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“No”, a la segregación gitana y a la corrupción

Doris Leuthard, Tomislav Donchev, Micheline Calmy-Rey y Teodor Baconschi el 7 de septiembre en Berna. Keystone

Suiza liberó esta semana (07.09) 257 millones de francos suizos para Bulgaria y Rumania, países de la UE que encaran una aguda brecha de desarrollo con respecto a sus vecinos.

Los recursos financiarán iniciativas contra la corrupción, la trata de seres humanos y a favor de las PME. Pero atenderán también a fondo la integración del pueblo romaní al sistema educativo y la economía formal.

Las asimetrías entre Suiza y la mancuerna Bulgaria-Rumania son evidentes en el ámbito económico.

Aunque la población conjunta de estos dos últimos países –29 millones de personas- es cuatro veces superior a la helvética; la suma de sus economía no consigue siquiera acumular la mitad de la riqueza suiza.

En la relación bilateral, el comercio es simbólico. Suiza les vende algunos productos farmacéuticos, maquinaria, vehículos e instrumental de precisión a los búlgaros y los rumanos; y les compra a cambio muebles, textiles y bienes agrícolas.

En materia de financiamiento social, la relación cambia de rostro. Suiza es uno de los países más activos en la financiación de proyectos de desarrollo para Rumania y Bulgaria; y el 2010 abre una nueva etapa en este objetivo.

257 millones en puerta

El pasado martes (07.09), Suiza anunció que compromete un presupuesto de 257 millones de francos suizos para Bulgaria y Rumania, recursos que habrá de desembolsar entre el 2010 y el 2014.

Este presupuesto fue pactado durante la firma de acuerdos bilaterales marco sellados en Berna por la presidenta de la Confederación Helvética, Doris Leuthard; la Ministra de Asuntos Exteriores, Micheline Calmy-Rey; y por sus contrapartes, Tomislav Donchev, ministro búlgaro de Gestión de Fondos Europeos; y Teodor Baconschi, ministro rumano de Asuntos Exteriores.

Del presupuesto total, 70% será destinados a Rumania (181 millones de francos), y 30% a Bulgaria (76 millones).

Desde Berna, Doris Leuthard informó durante de los acuerdos que “los primeros proyectos serán lanzados a finales del 2010 y tendrán como temas centrales la prevención de abusos y el abatimiento de la corrupción”.

Disparidades europeas

La Unión Europea (UE) camina a dos velocidades. La de los países desarrollados como Gran Bretaña, Francia, Alemania o Italia, y la de aquellas naciones del Este que comenzaron a adherirse a partir del 2004.

En opinión de Martin Dahinden, director de la Dirección del Desarrollo y la Cooperación (DDC) de Suiza, la integración de los países del Este a la UE no siempre ha sido simple.

“Debido a una situación política y económica menos favorable, no todos los países han progresado al mismo ritmo”, cita el experto en el diagnóstico llamado Cooperación Suiza con la Europa del Este y Asia Central: Progresos y desafíos en donde se perfila la política helvética de ayudas a Europa y Asia para el periodo 2010-2014.

“En nuestra calidad de país neutro, Suiza es un socio que posee credibilidad, que cuenta con instituciones sólidas y que puede ofrecer ayuda apreciada porque favorece la transferencia de conocimiento, la transparencia y el respeto al medioambiente”, afirma.

Y destaca que tras la crisis económica recién concluida, el progreso de numerosos países en transición se ha visto comprometido, razón por la que hay que redoblar esfuerzos.

Menos corrupción, más integración

El Departamento Federal de Economía (DFE) será la autoridad responsable de liberar los recursos comprometidos por Suiza con los dos países europeos.
Consultado sobre los proyectos que se evalúan para Bulgaria, el DFE explicó a swissinfo.ch que las prioridades serán “seguridad, estabilidad y apoyo de reformas”.

Los primeros proyectos concretos, detalló la entidad, serán autorizados antes del cierre del año.

Tanto en el caso búlgaro como en el rumano, Suiza buscará financiar actividades que permitan aplicar los compromisos adquiridos en Schengen, en temas como la lucha contra la trata de seres humanos, la corrupción o la inseguridad pública, especialmente en regiones rurales.

En Bulgaria, en particular, la mira está puesta también en el tratamiento de desechos tóxicos, y en la promoción de energías renovables.

En cuanto a Rumania, se analizan proyectos vinculados con el transporte público, como la renovación del metro de Bucarest y el financiamiento para PMEs, con miras a aumentar su eficacia y rentabilidad.

Y el DFE refirió otro tema prioritario en los dos países: financiar programas para ayudar a la integración de minorías como los romaníes a través de la educación e integración paulatina a la economía formal.

Educación, la clave

Rumania y Bulgaria cuentan con 2,8 millones de gitanos o población romaníe, es decir, uno de cada 10 habitantes, según datos del Eurostat.

Suiza, por su parte, según las propias estimaciones de Seco contaría con unos 60.000 romaníes en su territorio.

“Dichas comunidades frecuentemente son víctimas del racismo y son excluidas de la sociedad, lo que les priva de empleo, servicios de salud y educación”, detaca la Dirección de cooperación con Europa del Este de la DDC en el estudio ‘La educación, clave de la integración’.

Y refiere el hecho de que existan tasas de escolarización bajas entre los romaníes y una limitada integración al mundo laboral, facilita el aislamiento y la criminalidad.
El trabajo colegiado entre las autoridades helvéticas, los gobiernos de estos dos países europeos y las ONG´s permitirán avanzar en la materia. Facilitar el desarrollo y la evolución de una Europa más homogénea.

Suiza contribuye desde el 2007, con 1.000 millones de francos a reducir la brecha que existe en países como Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Chipre y Malta.

Aunque no existen censos formales, la Seco y el Eurostat estiman que existen 10 millones de romas en Europa distribuidos de la siguiente manera:

Rumania (2 millones de personas)
España (800.000)

Bulgaria (800.000)

Hungría (600.000)

República Checa (250.000)

Grecia (250.000)

Gran Bretaña (200.000)

Italia (150.000)

Suiza (50.000)

Polonia (50.000)

La Dirección del Desarrollo y la Cooperación (DDC) es un órgano perteneciente al Departamento Federal de Asuntos Extranjeros (DFAE) dedicado a coordinar la cooperación y apoyos financieros que Suiza ofrece para Europa del Este.
Una tarea que realiza a partir de una estructura de 600 colaboradores basados en Suiza y en el extranjero.

Rumania y Bulgaria se adhirieron a la UE en 2007. Suiza liberó recursos por 1.000 millones de francos para apoyar el desarrollo de los 10 países de Europa del Este que se sumaron a la UE en 2004, y otros 257 millones adicionales para Rumania y Bulgaria.

Contra lo que se piensa frecuentemente, los llamados gitanos, romaníes, zíngaros o pueblo roma, son cada vez menos nómadas.

Originarios de India, lo que explica que su lengua propia, el romaní, se asemeje al sánscrito escrito, abandonaron Asia durante el siglo VII rumbo a Persia, Armenia y Turquía.

En los tres siglos posteriores se establecieron en Europa, particularmente en la región de los Balcanes.

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