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Fricción fronteriza en el este de RD del Congo por epidemia de ébola

Una trabajadora sanitaria en Goma, en la frontera entre República Democrática del Congo y Ruanda, el 1 de agosto de 2019 afp_tickers

Un nuevo fallecimiento y la detección de dos enfermas por el virus del Ébola en tan solo 24 horas en Goma, gran polo comercial en el este de la República Democrática del Congo, provocó temor a una propagación en la frontera con Ruanda, que quedó cerrada varias horas el jueves.

Los dos nuevos casos de infección afectaban a la esposa y la hija de un minero que murió de ébola el miércoles, indicaron responsables sanitarios.

El ébola se ha cobrado más de 1.800 vidas en el este de República Democrática del Congo desde el 1 de agosto de 2018, cuando se declaró el brote.

El miedo a que la epidemia se propague a los países vecinos fue en aumento desde mediados de julio, cuando se declararon los dos primeros decesos en Goma, un nodo de transporte conectado con la ciudad colindante de Gisenyi, en Ruanda.

Ruanda cerró su frontera con RD Congo desde el jueves por la mañana hasta el inicio de la tarde. Durante unas ocho horas, los congoleños no pudieron entrar en la ciudad ruandesa de Gisenyi, fronteriza con Goma, donde los ruandeses tampoco tenían derecho a ingresar, constató un corresponsal de la AFP.

Esta situación irritó a las autoridades congoleñas, que consideraron que perjudicaba a los “congoleños y expatriados que viven en Gisenyi pero trabajan en Goma” y que era contraria a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la libre circulación de personas en la región, según un comunicado de la presidencia congoleña.

Goma, que cuenta con una población de más de dos millones de personas, y Gisenyi, una ciudad de más de 85.000 habitantes, mantienen importantes relaciones que dependen de la apertura de la frontera.

Muchas personas, de ambos países, trabajan, tienen vivienda o llevan a sus hijos a la escuela en el otro lado de la frontera, en la ciudad vecina.

“Esperé desde las 7H00 y no pude atravesar la frontera hasta las 14H15”, aseguró a la AFP Antoinette Zeyimana, una vendedora ruandesa.

Cerrar una frontera es contraproductivo, dijeron ante la prensa en la ONU expertos en salud.

“Si se empieza a aterrar a la gente, se detiene todo, las personas huyen, se esconden y transmiten la enfermedad”, advirtió en un video Margaret Harris, portavoz del equipo de la OMS encargado la vigilancia del ébola en RD Congo.

La situación se desbloqueó tras una reunión en la que las autoridades congoleñas de inmigración aseguraron a sus homólogos ruandeses que se reforzarían las medidas profilácticas de lavado de manos y medición de temperatura en la frontera para no dejar pasar a ningún posible infectado, indicó un responsable local de la Dirección General de Migraciones congoleña.

– “La bomba está activada” –

El segundo enfermo de ébola fallecido en Goma, el miércoles, era un minero que trabajaba en Ituri pero vivía con su esposa y 10 hijos en el barrio empobrecido de Kiziba, en el norte de Goma.

El equipo de lucha contra el ébola vacunó a la familia de los pacientes y las personas con las que se relacionaban en este barrio insalubre y densamente poblado. Pero una hija y la esposa dieron positivo en ébola.

En la vecina provincia de Kivu del Sur, una mujer, pariente del mismo minero, fue puesta en cuarentena con otros 14 familiares.

El gobernador de Kivu del Sur, Theo Ngwabidje Kasi, dijo a la prensa que las pruebas realizadas en estos 15 casos sospechosos fueron negativas.

“Ahora la bomba está activada”, lamentó un representante de una organización humanitaria.

Un primer caso detectado el 17 de julio en Goma provino de Butembo, uno de los focos principales de la enfermedad.

La segunda muerte registrada en Goma, la del minero, ocurrida el miércoles, no tenía ninguna conexión con la primera.

Ese primer caso en Goma motivó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevara la epidemia a rango de “emergencia de salud pública de alcance internacional”.

La Unión Africana había advertido contra las restricciones de viajes a pesar del riesgo de propagación de la epidemia, de enfermos que podían escapar al control de las fronteras, atravesando clandestinamente por lugares no controlados.

La epidemia golpea a dos provincias del este de la RDC (Kivu del Norte e Ituri). Desde agosto de 2018 acumula 2.701 casos (2.607 confirmados y 94 probables), según el boletín de las autoridades sanitarias publicadas este miércoles.

La enfermedad apareció en 1976 en el entonces Zaire (hoy RDC), cerca del río Ébola y en 2014 causó 11.000 muertes en África del Oeste.

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