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Interés de Cuba en las inversiones helvéticas

Presencia del gigante helvético en la Perla del Caribe. swissinfo.ch

Suiza mantiene relaciones económicas sin problema mayor con la isla pero de intensidad relativamente moderada.

El acuerdo comercial que los une desde hace casi medio siglo reviste más bien un carácter simbólico.

“En el contexto del aislamiento de la isla y de las sanciones estadounidenses, el acuerdo confirma el mantenimiento de nuestras relaciones comerciales. Reviste entonces, una cierta importancia desde el punto de vista psicológico y en ese sentido deseamos reconducirlo anualmente”, explica Jean-Jacques Maeder.

El responsable para las Américas de la Secretaría suiza de Estado de Economía (Seco) añade que el acuerdo comercial fue firmado en 1954, prolongado una primera vez para un período de tres años y extendido luego cada año, con lo que seguramente se ampliará en el 2004.

Tras la severa crisis económica que sacudió a la isla entre 1992 y 1994, luego de la caída del bloque socialista, La Habana promulgó en 1995 la ley de promoción extranjera que representó un cambio sustancial en el sistema económico nacional y permitió el repunte de la economía con la entrada de divisas extranjeras.

Intercambio moderado

En ese marco, Cuba y Suiza firmaron en 1996, un acuerdo de Promoción y Protección de las Inversiones que entró en vigor un año más tarde.

Para La Habana, el convenio establece las bases jurídicas necesarias para garantizar la seguridad de los inversionistas, tanto cubanos (en Suiza) como suizos (en Cuba) por lo que lamentan que “el nivel de inversión suiza en Cuba no está a la medida de las expectativas nuestras”.

“Yo diría que es mínimo”, subraya la directora para Europa del Ministerio cubano de Inversiones Extranjeras y Comercio, Dagmar González.

A decir de la funcionaria, el Gobierno de Cuba considera que hay más posibilidades de ampliar las relaciones económicas bilaterales y que es necesario continuar el trabajo y la identificación de las posibilidades de interés para ambas partes.

“No es mucho lo que se ha podido hacer desde el punto de vista de la inversión suiza en Cuba. Creo que nos falta un largo camino por recorrer”, enfatiza González.

Garantías insuficientes

Jean- Jacques Maeder explica que las limitaciones en el nivel del intercambio comercial y financiero entre el país helvético y la mayor de la isla de las Antillas obedecen fundamentalmente a que los inversionistas suizos consideran que el marco jurídico y el contexto existentes no permiten una mayor amplitud.

No obstante, Suiza mantiene una cierta presencia en ese país caribeño e inclusive se han efectuado nuevas inversiones helvéticas en los últimos tiempos. Tal es el caso de la reciente asociación del gigante suizo de la alimentación, Nestlé, con la firma cubana Coralac para la producción de helados.

En el caso de Cuba, y merced al retraso en los pagos de su deuda, Suiza no cuenta con su principal instrumento de promoción de intereses económicos y exportaciones: la Garantía de Riesgo a la Exportación (GRE).

El representante de Seco recuerda que desde inicios de los años 90, Cuba no paga los intereses ni las amortizaciones de la deuda contraída con los miembros del Club de París.

Suiza favorece mantenimiento del diálogo

Con respecto a Suiza, los pagos retrasados ascienden a cerca de 50 millones de francos en el marco del Club de París y a ese monto se agregan 45 millones de francos de daños todavía pendiente resultantes de nuevos créditos.

Comenta Maeder que hace un par de años se registró un cierto movimiento en el Club de París, un inicio de diálogo entre Cuba y sus acreedores que luego fue suspendido.

“Suiza favorece el mantenimiento de ese diálogo en el marco multilateral y espera que las discusiones puedan reanudarse para fijar los términos de referencia para una eventual operación de consolidación de deuda”, subraya Maeder.

La reestructuración de la deuda cubana, concluye el directivo suizo, permitiría normalizar las relaciones financieras bilaterales.

swissinfo, Marcela Águila Rubín, La Habana

Suizas exportó a Cuba productos por un total de 5,9 millones de francos en el 2002.

Ese monto representó una disminución sustancial de cerca de 74% con respecto al año precedente.

Las importaciones suizas ascendieron a 30,2 millones de francos en el 2002.

La disminución, de 3.4% con relación al 2001, reflejó una relativa estabilidad.

En los 8 primeros meses del 2003 las exportaciones suizas ascendieron a 5,2 millones de francos, un aumento del orden de 25.6% respecto al mismo período del año anterior.

En el mismo lapso el total de importaciones fue de 18,7 millones de francos, lo que significó una disminución de 10.8%.

Las exportaciones suizas comprenden principalmente maquinaria (54,6%).

Suiza vende también a Cuba productos químicos (sin fármacos) instrumentos, aparatos, papel y productos derivados, cerámica y vidrio.

Cuba exporta a Suiza principalmente productos agrícolas 98% del total –en su mayoría tabaco- y algunos productos químicos.

El nivel de la inversión suiza en Cuba es relativamente modesto:

A fines del 2001 el stock de inversiones suizas en Cuba ascendía a, según el Banco Nacional Suizo, a 13,9 millones de francos, cerca de 19% más que en el año 2000.

Seco desarrolla junto con la ONUDI un proyecto en Cuba para la gestión de desechos.

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