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Las FARC acallan las armas para dialogar

Miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Tanja Nijmeijer (holandesa), Iván Márquez y Jesús Santrich, durante una conferencia de prensa en la oficina central de la agencia Prensa Latina, en La Habana, el 6 de noviembre de 2012. Keystone

Este lunes continúan en La Habana los diálogos para la paz en Colombia con el anuncio de último momento de un cese al fuego unilateral por parte de las FARC.

La guerrilla de las FARC decretó un cese el fuego unilateral de dos meses a partir de la medianoche de este lunes, antes de iniciar las conversaciones de paz con el Gobierno de Colombia, anunció su segundo jefe, Iván Márquez, en la capital cubana.

“Acogiendo el clamor de los más diversos sectores del pueblo colombiano (el secretariado de las FARC) ordena a las unidades guerrilleras en toda la geografía nacional el cese de todas las operaciones militares ofensivas contra la fuerza pública”, dijo un comunicado leído por Márquez a la prensa.

El jefe guerrillero leyó la nota al llegar al Palacio de Convenciones de La Habana, sede de las pláticas de paz. La delegación gubernamental no efectuó declaraciones.

Previsto inicialmente para el 15.11., el encuentro fue pospuesto para permitir la participación ciudadana, una medida que suscita un entusiasmo mitigado entre las organizaciones civiles. Suiza, ausente en las conversaciones, ratifica su disponibilidad de apoyar el proceso de negociaciones entre las FARC y Bogotá.

Disponibilidad suiza

“Disponemos de una red de contactos en el lugar y de un ‘savoir faire’ en muchos ámbitos que pueden ser útiles para el proceso de paz”, señaló Pietro Piffaretti, coordinador regional para América Latina del Ministerio suizo de Asuntos Exteriores (DFAE), en entrevista con swissinfo.ch.

El representante de la diplomacia helvética confirmó que en los contactos bilaterales que las autoridades suizas mantienen con sus homólogos colombianos, Berna ha manifestado su disponibilidad de apoyar el proceso de negociaciones entre las FARC y el Gobierno de Colombia.

De hecho, Suiza desarrolla desde hace más de una década un Programa de Paz y Derechos Humanos en favor de la paz en el país andino, en particular a través de tres áreas principales, a saber:

Apoyo al Programa Suizo para la Promoción de la Paz en Colombia (SUIPPCOL) creado e implementado por ONG suizas; apoyo al proceso de tratamiento del pasado y la aplicación de justicia transicional en Colombia, de acuerdo con los parámetros internacionales; y promoción al respeto de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.

Pietro Piffaretti ratificó la decisión de Berna de apoyar ese programa que ha permitido fortalecer a la sociedad civil colombiana y apoyar sus iniciativas para la promoción de la paz.

La voz de la sociedad civil

El Gobierno de Colombia y las FARC pospusieron la reanudación del diálogo, iniciado el pasado mes de octubre en Oslo con el objetivo de afinar mecanismos que permitan la participación ciudadana, según un comunicado conjunto, publicado en la página web de la Presidencia de la República.

“Para nosotros es importante que se escuche a las organizaciones sociales y populares, porque no se sienten representadas ni por el Gobierno ni por la insurgencia”, señaló Diego Pérez, responsable de SUIPPCOL en el terreno.

En entrevista telefónica desde Bogotá, calificó de “buen signo” la postergación del diálogo para incluir a la ciudadanía. Empero, advirtió:

“Más que abrir más cupos en la mesa de negociación para organizaciones de la sociedad civil, se debe generar un amplio proceso de discusión en las regiones, con la participación de organizaciones sociales y populares, gremios económicos, academia, iglesias, Gobierno y Estado y la insurgencia sobre los temas sustanciales para construir la paz justa y duradera en Colombia”.

Principal víctima del conflicto la sociedad colombiana es y ha sido una promotora inflexible de la vía de la negociación

Organización social

“La sociedad colombiana a lo largo de estos años, se ha venido estructurando de distintas formas, como la Ruta Social Común para la Paz, la Red de iniciativas y comunidades de paz desde la base, la Marcha Patriótica, entre otras, y tiene propuestas para la paz que deben ser escuchadas”, enfatizó Diego Pérez.

En Colombia, dijo, hay muchas voces, algunas cercanas al Gobierno, otras a las FARC, que no están satisfechas con las formas de participación que constan en el preacuerdo de La Habana. “Por ello nos parece importante profundizar este asunto antes de empezar la discusión de los puntos sustanciales de la agenda”.

De hecho, como lo precisó nuestro interlocutor, Bogotá ha abierto dos escenarios de participación de la sociedad civil: Uno, a través de las comisiones de paz del Parlamento, donde se realizan foros regionales para escuchar las propuestas de la sociedad civil respecto a la agenda de La Habana. En el otro, el presidente Juan Manuel Santos ha planteado la idea de convocar (y ampliar) el Consejo Nacional de Paz.  

“Todo parece indicar que el Gobierno plantea estos dos espacios como la forma de ambientar el escenario político (Parlamento – sociedad política) y el escenario social (Consejo Nacional de Paz – sociedad civil) para el momento de la verificación, ratificación e implementación de los acuerdos que salgan de La Habana”.

Positivas pero insuficientes

Para SUIPPCOL, aunque importantes, esas iniciativas son limitadas. “Las partes deberían acordar y facilitar los mecanismos para tramitar las propuestas de la ciudadanía y de la sociedad civil bajo el principio de que tales propuestas van a ser seriamente consideradas en sus discusiones”.

Además, en la mesa de La Habana, se puede avanzar en un acuerdo humanitario para el respeto a la población civil y las condiciones para que ese diálogo amplio pueda ser posible, así como las garantías (políticas, legales y sociales) para dicho diálogo y el acuerdo nacional que de él salga, acotó.

También vía telefónica desde Bogotá, Diana Sánchez, directora de MINGA, entidad de defensa de los derechos humanos y la construcción de la democracia y la paz, expresó su beneplácito por el proceso de diálogo y la voluntad expresada en este inicio de proceso”. Sin embargo, añadió, “consideramos que los temas planteados en la agenda del diálogo son insuficientes”.

Construcción de la paz

Precisó que hay otras preocupaciones de la sociedad civil que no se identifican en esa agenda y que deben profundizarse. “Y la pregunta es ¿cómo hacerlas llegar a la mesa?” A guisa de ejemplo citó la explotación estratégica de los recursos energéticos (como la minería) que ha generado enormes conflictos sociales y ecológicos.  

Se refirió también a la participación en el diálogo de la segunda guerrilla, (el Ejército de Liberación Nacional, ausente en el diálogo pero que ha manifestado su disposición de sumarse). Para asegurar una paz duradera, advirtió, es menester “que se incorpore a la mesa y se negocie integralmente o bien que se contemple la apertura de otra mesa”.

Diana Sánchez habló también de la estructura del proceso y señaló que mientras  el Gobierno y la guerrilla dicen que esta segunda fase de La Habana está centrada en la negociación para terminar el conflicto, “para nosotros el desafío es más amplio: no solo que termine el conflicto, sino cómo se avanza en el universo más amplio de construir un país con paz durable”.

En esa perspectiva, puntualizó, algunos piensan que la sociedad civil podría incorporarse en la tercera etapa, justamente cuando se debata la consolidación de la paz. Sin embargo, otros dicen que es justamente ahora, en esta fase, cuando la sociedad civil debe incorporarse ya que tiene mucho que decir.

Iván Márquez, número dos de las FARC dijo que el cese el fuego, que se extenderá desde la medianoche de este lunes hasta el 20 de enero, “es una contribución decidida a fortalecer el clima de entendimiento necesario para que las partes que incian el diálogo alcancen el propósito deseado por todos los colombianos”.

“Es una muestra más de nuestra voluntad para generar un medio ambiente político propicio para el avance de las conversaciones, en aras de alcanzar el compromiso de acordar un verdadero tratado de paz que ponga fin al conflicto social y armado como es el anhelo de la mayoría de los colombianos”, apuntó Márquez.

Fuente: AFP

Jean Pierre Gontard, otrora mediador entre las FARC y el Gobierno de Colombia, estima que las pláticas de paz que se inician este lunes entre unas y otro tienen mejores perspectivas.

Las partes han realizado un trabajo impresionante. Los acercamientos se iniciaron desde antes de que Juan Manuel Santos llegara a la Presidencia.

Estoy convencido de que los dos adversarios están dispuestos a trabajar seriamente durante un tiempo indefinido.

Hay más compromiso, ambas partes advierten que es imposible una victoria militar y que la única solución está en las negociaciones.

El diálogo de paz tiene enemigos, por ello, la comunidad internacional tiene la obligación moral de proteger el proceso y construir la confianza entre los adversarios.

Recuerda el DFAE que:

Desde 2009, Suiza inició también un programa de cooperación al desarrollo económico mediante la Secretaría de Estado de Economía (Seco), recordó el coordinador de Exteriores.

Lo anterior , “teniendo en cuenta que la Colombia de hoy es un país que por una parte se moderniza muy rápidamente, y ha vuelto a ser  atractivo para las inversiones, y  por otra, que Colombia es un país donde perdura un conflicto y sus consecuencias humanitarias”.

Por ello, añadió Piffaretti, “Suiza mantiene sus programas de política de paz y de ayuda humanitaria al mismo tiempo que la cooperación económica, la cual tiene también como objetivo contribuir a establecer las condiciones para una paz duradera en Colombia”.

Hay dos posiciones en torno a la participación de la sociedad civil en el proceso de diálogo.

Una argumenta que hay que sentarse en la mesa. Otra sostiene que es suficiente que en la mesa aparezcan las proposiciones, ideas, reflexiones de la sociedad civil, subraya Diana Sánchez.

En efecto, durante una reciente visita a Suiza, los colombianos Mauricio Sánchez, representante campesino y  Claudia Marcela Castellanos, coordinadora del Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez, se pronunciaron por una participación directa:

“Frente al proceso de negociaciones, nosotros como organizaciones campesinas que estamos llevando las consecuencias del conflicto armado en nuestro país, que lo estamos viviendo en carne propia, nosotros saludamos de muy buena manera la intención del Gobierno y las FARC de sentarse a la mesa de diálogo.

“Uno de los puntos de la agenda de negociaciones es la Reforma Agraria y de la Reforma Agraria no se habla entre Gobierno y grupos armados, para que haya una real y justa Reforma Agraria que recoja todas las necesidades del campesinado, tiene que estar la población civil en esa mesa”, enfatizó Mauricio Sánchez durante una conferencia pública en Basilea.

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