Hormigas sudamericanas colonizan Europa
Una colonia de hormigas de la especie argentina se propaga entre España e Italia. Un experto suizo descubrió la causa de esa invasión.
Publicada por la revista “Proceedings of the National Academy of Science” (PNAS), la investigación sobre esas hormigas fue realizada por Laurent Keller, director del Instituto de Ecología de la Universidad de Lausana, en colaboración con investigadores franceses y daneses.
Las revelaciones de Laurent Keller harían estremecerse a Bernard Werber, el autor de la trilogía Hormigas, un ‘best seller’ en el que esos insectos asumen el control del planeta.
Importadas de América del Sur
Nunca se había observado una colonia de insectos tan grande. La estudiada se extiende sobre 6000 kilómetros a lo largo de las costas de Portugal a Italia, pasando por España y Francia.
Esos invasores de un nuevo tipo llevan el nombre científico de ‘Linepithema humile’ pero son, en términos corrientes, hormigas argentina y fueron importadas accidentalmente de América del Sur a principios del Siglo XX, probablemente a bordo de barcos cargueros.
Los investigadores se sorprenden por la expansión de una colonia de hormigas sobre una distancia tan grande, cuando un desplazamiento semejante normalmente no es posible entre ese tipo de insectos.
“Descubrimos que esas hormigas pueden encontrarse en un país u otro sin agredirse entre ellas aun cuando procedan de nidos diferentes”, explicó Laurent Keller en una emisión de la radio suiza de expresión francesa (RSR).
Ese comportamiento explica precisamente la expansión de esta supercolonia en todo el sur de Europa. Eso es lo que las diferencia de las hormigas europeas que no tienen la misma estructura social, lo que les impide la unificación de sus diferentes colonia.
¿Cómo explicar este cambio social? “Al llegar a Europa, precisa el investigador, esas hormigas sufrieron una pequeña pérdida de diversidad genética, lo que les permitía diferenciar a una obrera procedente de otro nido”.
Un impacto sobre la ecología
Esa modificación del patrimonio genético permitió en menos de 100 años esa gigantesca invasión de 6000 kilómetros de extensión.
Pero ese fenómeno tiene límites territoriales. Las hormigas argentina están confinadas a las costas portuguesas, españolas e italianas. De acuerdo con Laurent Keller, esos insectos están limitados por el frío y son incapaces, entonces, de franquear una montaña. Además, tampoco soportan el clima seco y son incapaces de penetrar en el interior de las tierras.
A pesar de ese confinamiento sobre las costas, la expansión territorial de ese tipo de hormigas tiene repercusiones nefastas sobre la ecología local. Según el estudio, sin discernimiento, los insectos en cuestión matan a todos los congéneres indígenas.
Peor aún, con su caparazón protegen a una especie de pulgón que prolifera anormalmente y causa muchos daños.
Todo ello sin olvidar el impacto sobre el ámbito humano, o más bien, en las casas: las hormigas argentinas, a diferencia de sus congéneres europeas, son particularmente voraces y colonizan, por centenares e inclusive millares, las despensas de las habitaciones.
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