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España recrudece la presión en la UE para blindar su veto sobre Gibraltar

El presidente Pedro Sánchez da una rueda de prensa durante una cumbre de la Unión Europea, el pasado 18 de octubre en Bruselas afp_tickers

España recrudeció este martes la presión en la Unión Europea (UE) para blindar su derecho a veto sobre la futura relación entre el bloque y Gibraltar, una carta con la que espera resolver sus tradicionales fricciones con este territorio británico, cuya soberanía reclama.

El pulso lanzado por España llega en una semana decisiva para alejar el escenario de un Brexit sin pacto en marzo. Los mandatarios europeos deben dar el domingo en una cumbre en Bruselas su visto bueno al proyecto de acuerdo negociado, paso previo a las ratificaciones.

“A día de hoy, lamento decir que un gobierno proeuropeo como es el gobierno de España votará, si no hay cambios, no”, advirtió en Madrid el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al expresar su malestar con el proyecto de acuerdo de divorcio presentado el miércoles.

Sus críticas se centran en el artículo 184 sobre la negociación de la futura relación comercial y política entre Reino Unido y sus 27 todavía socios y que, a juicio de España, no explicita que estos últimos le dieron un derecho a veto sobre la futura relación con Gibraltar.

En sus primeras orientaciones políticas en abril de 2017, que sirven de base a la negociación liderada por la Comisión, los 27 establecieron que, tras el Brexit, “ningún acuerdo entre la UE y Reino Unido podrá aplicarse al territorio de Gibraltar sin el acuerdo entre España y Reino Unido”.

España, que asegura que conoció la redacción de este artículo el miércoles, reclama al negociador europeo Michel Barnier modificarlo para introducir la especificidad de Gibraltar o la utilización de otro “instrumento”, en palabras del canciller español, Josep Borrell, que despeje la “ambigüedad” del artículo.

El lunes, Borrell abrió la puerta a que la solución pase por la declaración política sobre la relación futura, un texto de unas 20 páginas todavía en negociación y que, pese a ser jurídicamente no vinculante, trazará las grandes líneas de las discusiones sobre la futura relación con Reino Unido tras el Brexit.

Esta solución evitaría reabrir el texto de divorcio ya negociado, que cuenta con “un equilibrio muy difícil” según fuentes europeas, cuando el tiempo apremia para formalizar un acuerdo que pueda ratificar a tiempo la Eurocámara y el parlamento británico antes de la marcha de Reino Unido en marzo.

Pedro Sánchez conversó así este martes con el titular de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y tenía previsto hacerlo con su par del Consejo Europeo, Donald Tusk, y, si es posible, con la primera ministra británica, Theresa May, según una fuente del gobierno español.

May viajará el miércoles por la tarde a Bruselas para conversar con Juncker sobre la negociación. Y, por su parte, los representantes de las capitales tienen previsto reunirse el viernes para preparar la cumbre.

“Estamos al tanto de los problemas del gobierno español y trabajamos en ello”, dijo este martes el portavoz de la Comisión, Margaritis Schinas, quien evitó entrar en los detalles de la negociación y aseguró que las discusiones para definir la declaración política seguían su curso.

– Una carta sobre la mesa –

Desde el referéndum del Brexit en Reino Unido en junio de 2016, España ha ido modificando su posición con respecto a Gibraltar que pasó de solicitar la co-soberanía del Peñón a dejar de lado momentáneamente esta cuestión y aprovechar el escenario abierto para intentar solucionar sus tradicionales diferendos.

España ha acusado a este territorio de 6km2 y de 30.000 habitantes situado en su extremo sur de ser un paraíso fiscal o tolerar el contrabando de tabaco, y reclama el uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar o el intercambio de datos fiscales.

Gibraltar, que pertenece a Reino Unido desde 1713 y que la ONU considera como un “territorio no autónomo”, no participa de hecho ni de la Unión Aduanera de la UE, ni de su Política Agraria Común y está excluido de la armonización del IVA.

Siguiendo la estela de la negociación del Brexit, Londres y Madrid iniciaron una discusión bilateral para solventar los desencuentros tradicionales, salvo la soberanía de Gibraltar, que se plasmarán en memorandos separados. Este principio está plasmado en un protocolo dentro del acuerdo de divorcio.

Madrid quiere cerrar estos memorandos antes del final del período de transición entre la UE y Reino Unido, inicialmente previsto hasta el 31 de diciembre de 2020, por lo que blindar su derecho a vetar la aplicación en Gibraltar de cualquier acuerdo sobre la futura relación le otorga una medida de presión adicional.

La ofensiva lanzada por España en la UE es inusual para un país tradicionalmente alineado con los planes de la Comisión. “Los españoles son serios, no es una broma, pero vamos a encontrar una solución”, aseguró un diplomático europeo.

“No es nada exorbitante, estamos especialmente legitimados para solicitarlo. Esto lo hace un presidente y un gobierno que es claramente europeísta, y que ha sido siempre constructivo para llegar a un acuerdo lo antes posible sobre el Brexit”, según fuentes del gobierno español.

burs-tjc/me

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