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EEUU restringe acceso al asilo a migrantes que llegan desde México

La medida apunta a frenar el flujo de cientos de miles de migrantes, en su mayoría de Centroamérica, que en los últimos meses llegaron a EEUU, desde México, a pedir asilo alegando violencia y pobreza endémica en sus países de origen afp_tickers

Estados Unidos anunció el lunes una normativa por la cual la mayoría de los migrantes que cruzan la frontera sur del país después de atravesar México no serán elegibles para solicitar asilo, una medida rechazada por el gobierno mexicano.

La nueva regla, que regirá a partir del martes, dispone que quienes en su ruta a Estados Unidos no solicitaron asilo cuando estaba disponible en al menos un tercer país fuera del suyo, no tendrán la posibilidad de hacerlo al llegar a territorio estadounidense, informaron los Departamentos de Justicia (DoJ) y Seguridad Interior (DHS) en un comunicado conjunto.

El gobierno de Donald Trump apunta así a frenar el flujo de cientos de miles de migrantes, en su mayoría de Centroamérica, que en los últimos meses llegaron a Estados Unidos provenientes de México a pedir asilo alegando violencia y pobreza endémica en sus países de origen.

“Estados Unidos es un país generoso, pero está completamente desbordado por la carga asociada a la detención y al proceso de cientos de miles de extranjeros detenidos en la frontera sur”, dijo el fiscal general, William Barr.

Esta medida, provisional hasta que el Congreso legisle, permitirá procesar los casos de manera más eficiente, disminuyendo el número de personas que transitan por México, dijo por su parte el titular interino del DHS, Kevin McAleenan.

La regla incluye excepciones para quienes pueden demostrar que solicitaron asilo en al menos un país y su petición fue denegada; para quienes sean “víctimas de una forma grave de tráfico de personas”; y para quienes hayan transitado por países que no forman parte de la Convención de Refugiados de 1951 o del Protocolo de 1965.

– México en contra –

México rechazó la nueva normativa, negando que vaya a convertirse de facto en un tercer país seguro y subrayando que solo tendrá validez jurídica en Estados Unidos.

“México no coincide con medidas que limiten al asilo o refugio a aquellos que temen por su vida en sus países de origen (…), y vamos a prestar atención a que se respete el principio de no devolución conforme al derecho internacional vigente”, dijo el canciller Marcelo Ebrard.

Aunque existe un acuerdo con Washington para que personas que solicitaron asilo en Estados Unidos esperen su audiencia en territorio mexicano, Ebrard dijo que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no recibirá migrantes a la luz de las nuevas restricciones, ni iniciará negociaciones de tercer país seguro “sin autorización expresa del Congreso”.

Guatemala, la nación del istmo centroamericano fronteriza con México de la que parten o atraviesan las caravanas de migrantes en ruta hacia el norte, tampoco quiere aceptar la responsabilidad de recibir migrantes en tránsito o rechazados por Estados Unidos.

El presidente Jimmy Morales, que este lunes tenía previsto reunirse con Trump para analizar el tema, canceló su viaje a Washington luego de que la Corte Constitucional guatemalteca otorgara un amparo para evitar que el país se constituya en un “tercer país seguro”, estipulando que para negociar un acuerdo así se debe contar con aprobación del Congreso.

La canciller guatemalteca, Sandra Jovel, afirmó en Washington que la cita fue “pospuesta”, sin dar más detalles sobre un eventual acuerdo con Estados Unidos.

“Estamos buscando apoyarnos mutuamente en el tema migratorio”, se limitó a declarar a periodistas.

– Demandas por “ilegal” –

La nueva normativa impulsada por la Casa Blanca puede sufrir modificaciones tras su publicación el lunes y seguramente sea objeto de recursos judiciales.

La Unión estadounidense por las libertades civiles (ACLU), la mayor asociación de defensa de los derechos humanos en el país, ya se prepara para impugnarla.

“El gobierno de Trump está tratando de revertir unilateralmente el compromiso legal y moral de nuestro país de proteger a quienes huyen del peligro. Esta nueva regla es evidentemente ilegal y la demandaremos rápidamente”, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.

El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, el demócrata Bennie Thompson, también la cuestionó por “xenófoba” y “racista”. “Es ilegal y debe ser frenada por los tribunales”, dijo.

Estados Unidos detuvo un récord de 144.000 inmigrantes indocumentados en la frontera con México en mayo, un pico en 13 años. En junio se ubicó en 104.000, un aumento del 142% respecto al año anterior.

La mayoría son familias de Guatemala, Honduras y El Salvador, pero también hay mucha gente de Haití y países africanos.

La cantidad de migrantes ha desbordado la capacidad de Estados Unidos para alojarlos y muchos, incluidos niños, permanecen recluidos durante semanas en condiciones denunciadas como miserables.

El gobierno de Trump dijo el lunes que el número de casos remitidos al DoJ para procedimientos ante un juez de inmigración también ha aumentado de manera exponencial, más que triplicándose entre 2013 y 2018.

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