente viviendo en esta zona”.
A su juicio, “en todas partes hay cosas que a uno no le gustan, pero aquí ninguna fue de importancia; quizás el tráfico, pero eso es común a muchos países. Por ejemplo, en Haití, lo que no me gustaba son los secuestros o los ataques a extranjeros. Eso sí que pesa. Ahora que estoy acá, puedo decirlo”.
Colonia helvética
Respecto a los suizos residentes en Chile, afirma que no hay muchas diferencias con otras comunidades que viven fuera de la Confederación.
“Pareciera, eso sí, que entre más lejos de la patria están, más suizos se sienten. Acá conforman una comunidad tranquila, homogénea y sin mayores problemas. Las principales solicitudes tienen que ver con pasaportes, registros de niños, matrimonios o nacimientos”, explica Jean-Didier Javet.
“Lo único que no me agrada tanto son los pocos lazos que tienen entre sí. No hay grandes encuentros de la comunidad y los que participan son casi siempre los mismos”.
Sin embargo, en los últimos años el panorama ha ido mejorando. “He visto que hay una mayor voluntad de participación, más conciencia cívica de lo que ocurre en la Confederación y la cantidad de suizos inscritos para votar está creciendo; poco, pero está creciendo”, asegura.
Diferente es el caso de los descendientes de suizos. “Son muchos en Chile y nos han dado bastante trabajo. Desde que se cambió la ley, hace dos años, hacen muchas solicitudes para acceder a la nacionalidad, lo que nos representa una labor muy intensa y minuciosa”.
El destino más lejano de su tierra
Para el nuevo cónsul Florian Köppel, Chile es el destino más alejado de Suiza que le ha tocado hasta la fecha. “Mi última labor fue en Múnich, a sólo dos horas de mi casa, una diferencia sustancial con Santiago”.
Además de la información oficial, sabía que el país tiene una geografía muy particular –”no hay otro tan largo y delgado”-, de la visita oficial a Suiza de la presidenta Michelle Bachelet en mayo pasado, de los vinos chilenos que ya había degustado en África.
“Y en el plano del deporte, sabía que la Copa Mundial de Fútbol de 1962 se jugó en Chile, y que el futbolista Iván Zamorano jugó en mi equipo preferido en Suiza, el San Gall”, menciona, dejando clara su afición al balompié.
A pocos días de llegar al país, asistió al VIII Encuentro de Colectividades Suizas en la ciudad de Valparaíso, que le permitió conocer a muchos miembros de la comunidad helvética del país.
“Fue una ocasión única, porque varios de ellos vinieron desde lejos a este encuentro. Además, esta actividad se había suspendido por 6 años, y ahora gracias a las acciones del embajador, se ha reanudado”.
Durante este evento se anunció un plan concreto de nombrar un cónsul honorario en el sur de Chile. “Será una persona con buenos contactos con Suiza y también con su región, que hará servicios consulares, pero sin tener responsabilidad consular”, explica.
“Esta medida se toma en zonas donde no hay consulado ni embajada, pero sí comunidades suizas, como en el sur de Chile. Recordemos que allí hubo dos olas de migración en el siglo XIX y en el XX, por lo que esta medida me parece muy importante”.
Colegio Suizo
Su labor en Chile, además de las tareas administrativas y la actualización del dispositivo en caso de terremoto, incluye el contacto directo con el Colegio Suizo de Santiago.
“La próxima semana tendré mi primera reunión con ellos, la idea es ver qué podemos hacer en conjunto. Por ahora sé que se van a construir nuevas instalaciones y se va a introducir la ‘Matura’ que es un diploma para poder estudiar en Suiza”.
Florian Köppel coincide en que las solicitudes de nacionalidad de ciudadanos que tienen ancestros suizos son uno de los trámites más frecuentes.
“Pero esas personas deben tener alguna relación con Suiza. Alguien que nunca ha ido a la Confederación, que no habla alemán o francés lo tendrá mucho más difícil. A diferencia de otro que, por ejemplo, ha ido dos o tres veces, que asistió a un colegio suizo, habla alemán y tiene contactos con personas suizas. Tiene que haber una relación con el país de parte del solicitante”, aclara el nuevo cónsul.
swissinfo, Mariel Jara, Santiago de Chile
En Chile hay 4.200 ciudadanos suizos registrados en el Consulado. Un 79,5 % tiene también la nacionalidad chilena. De ellos, 3.036 son mayores de edad.
Más de la mitad de la comunidad suiza vive en Santiago, si bien en la zona sur hay un contingente considerable de suizos y descendientes.
Cerca de un 10% de suizos se ha inscrito para votar, pero se desconoce cuántos ejercen ese derecho.
Jean-Didier Javet (56 años), casado y padre de dos hijos, es originario de Murten, en el cantón de Friburgo. Antes de venir a Chile estuvo en Tailandia, Checoslovaquia, Noruega, Francia, Colombia, Senegal, Suecia, Haití. Su próximo destino es Costa de Marfil.
Sus primeras lecciones de español las dio con un refugiado del régimen de Franco, en Noruega. “En la Embajada tuvimos a este junior, que venía de las Islas Canarias y con él aprendí a hablar, lo que después me sirvió bastante cuando fui trasladado a Colombia”, recuerda.
Lo que más añorará de Santiago de Chile es el atardecer sobre la Cordillera de Los Andes: “El sol se transforma en una verdadera bola de fuego, es increíble el resplandor”, sostiene.
Florian Köppel (41 años), es oriundo de San Gall y ha trabajado en Estados Unidos, Francia, Etiopía, Holanda, Madrid, Nigeria y Alemania.
El nuevo cónsul helvético en Chile ya tiene cierta ‘experiencia’ en regiones azotadas por terremotos, aunque indirectamente:
“Mientras estaba en Los Ángeles, mi primer destino como funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Suiza, hubo un sismo muy fuerte (6,9 grados en la escala de Richter) cerca de San Francisco. Bueno, estábamos a cinco horas de ahí, pero pudimos ver de cerca lo que ocurrió”.
Lo que más añorará de su destino anterior, Múnich (Alemania), será la cercanía con su pueblo natal y su familia: “Somos 6 hermanos y todos los demás viven en Suiza”.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.