La vida en un hilo
Así vivió la ciudad de Sarajevo durante cuatro años de asedio. Y así mantuvo a los espectadores el cineasta albanés, Anri Sala, durante la proyección de su cortometraje ‘1395 Days Without Red’ (2011) en el Programa especial presentado en esta 64ª edición del Festival de Locarno.
La protagonista de tan singular experimento cinematográfico es la actriz española Maribel Verdú, en una actuación de antología.
Para una orquesta es necesario ensayar varias veces la partitura, detenerse, volver a empezar, acelerar o proceder lentamente, adagio, a veces casi furtivamente. En un juego de imágenes paralelas, estos son los movimientos que debe cumplir diariamente una de las concertistas de la Orquesta Filarmónica de Sarajevo mientras atraviesa la ciudad asediada para reunirse con el resto del conjunto.
Todo ello sucede idealmente en uno de los 1395 días durante los cuales los habitantes de la capital bosnia conviven (como efectivamente ocurrió) con los francotiradores escondidos detrás de ventanas de edificios abandonados.
El peligro de ser alcanzada por una bala crea el ritmo sincopado, entre freno y aceleración, con pausas prudentes que los transeúntes se dan, esperando en una banqueta el momento para cruzar, y arrancadas repentinas con carreras que aceleran cada vez más para llegar sanos y salvos la otra orilla de la calle… La vida en un hilo.
Arni Sala es un original artista multimedia, famoso por sus videoinstalaciones, y en general por sus performances por el mundo ( Roma, Ciudad de México, Londres, etc.), en las que conjuga escultura, pintura, música y cine.
Maribel Verdú no necesita presentación. Es la protagonista de este magistral cortometraje que ha cosechado muchos aplausos por su interpretación. La actriz encarna a la fagotista que falta a la cita, que no se une a la orquesta en el ensayo, que no termina de llegar al Conservatorio porque tiene que atravesar todavía muchas calles en medio del peligro. Y para darse ánimos, mientras camina, tararea su parte en el concierto de Chaikovski, primer movimiento de Patética.
En su actuación Maribel es mesurada, precisa, y digámoslo, perfecta. Nos comunica el miedo, la angustia, y también la resolución, la voluntad y la pasión que anima al personaje y lo sostiene en su ‘carrera’: un absoluto amor por la música.
‘Mangrove’
El jueves 12 de agosto, en el marco del Concurso Internacional se proyectó el largometraje franco-suizo ‘Mangrove’ (2011), ambientado en una de las costas del Pacífico mexicano, con su mar violento, sus playas lejanas, sus escasos habitantes.
Acompaña a la protagonista en su regreso al lugar -y al pasado-, el hijo pequeño. Ella es una chica francesa que ha crecido en México y que ahora vuelve al lugar de su tragedia. Porque algo sucedió allí, en medio a una naturaleza fascinante y sugestiva, entre mangles (arbusto , cocodrilos y hombres amorosos pero violentos.
La tropa cinematográfica está formada por solo tres personas, entre ellas, Frédéric Choffat, el director, y Julie Gilbert, la guionista. Con un lenguaje esencial y un equipo de toma muy ligero, el trabajo está hecho con delicadeza y la actuación es adecuada. Sin embargo, el verdadero personaje es el Océano, majestuoso, remoto, inalcanzable.
Guatemala: una violencia antigua
Terrorífico es la palabra que define el documental presentado en la sección ‘La semana de la Crítica’: ‘La evolución de la violencia’ (2011) nos muestra una violencia atávica, resultado de los 36 años de guerra civil, el conflicto entre las civilizaciones maya y europea, el hecho de padecer al mismo tiempo, el último capítulo de la conquista española y el primero de la explotación bananera norteamericana.
El resultado es que todos los días los deudos lloran a sus muertos, y la normalidad del delito ha abaratado la vida, que vale poquísimo en Guatemala; las montañas esconden fosas comunes y se camina sobre tumbas improvisadas.
La muerte es la única compañera cierta en un ambiente donde la corrupción es sistemática y la población se encuentra en el más completo desamparo. El documental recuerda que aquí la posibilidad de una muerte violenta es tres veces superior que en Irak.
El director de la cinta, Fritz Ofner, presenta a una generación acostumbrada al horror, que ha perdido la plena conciencia y la capacidad de reacción, lo que contribuye a perpetuar ese mismo horror.
En un magnífico escenario natural, en esta noble tierra fértil, pulmón de América y herencia de los mayas, el gobierno, la guerrilla y el narcotráfico siguen sembrando muerte.
La 64ª edición del Festival Internacional de Cine de Locarno se celebra del 3 al 13 de agosto. En el programa, la proyección de 270 películas, entre ellas 40 en estreno mundial.
Veinte películas de una docena de países, incluyendo 14 estrenos mundiales y tres óperas primas son compiten por un Leopardo de Oro en la sección internacional. Entre ellas figuran dos películas suizas – ‘Mangrove’, de Frédéric Choffat y Julie Gilbert, y ‘Vol Spécial’, de Fernand Melgar – así como la coproducción suizo-argentina ‘Abrir puertas y ventanas’, de Milagros Mumenthaler.
La sección Cineastas del Presente cuenta con 14 primeras o segundas obras, incluidos 9 estrenos mundiales. Se trata de películas de Portugal, China, Argentina, Italia, Francia y Suiza.
En la famosa Piazza Grande
la difusión de 20 películas, entre ellas 6 de Estados Unidos. Es de señalar un cortometraje suizo y una coproducción Alemania/Suiza. En el menú éxitos de taquilla, películas de autor y populares, de todo el mundo.
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