La danza llega al Festival de Verbier
El Béjart Ballet Lausanne (BBL) cosechó anoche un éxito rotundo en el prestigioso Festival de Verbier. Con coreografías históricas como ‘La Consagración de la Primavera’, de Stravinski, la legendaria compañía suiza convenció a un público experto. Es la primera vez que la danza llega al evento alpino.
La excitación era palpable en el aire. En la inmensa Salle des Combins casi no quedaba una butaca libre.
Y no era para menos, pues el Béjart Ballet Lausanne, una de las mayores instituciones culturales de Suiza, se presentaba anoche por primera vez en el que es ya considerado como “el segundo mayor festival de música clásica” de nuestro país.
Tan elogiosa valoración del Festival de Verbier fue realizada por la presidenta de la Confederación, Micheline Calmy-Rey, al inaugurar el pasado viernes la gran cita musical alpina. Un honor inusual que marcó el inicio de una edición igualmente especial de esta fiesta musical.
El poder del cuerpo humano
Es la primera vez que el Festival de Verbier invita bailarines a presentarse en este templo de la música clásica. Una experiencia rompedora que se centró en dos de las grandes coreografías históricas creadas por Maurice Béjart: El Pájaro de Fuego y La Consagración de la Primavera, de Igor Stravinski. A estas obras maestras se sumó un cuarteto de cuerda en directo interpretando el Opus V de Anton Webern.
La velada dio comienzo con El Pájaro de Fuego, coreografía de 1970, en la que brillaron con fuerza Onuki Masayoshi en el rol principal, y el colombiano Oscar Chacón como el Ave Fénix. Tras ellos fue el turno de la rusa Daria Ivanova y Dawid Kupinski, quienes recrearon una coreografía creada por Maurice Béjart para los solistas de la Ópera de París. Una pieza moderna, de gran complejidad técnica, acompañada en directo por el Ariel Quartet.
Tras el entreacto fue la hora del plato fuerte de la noche: La Consagración de la Primavera”, considerada como obra maestra absoluta del coreógrafo marsellés. Estrenada en 1959, esta pieza de inusitada violencia hipnotizó a un público conocedor, pero poco habituado a ver en escena en Verbier el poderío del cuerpo humano.
Los movimientos de masas, marca de la casa en Béjart, y la mágica utilización de los ritmos primitivos de Stravinski crearon un momento único en la Sala Medran. Un despliegue de talento y poderío que no dejó indiferente a nadie y que fue premiado con ovaciones de pie y atronadores “bravo” lanzados por un público entregado y seducido.
En palabras del bailarín estrella Julien Favreau, La Consagración es una pieza que causó escándalo en su momento: “Presenta el lado animal del hombre de una forma innovadora. Es una pieza en la que los integrantes masculinos de la compañía toman protagonismo quitando el lugar tradicional a la mujer”.
Por su parte, el bailarín colombiano Oscar Chacón, quien baila en el BBL desde 2003, resumió así sus sentimientos ante esta gran noche: “Aunque llevemos años recreando esta obras, para mí sigue siendo un privilegio poder participar. Fue fantástico haber aprendido estas coreografías de la boca del maestro Béjart. Son piezas que hacen que me sienta vivo”.
Lluvia de estrellas en el Valais
La presentación del Béjart Ballet fue el momento cumbre de un festival que se inició el pasado viernes. Esa noche el gran director suizo Charles Dutoit acompañó al pianista brasileño Nelson Freire en una celebrada lectura del Concierto para piano nº 2 de Johannes Brahms.
La velada del sábado tuvo como protagonista al violinista americano David Garrett. Un talentoso músico que ha hecho una fuerte apuesta por seducir a un público joven. De hecho, gracias a su participación en la televisión infantil americana, Garrett cuenta con un bullicioso grupo de seguidores en edad escolar, quienes se acercaron al backstage a pedir autógrafos a su ídolo. Sin duda, una buena iniciativa para iniciar a los más pequeños en el gusto por los sonidos de Mozart y Beethoven.
Hasta el 31 de julio, el Festival y la Academia de Verbier acogerán algunos de los mayores nombres del universo de la música clásica. Entre muchos otros cabe destacar al pianista ruso Evgueny Kissin, al igualmente ruso y genio de la batuta Valery Gérgiev o el virtuoso americano del violín Joshua Bell. A ellos se suman docenas de jóvenes llegados de todo el mundo que aprenden los secretos del arte de boca de los maestros que convoca cada verano la Academia de Verbier.
El miércoles 20 de julio, se presenta el mundialmente celebrado barítono galés Bryn Terfel y el viernes 22 la legendaria pianista argentina Martha Argerich, presencia usual en Verbier y una de las mayores atracciones de un evento en el que no faltan las estrellas.
Nace en Marsella (Francia) el 1 de enero de 1927.
Tras adquirir una sólida técnica de ballet clásico, descubre al expresionismo y Stravinsky durante un periodo en los Ballets Cullberg, de Estocolmo.
En 1955 presenta su Sinfonía para un hombre solo. Sobre músicas electrónicas de P. Schaeffer y P. Henry, esta obra fundamental sentaría las bases de todo su trabajo.
En 1959 causa sensación con La Consagración de la Primavera en Bélgica. Al año siguiente crea en Bruselas el Ballet del Siglo XX, llevando su obra al mundo entero.
Otras obras clave en su carrera son Boléro (1961) Misa para el tiempo presente (1967) o El Pájaro de Fuego (1970).
En 1987 funda el Béjart Ballet Lausanne (BBL). Es en esta ciudad suiza en la que Maurice Béjart fallece el 22 de noviembre de 2007.
Béjart ha logrado popularizar la danza contemporánea, siendo el único coreógrafo capaz de interesar por igual al público general y a los expertos. Se le considera “el hombre que llevó la danza a los estadios de fútbol“.
Fundado en 1994, el Festival de Verbier ha visto pasar por sus escenarios a la práctica totalidad de solistas y directores de primer nivel mundial.
Entre muchos otros, los pianistas Hélène Grimaud, Evgueny Kissin, Arcadi Volodos, Yuja Wang o Martha Argerich. A ellos se suman los directores Kurt Masur, James Levine o Valéri Gérgiev y los violinistas Gidon Kremer, Joshua Bell o Janine Jansen.
Cuenta con el apoyo financiero de Rolex, el banco Julius Bär y Nespresso. Hace unos años el festival atravesó una tormenta cuando el banco UBS retiró su patrocinio a la orquesta. Hoy la formación cuenta con financiación de la ciudad de Verbier y del cantón del Valais.
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