Berlín, decidida a defender los emplazamientos y a los empleados de Opel
El Gobierno alemán, sorprendido por la revelación de discusiones sobre la compra del grupo automotor Opel por el francés PSA, se implicará en la defensa de los emplazamientos alemanes de la marca y de los empleados del fabricante, según varias declaraciones oficiales hechas este miércoles.
“Se trata de una decisión empresarial que no quiero evaluar aquí y ahora, pero el Gobierno se hará una idea al respecto a la luz de las discusiones” que habrá entre todas las partes, declaró el portavoz del ejecutivo, Stefan Seibert, en su encuentro regular con la prensa.
“Actualmente estamos en una etapa en la que los ministros especializados discuten con todas las partes implicadas”, agregó.
La ministra de Economía, la social-demócrata Brigitte Zypries, en particular, contactará este miércoles para tratar el asunto con su homólogo francés, Michel Sapin, indico la portavoz de este Ministerio, Tanja Alemany, durante la conferencia.
Un encuentro entre la canciller Angela Merkel y el presidente de PSA, Carlos Tavares, no está previsto por el momento.
Un portavoz de PSA había indicado que Tavares deseaba reunirse con la canciller y las organizaciones sindicales de Opel para tratar el proyecto de compra.
Zypries no pudo ocultar su irritación el martes, calificando de “inaceptable” la revelación de las discusiones de General Motors (GM), casa matriz estadounidense de Opel, con PSA sobre su venta, puesto que antes tendría que haberse informado al personal y al Gobierno regional de Hesse (oeste), sede de Opel (en Rüsselsheim).
Opel, cuyo símbolo es el ‘blitz’ (rayo), fue fundada en 1862 y se encuentra en manos de GM desde 1929.
A finales de 2015, la empresa empleaba a 35.600 personas, de las cuales 18.250 en Alemania.
Opel, que sufre pérdidas desde 1999, produce en diez plantas repartidas en seis países de Europa.
