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La saudita refugiada en Canadá quiere obrar por la liberación de las mujeres

La saudita Rahaf Mohammed Al Qunun, se dirige a la prensa el 15 de enero de 2019 en Toronto, Canadá afp_tickers

La joven saudita Rahaf Mohamed Al Qunun que se refugió en Canadá tras escapar de su familia y de su país, declaró este martes en una comparecencia pública en Toronto que desea consagrarse a la lucha por la liberación de las mujeres en todo el mundo.

“Hoy y en los próximos años, voy a trabajar en apoyo a la liberación de las mujeres del mundo. Por la misma libertad que he sentido al llegar a Canadá”, indicó en esta breve comunicación de algunos minutos leída frente una bandera canadiense en los locales de la ONG que se ha hecho cargo de ella.

Rahaf Mohamed, que quiere suprimir el apellido familiar Al Qunun porque dice que su familia renegó de ella, se expresó en árabe con soltura y con una sonrisa, y sus declaraciones fueron traducidas al inglés por una intérprete.

La saudita de 18 años explicó el lunes en una entrevista a la televisión canadiense que huyó a Tailandia cuando estaba de vacaciones con sus padres en Kuwait para escapar de la condición de “esclava” y de la violencia física a la que la sometían su madre y su hermano.

Inicialmente amenazada con ser reenviada a su país por las autoridades tailandesas, estuvo encerrada varios días en una habitación de hotel de Bangkok armada solamente con su teléfono móvil y suscitó una movilización internacional a través de Twitter, denunciando las presiones psicológicas y físicas que su familia le infligía, según ella.

Tras haber sido tomada en cargo por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Canadá le concedió asilo y el sábado pasado llegó a Toronto, donde fue recibida por la ministra canadiense de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland.

“Mi familia no me trató respetuosamente y no me permitió ser yo misma ni quien yo quería ser. En Arabia Saudita es lo mismo para todas las mujeres, salvo para las que tienen padres comprensivos”, declaró este martes.

– “Tomar mis propias decisiones” –

“Soy una de las afortunadas”, insistió, denunciando la falta de libertad de las mujeres en Arabia Saudita. “No son independientes y necesitan para todo la aprobación de su guardián” (padre, marido u otro).

“Sé que hay mujeres que desaparecen después de haber escapado y que no han podido hacer nada para cambiar su realidad”.

“Quiero ser independiente, viajar, tomar mis propias decisiones sobre mi educación, mi carrera y decidir yo misma si un día me caso y con quién”, agregó, indicando que quería aprender inglés y empezar a vivir “una vida normal, como cualquier chica joven de Canadá”.

“Vamos a hacer lo posible para que así sea”, declaró por su parte a la prensa Mario Calla, presidente de la ONG Costi, precisando que habían contratado guardias de seguridad para proteger a Rahaf Mohamed, que dice haber recibido amenazas a través de las redes sociales.

“Ha sufrido amenazas, ha renunciado al Islam, a su familia. Eso la asusta. Experimenta todo tipo de emociones”, agregó calificando a la joven de “guerrera”.

“Tengo la impresión de renacer”, dijo Rahaf Mohamed en la primera entrevista el lunes por la noche en la cadena CBC. “Sobre todo al sentir todo este amor y este recibimiento”.

“Digan a los canadienses que los amo”, agregó.

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