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El tráfico de arte: Suiza redora su blasón

Escena de saqueo cultura en Camboya. Dougald O'Reilly

Durante mucho tiempo, la Confederación fue vista como uno los principales ejes mundiales para el tráfico del arte. A cinco años de su entrada en vigor, la Ley sobre la Transferencia Internacional de Bienes Culturales (LTBC) ofrece pocas cifras, pero permite a Suiza mejorar su imagen.

Durante mucho tiempo acusada de ser un refugio para los contrabandistas de bienes arqueológicos, etnológicos, antigüedades y otras obras de arte, Suiza fue considerada como la meca del tráfico de arte. Pero eso fue antes de la entrada en vigor de la LTBC.

Con Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, Suiza es uno de los centros comerciales más importantes de arte del mundo. Hasta el año 2005, ninguna ley o normativa nacional regulaba este sector que, sin embargo, es muy lucrativo (1,39 millones de francos de importaciones y 1,4 de exportaciones en 2009). Un contexto que era particularmente favorable para los comerciantes y coleccionistas poco cuidadosos.

Aniversario y exposición

Cinco años después de la entrada en vigor de la LTBC, la Oficina Federal de Cultura (OFC) tuvo a bien elaborar una revisión intermedia del nuevo instrumento jurídico y devolver piezas arqueológicas a la brigada italiana de protección del patrimonio cultural arqueológico, invitada para la ocasión.

El evento, que se celebró en los jardines del pintoresco Museo de Aduanas de Gandria, en el cantón del Tesino, a orillas del idílico lago Ceresio, también incluyó un ‘vernissage’. En efecto, el pequeño edificio, completamente restaurado, alberga la exposición ‘¿En venta?’, organizada conjuntamente por la OFC y la Dirección Federal de Aduanas.

El público puede descubrir en ella algunos de los métodos de los contrabandistas, los países más afectados por el saqueo y, finalmente, los medios de que disponen las aduanas para atrapar a los malhechores.

Efecto disuasivo

La Confederación se ha convertido en un modelo a seguir. Jean-Frédéric Jauslin está convencido de ello: “Suiza ha mejorado significativamente su imagen ante la Unesco y también me gustaría señalar que nuestro país ha sido elegido para formar parte del Comité de la Unesco, con la puntuación más alta jamás alcanzada desde la creación de la organización”, manifiesta el director de la OFC.

“En Suiza, las cosas se mueven quizá lentamente, pero cuando ponemos una ley en vigor, la aplicamos en serio. Y ese es el mensaje que fue transmitido”, agrega.

Sin embargo, la comunidad del arte se había opuesto ferozmente a la regulación del mercado, argumentando que amenazaba con el colapso de sus actividades. Temores infundados: en 2009, Suiza pasó incluso del quinto al cuarto sitio en el mundo del arte.

Hoy en día, según el propio titular de la OFC, “es difícil cuantificar el impacto de la LBTC. Sin embargo, 400 exámenes a fondo han conducido a 11 acusaciones por parte de las autoridades aduaneras. Las diligencias corresponden a los cantones. Pero el mayor mérito de la ley radica en su efecto disuasivo.

Esa es una constatación que también comparte el profesor y abogado de Ginebra, Marc-Andre Reynolds, codirector del Centro de Derecho del Arte de la Universidad de Ginebra. “Ahora, me sucede con frecuencia que algunos clientes me contacten para conocer el marco jurídico antes de embarcarse en una compra. Algo que no se hubiera dado antes de la entrada en vigor de la ley”, señala el experto.

Acuerdos bilaterales ‘ad hoc’

“La lucha contra el saqueo y el tráfico de bienes culturales no debe tener fronteras”, dice Giovanni Nistri, comandante de los carabineros de la Brigada para la Protección del Patrimonio Cultural, invitado a Gandria por la OFC, para resaltar la importancia de la cooperación transnacional en este ámbito.

De hecho, Suiza ha firmado cinco acuerdos bilaterales: con Italia y Perú en 2006, con Grecia en 2007 y con Colombia y Egipto en 2010. Merced a esos acuerdos, los bienes culturales de gran importancia para el patrimonio cultural de cada uno de esos Estados goza de una protección adicional, que puede entrañar la asistencia jurídica en caso necesario.

Tentados por las ganancias rápidas, los contrabandistas y las organizaciones criminales no se detienen ante nada. Muchos países emergentes o en vías de desarrollo son las primeras víctimas de este comercio y tienen pocos medios para luchar contra el flagelo y proteger sus tesoros.

Una lucha desigual

Por el contrario, los saqueadores se han equipado con herramientas avanzadas, como satélites, para identificar los sitios susceptibles de albergar los tesoros arqueológicos. Los delincuentes pueden también contar a menudo con la corrupción para la transferencia de estos objetos sin ser molestados.

Camboya, Colombia, Italia y Malí, en particular, sufren un saqueo sistemático de sus sitios arqueológicos. En Camboya, la oferta superaría ampliamente la demanda y en el sur de la península, alrededor de 100.000 tumbas antiguas han sido saqueadas en los últimos años.

El fruto de esas excavaciones ilegales termina con frecuencia en ventas a través de Internet. Un mercado “libre” y una plataforma ideal para sacar rápidamente esas mercancías.

Así, a pesar de los esfuerzos y la lucha a escala internacional, el saqueo se ha incrementado de forma masiva en las últimas décadas. En la OFC, como en la Unesco, no se duda en hablar de “peligro para el patrimonio cultural de la humanidad, amenazado de liquidación”.

Nicole della Pietra, Gandria, swissinfo.ch
(Traducción: Marcela Águila Rubín)

La protección del patrimonio cultural suizo (exportación de bienes culturales fuera de Suiza)

La contribución a la protección del patrimonio cultural de otros países (importación de bienes culturales a Suiza)

El fomento de los intercambios internacionales entre los museos (garantía de restitución para los museos)

El deber de diligencia para el comercio de objetos de arte y las ventas en subastas

A escala mundial, el comercio ilegal de bienes culturales forma parte de los tres principales comercios ilícitos después de las drogas y las armas.

Contra el saqueo del patrimonio cultural, la Unesco adoptó un tratado internacional multilateral para proteger los bienes culturales, la Convención de la Unesco de 1970.

Los Estados parte se comprometen a adoptar medidas para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad de los bienes culturales.

En total, 119 Estados signatarios se han adherido al acuerdo. Suiza ratificó el documento en 2003.

La Ley Federal sobre la Transferencia Internacional de Bienes Culturales (LTBC) es la implementación de la Convención de la UNESCO de 1970. La LTBC entró en vigor el 1 de junio de 2005.

La exposición ‘ ‘For sale? (¿En venta?) El contrabando de bienes culturales y la aduana’ estará abierta hasta el 15 de octubre. Desvela el problema del desplazamiento criminal de bienes culturales y esclarece aspectos del contrabando, así como del robo de objetos de arte.

Fotografías ilustran la gravedad y amplitud de los saqueos de los bienes culturales.

Ejemplos. La exposición presenta ejemplos de objetos robados como por ejemplo, una estatuilla de terracota de la cultura Nok de Nigeria y una placa de bronce de Benin.

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