Perspectivas suizas en 10 idiomas

¿Lenguaje de SMS en subtítulos de filmes?

Como en Jurassic Park (1993), ¿dinosaurios y subtítulos, especies en extinción? AFP

Festivales de cine como el de Locarno, que arranca el 7 de agosto, son algunos de los últimos lugares en Europa en los que pueden verse películas no dobladas. ¿Las versiones originales y los subtítulos están amenazados de extinción? Protagonistas de esa trama opinan para swissinfo.ch.

“Hace dos años pensé que si las cosas continuaban como entonces, no tendríamos más películas subtituladas en cinco años. Pero ahora estoy más optimista”, señala  Leo Baumgartner, director de Warner Bros Suiza.

“Ahora, con la digitalización, incluso en lugares pequeños en las afueras de las ciudades tenemos una noche por semana versiones originales, lo que nos devuelve un poco de esperanza. Con las costosas copias en 35 mm hubiera sido imposible”.

Mientras que el número total de entradas se ha mantenido más o menos igual en Suiza a lo largo de la última década (16.962.996, en 2003 – 15.888.585, en 2012), las estadísticas de ProCinema, la asociación nacional de propietarios y distribuidores de cine, muestran que la proporción de las versiones originales, subtituladas, ha descendido de 55% a 42% durante el mismo período.

¿Por qué? Nadie lo sabe realmente. Los distribuidores y propietarios  cinematográficos suelen acusar a los adolescentes, calificándolos de perezosos y/o analfabetos, pero Frank Braun, gerente de dos salas de cine de arte: Riffraff, en Zurich y Bourbaki, en Lucerna, descarta “la ligereza” del argumento.

En su opinión, la gente apuesta en general a lo que deja más dinero – “esa es la verdadera razón detrás de todo”.

Dado que más de dos tercios de los espectadores acudieron a los cines suizos en 2012 para ver éxitos de taquilla en inglés, los distribuidores parecen haber cedido a la posición de los adolescentes que dicen que si pagan hasta 20 francos ($ 21.50) para ver una película, tendrían que poder entenderla.

Baumgartner no niega que las consideraciones financieras jueguen un papel importante. “Si gastamos mucho dinero en los subtítulos, pero luego solamente el 10%  – o menos – de la audiencia los lee, nos empezamos a cuestionar”.

Sin embargo, no todos los jóvenes son alérgicos a los subtítulos. Muchos insisten en la versión original por una serie de razones, incluida la posibilidad de practicar lenguas extranjeras, y el hecho de que a menudo, con la traducción se pierde la gracia original de los filmes.

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Cine independiente vs cine comercial

“¡Suiza es una excepción. Lo ha sido durante mucho tiempo!”, dice Xavier Pattaroni, programador de Cinemotion, un grupo de tres salas en la parte francófona del país.

“Si nos fijamos en la cartelera en Alemania o en Francia y lo comparamos con la de cines de tamaño similar en Suiza – ya sea en Berna, Zúrich, Lausana o Ginebra-,” hay menos películas subtituladas en esos países. “En Alemania, las películas comerciales solamente son proyectadas en versión doblada”.

Para Pattaroin es difícil precisar si lo anterior obedece a que en Suiza, con sus tres regiones lingüísticas, la población está acostumbrada a leer en otros idiomas.

“Anteriormente, estaba de moda ver la versión original. No estoy seguro de que sea todavía el caso. De lo que no cabe duda es de que en Suiza, mucho más que en otros países europeos,  hay una fuerte tradición de favorecer las versiones originales”.

El doblaje gana terreno

Sin embargo, el doblaje se ha afianzado en la Suiza de habla alemana y en 2007 se vendieron más entradas para películas dobladas que subtituladas.

Titanic, por ejemplo, la película de mayor éxito en los cines suizos, fue proyectada aquí en enero de 1998 y podía ser vista solamente en inglés con subtítulos. Para el relanzamiento, en tercera dimensión en 2012, se difundieron ambas versiones y, de acuerdo con Philippe Taschler, dirigente de Kitag, el mayor operador de cine en Suiza, “casi nadie quería ver la versión en inglés”.

Pattaroni plantea la hipótesis de que la generación de Facebook y Twitter pasa tanto tiempo en línea que cuando va al cine ya no quiere molestarse en leer. En tono de broma sugiere que las películas sean subtituladas en el lenguaje de los SMS, mensajes cortos vía telefónica. “Tal vez a los jóvenes les parecería genial”.

Pero, ¿los jóvenes de hoy no hablan inglés más que los de hace 20 o 30 años? Leo Baumgartner dice que eso se pensó durante mucho tiempo “pero aparentemente no es el caso”.

“Conocen un montón de palabras en inglés y les gusta usarlas, pero cuando se trata de comprender realmente la lengua o incluso de hablarla, parece ser diferente. Es una pena que pierdan la oportunidad de ver la versión en inglés y de aprender al mismo tiempo la lengua”.

En la Suiza de habla alemana: Películas independientes: Versión original con subtítulos en alemán y francés, a veces simplemente subtítulos en alemán.  

Taquilleras: Por lo general ambas, aunque la versión subtitulada suele permanecer menos tiempo en cartelera. Algunas animaciones infantiles en 3D están disponibles únicamente dobladas.

En la Suiza de habla francesa: Películas independientes: Versión original con subtítulos en alemán y francés, a veces simplemente subtítulos en francés.  Taquilleras: dobladas al francés.

En la Suiza de habla italiana: Películas independientes: Versión original con subtítulos en alemán y francés. Taquilleras: dobladas al italiano.

Subtítulos restringidos

Así, mientras que los dobladores en Alemania, Francia e Italia se frotan las manos -los distribuidores en las tres regiones lingüísticas de Suiza simplemente importan de sus vecinos las versiones dobladas de los últimos éxitos-, los realizadores suizos de subtítulos resienten el impacto.

“Una empresa como la nuestra vivió de subtitular películas de 35 mm (con el costoso proceso de grabado láser de tiras de película), pero eso casi ha desaparecido”, señala Ronald Ducrest, jefe de Titra, empresa de subtitulación de filmes con sede en Ginebra.

“¡Desde la introducción de la tecnología digital, poner subtítulos (en alemán o francés) en un disco duro se puede hacer en la India o en Polonia! Un archivo de texto es enviado por correo electrónico junto con un programa de software. Eso significa que muchas empresas ya no acuden a nosotros”.

La facturación de Titra ha disminuido en los últimos tres años. Ducrest dice que hace seis años empleaban a siete personas y ahora solamente a una, que utiliza discos duros. Los grabadores láser se han ido.

A pesar de las difíciles condiciones del mercado, Ducrest se manifiesta  “bastante optimista” porque observa que muchos distribuidores que se dirigen a empresas en el exterior “porque son muy baratas, obtienen un trabajo muy malo”.

“También nosotros tratamos de colaborar con empresas extranjeras, pero la calidad del trabajo no era adecuada para Suiza: la traducción era mala, estaba mal posicionada, simplemente insuficiente. Creo que muchos distribuidores prefieren pagar un poco más y tener subtítulos correctos”.

Intraducible

Todos los expertos del sector consultados por swissinfo.ch coinciden en la preferencia de las versiones originales. Para Baumgartner ni siquiera es algo que pueda plantearse.”

“Nadie de la industria cinematográfica vio nunca películas dobladas. Nadie, sin excepción”, enfatiza.

Pattaroni considera que una voz original es una “experiencia diferente” en un doblaje. “Luego está el humor. Algunas bromas pueden ser traducidas a otros idiomas y funcionan bien, otras son simplemente intraducibles”, agrega al citar  Bienvenue chez les Ch’tis, que en 2008 rompió casi todos los récord de taquilla en Francia, pero cuyos humorísticos juegos de palabras y su pronunciación fracasaron en el exterior, pese a los valientes esfuerzos de los responsables de los subtítulos y del doblaje.

“Otro ejemplo es el de una reciente película filmada en Israel y que aborda el problema entre Israel y Palestina. En la versión original se puede escuchar cuando alguien habla árabe, incluso si no puede entenderlo. Si todo está doblado al francés, ¿cómo aborda esas sutilezas? Para mí, las versiones originales son claramente mejores”.

Los organizadores del Festival de Cine de Locarno están de acuerdo, y los cinéfilos podrán visionar más de 250 películas como sus directores querrían que fueran vistas (y oidas).

Traducción, Marcela Águila Rubín

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