Falta dinero para más parques naturales
La creación de parques naturales no figura entre las prioridades del gobierno suizo.
A causa del estado actual de las finanzas federales, las autoridades suizas han dejado de lado este tema dentro del programa de la legislatura 2004-2007.
En julio pasado, el Consejo Federal anunció la revisión de la Ley sobre protección de la Naturaleza y el Paisaje.
La cuestión era saber si en los 10 próximos años era posible crear uno o dos nuevos parques nacionales, entre seis y diez parques naturales regionales y entre tres a cinco parques naturales en las zonas periféricas de algunas ciudades.
El ministro suizo del Medio Ambiente, Moritz Leuenberger, ante la prensa lamentó el rechazo del proyecto de ley, sostenido por todos los cantones, pero desestimado este miércoles por la mayoría de los miembros del Ejecutivo Federal.
Las organizaciones de defensa ambiental también expresaron su decepción.
“Los parques naturales son una oportunidad para la protección de la naturaleza y también para el turismo y la economía regional”, indicó la organización Pro Natura.
Sin apoyo financiero de Berna
En diversas regiones, la población y las comunas estudian la posibilidad de crear parques naturales a fin de proteger y preservar los espacios verdes y poder integrarlos en el creciente mercado del ecoturismo.
La revisión de la ley preveía que un proyecto sostenido por algún cantón se beneficiase de una ayuda financiera de la Confederación, tras una evaluación de la calidad del proyecto.
En el proyecto de ley se incluían tres categorías de parques.
En primer lugar, los parques nacionales. Éstos debían comprender una zona central restringida para la protección de las especies de la flora y fauna local, con acceso limitado para los visitantes y una zona periférica explotada para la investigación científica.
En segundo lugar aparecía el parque natural regional que, de acuerdo a la terminología prevista, habría cubierto una superficie mínima de 100 km², constituida principalmente por un espacio rural.
Con esta categoría se intentaba revalorar el respeto al entorno medioambiental, al paisaje y a la cultura, en un esfuerzo por conservar sin transformaciones ese espacio.
Y por otra parte, el objetivo era favorecer la economía que pusiera el acento en el desarrollo sostenible y en la calidad de vida de la población.
El tercer tipo de parque en el proyecto de ley remitido a la siguiente legislatura era el denominado periurbano, accesible en transporte público para los citadinos.
Un único parque nacional
Con el Parque Nacional de Engadina, fundado en 1914, Suiza dispone de la más antigua reserva natural de envergadura en Europa.
Sin embargo, desde entonces no se ha creado otro parque de esa amplitud en el país.
Las cerca de 1.700 reservas establecidas en los últimos 90 años son pequeñas y están aisladas las unas de las otras.
Los 760 km² que cubren estas regiones representan el 2% del territorio nacional.
Una cifra 5 veces menor a la defendida en la Cumbre de Río de 1992. Allí se habló de establecer zonas naturales protegidas en el 10% de la superficie suiza, para garantizar a largo plazo la diversidad.
Reacciones
El aplazamiento del proyecto de ley sobre la Protección de la Naturaleza provocará el debate sobre las nociones de economía y la administración del territorio, advierte Fabien Vogelsperger, director del Parque Regional Chasseral, situado en el arco jurasiano.
“Es una ilusión creer que los parques naturales pueden existir a largo plazo sin ayuda del Estado”, considera Eugen David, senador por el cantón de San Gall en el Parlamento Federal.
En su opinión, el Consejo Federal no ha comprendido que los parques regionales son herramientas del desarrollo económico.
Los grupos favorables a la creación de un segundo parque nacional en la región locarnesa y del Valle Maggia también mostraron su decepción ante la decisión de las autoridades federales y anunciaron que no desistirán en su empeño por crear este espacio natural.
swissinfo y agencias
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