Creativa expansión del Colegio Suizo en México
En el mundo hay 17 escuelas suizas subvencionadas con 6.700 niños que aprenden bajo los principios de enseñanza helvéticos. Muchas de esas escuelas luchan por sobrevivir, mientras que en México, el Colegio Suizo crece y tiene gran aceptación.
Tal sólo en la Ciudad de México hay más de 3.000 escuelas privadas. Crecen como hongos, debido a que el sistema escolar público no responde a las exigencias de muchas familias tanto mexicanas, como extranjeras.
En ese nicho nació el campus principal de la Escuela Suiza en la ciudad de México. El edificio escolar con alrededor de 700 estudiantes se ubica en una calle muy animada de un barrio medio de la capital; en donde el ruido de las voces infantiles y el del tráfico aéreo y vial se confunden. No es un lugar ideal para una escuela, pero tal condición es inútil de buscar en una metrópoli de 20 millones de habitantes.
Denise Da Rin, la directora general de las Escuelas Suizas en México explica a swissinfo la razón de que la oferta educativa de Suiza sea tan apreciada: “El nivel académico es alto y acompañamos a los estudiantes de modo individual. Nuestra base pedagógica se asienta en estimular la responsabilidad e independencia del niño es sus tareas”.
Rolf Hanimann, quien imparte clases en la sede central del Colegio Suizo en México, considera que los padres mexicanos valoran de la Escuela Suiza, el hecho de que “seamos una escuela estricta y estructurada. Nuestros egresados estudian en EE. UU, Suiza y en México”.
La Escuela Suiza crece en México
La calidad trae consigo frutos: En 1992 el Colegio Suizo abrió su sucursal en Cuernavaca, a 80 kilómetros al sur de la capital. En 2007 fue la inauguración de la sede en Querétaro, a 200 kilómetros al norte del Distrito Federal. Ambas ciudades se encuentran en un crecimiento económico que atrae a comunidades extranjeras.
La pregunta es entonces: ¿a qué se debe el crecimiento del Colegio Suizo en México, fundado en 1964, mientras que otras instituciones suizas en otras partes del mundo luchan por sobrevivir, pese a estar enmarcadas en el mismo marco legal? “Nosotros apostamos por una estrategia a largo plazo”, explica Jörg Wiedenbach, presidente de la junta directiva del Colegio Suizo en México. “Queremos crecer, no sólo sobrevivir”.
La cláusula del 20% limita la expansión
El punto angular de la tarea de las escuelas suizas en el extranjero exige que el 20% de los estudiantes tengan la nacionalidad helvética, como establece la ley federal sobre el fomento de la formación dirigida a los jóvenes suizos que viven en el extranjero. Esa cláusula limita el crecimiento natural de estas instituciones.
El Colegio Suizo en México encontró un modo creativo y emprendedor para crecer y expandirse. En sus tres planteles se han establecido secciones anexas para niños mexicanos y extranjeros, en donde no resulta forzoso que un profesor suizo les instruya.
Estas divisiones anexas tienen efectos positivos en el crecimiento de la institución: “Nuestras clases antes eran piramidales. Cada grado superior se veían reducidas. Ahora, los estudiantes de habla inglesa que ingresan a las secciones anexas refuerzan nuestra escuela, nos enriquecen. Crecemos con ellos”, explica Christian Zwingli, quien dirige la sucursal en Cuernavaca.
Innovación y cambio cultural
Con este enfoque innovador, el Colegio Suizo en México se adapta al cambio cultural en el terreno de la formación en México. Y lo más importante: La exigencia legal helvética no resulta afectada con este impulso: “Con nuestro concepto mantenemos y reforzamos ese compromiso con Suiza y hacemos un buen trabajo de relaciones públicas en nombre de Suiza en el exterior”, opina Denise Da Rin.
La ciudad de México es tal vez una de las metrópolis más multiculturales del planeta. El Colegio Suizo intenta en ese entorno mantener y representar de modo sostenible el renombre de Suiza. “En la Ciudad de México ya desapareció el Club Suizo y no existe ahora ningún centro helvético. El ancla helvética ahora quedó en manos de las escuelas suizas”, señala Jörg Wiedenbach.
Los Colegios Suizos tienen pocos defensores
Las autoridades del Colegio Suizo en México lamentan que las instituciones de formación helvéticas en el extranjero no sean defendidas por un grupo fuerte que represente sus intereses. Una y otra vez desde Berna se decide la reducción de las subvenciones para estos centros de enseñanza en el exterior del país.
Ante ese marco de inseguridad, el Colegio Suizo en México parece haberse ya conformado y en su propio esfuerzo de continuar a largo plazo su tarea se ha centrado en asegurar nuevas formas de ingresos. Un modelo que tal vez pudiera ser imitado en otros países.
swissinfo, Erwin Dettling, Ciudad de México
(Traducido del alemán por Patricia Islas Züttel)
En México viven alrededor de 5.000 personas con la nacionalidad helvética, 1.600 de ellas en la Ciudad de México.
Muchos suizos eligieron su residencia cerca de alguna de las tres sedes del Colegio Suizo en México.
Otras familias requieren una hora o más para llegar de sus hogares al plantel de enseñanza en la capital mexicana.
De acuerdo a la ley federal que las rige, las escuelas suizas en el mundo deben reforzar las relaciones de Suiza con aquellos jóvenes de nacionalidad helvética que vivan fuera de las fronteras del país alpino.
También deben favorecer el camino de la formación profesional de esos chicos en caso de volver a Suiza.
Otra tarea de estas instituciones es fomentar la presencia cultural de Suiza en el exterior.
Al menos el 30% de los estudiantes deben tener la nacionalidad helvética. Si la institución cuenta con más de 60 alumnos suizos, esta proporción debe ser del 20%.
Las autoridades suizas dirigen a esas escuelas ayuda financiera global en el marco del crédito anual establecido. Esos apoyos se establecen en función del número de alumnos suizos y de profesores de nacionalidad suiza.
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