Las empresas suizas, bien posicionadas para el 2012
“Las condiciones económicas internacionales se degradaron notablemente para el año próximo, especialmente en Europa”, advierten expertos suizos.
Pese a ello, la mayoría de las compañías helvéticas estará en condiciones de superar los escollos sin mayores contratiempos, excepto el sector financiero que deberá redoblar esfuerzos porque sigue bajo la lupa.
Desde el verano pasado, cada revisión de pronósticos económicos realizada por los expertos suizos con respecto al 2012 se degrada y el pesimismo toma la plaza del tímido optimismo de los albores del 2011.
El Instituto de Investigación Coyuntural de Zúrich (KOF), reputado por la precisión de sus previsiones, reitera este miércoles que Suiza bien podría enfrentar un periodo de estancamiento del PIB en los próximos meses. El barómetro coyuntural actual del instituto zuriqués continuó su retroceso en diciembre al ceder 0,33 puntos para situarse ahora en 0,1.
Ya a mediados de diciembre, el KOF presentó un panorama crudo para las empresas, instituciones financieras y familias: “La coyuntura económica conocerá una evolución lateral. Las condiciones económicas generales se han degradado notablemente de septiembre a la fecha”.
Dicho sin tecnicismos, de nuevo queda claro que la economía suiza se estancará el año entrante. La previsión de KOF es un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) -síntesis de la riqueza total que es capaz de producir una economía durante un año- de solo 0,2%.
“Las exportaciones y las inversiones en equipo se desarrollarán con mucha debilidad”, detalló KOF en sus pronósticos de este invierno.
Pero según su análisis, “el consumo, público y privado, así como las inversiones que se realicen en sectores como la construcción, serán sólidos pilares para la economía helvética en 2012”.
Los vecinos incómodos
“La crisis de endeudamiento de Europa frenará la demanda a escala mundial, y sus efectos se harán sentir incluso en el Suroeste Asiático, que ha sido una región caracterizada que no ha cesado de crecer durante los últimos años”, estima KOF. En su opinión, Europa está mal, pero confía en que la crisis de la deuda no se agrave.
No obstante, este debilitamiento sumado a un franco suizo que se rehúsa a perder su plaza como moneda refugio generarán un obligado “bache en la capacidad de Suiza para crecer el año próximo”.
La visión de KOF es compartida por el Grupo de Expertos de la Confederación Helvética, equipo que revisó este mes de diciembre sus previsiones para el 2012 y coincidió en que la economía mundial tiembla como producto del problema de endeudamiento que Europa “no ha conseguido resolver”.
La Confederación Helvética hace énfasis en la recesión que podría avecinarse entre algunos países de la zona euro debido a que tendrán que enfrentarse a alzas de impuestos y recortes al gasto que con poco propicias para el desarrollo económico.
Suiza, caso aparte
No obstante, pese al escenario gris que se perfila, grupos financieros como Credit Suisse estiman que el futuro de Suiza será relativamente estable.
En el más reciente estudio de la División Suiza de Investigación Internacional de Crédito (19.12), los expertos del banco número dos de Suiza enuncian primero los que consideran los principales obstáculos que presentará el 2012.
“El franco suizo se mantendrá como el principal reto para las empresas suizas, la incertidumbre persiste y no puede ser excluido un deterioro dramático de la presente crisis (europea) de endeudamiento”, refieren.
Suiza no podrá aislarse a este efecto, pero en general, la mayoría de las compañías helvéticas están en buena forma para enfrentar la desaceleración y los retos por venir.
La mayoría de las empresas suizas sabrán actuar con prudencia y salvarán escollos sin mayores contratiempos, consideran.
En el análisis – dirigido a empresas y a los inversionistas institucionales, responsables de invertir los patrimonios de los jubilados, entre otros clientes- explica que los bancos deben andar con tiento porque seguirán bajo el escrutinio de las autoridades el año próximo y deberán enfrentar regulaciones cada vez más estrictas.
Pero imprime también una nota de optimismo al afirmar que también hay sectores como el químico o el de la construcción que serán capaces de dar pasos sólidos.
El talón de Aquiles
El Grupo de Expertos de la Confederación Helvética también estima que Suiza y sus empresas estañen mucho mejores condiciones que muchos de sus vecinos. Las señales de alerta se dirige sobre todo a temas como el tipo de cambio.
“Aun cuando el Banco Nacional de Suiza (BNS) fijó un tipo de cambio mínimo (de 1,20 francos suizos por euro), la paridad que ha manejado la oferta y la demanda –alrededor de 1,23 francos por euro- es muy elevada y penaliza la competitividad de las empresas suizas en el terreno internacional”, refiere.
Afirma que las empresas suizas han mostrado una gran solidez y capacidad de adaptación en este ámbito, pero advierte que el éxito con el que Europa consiga manejar su crisis actual será fundamental para el desarrollo de la economía mundial en el futuro cercano.
“Y para que la coyuntura, suiza e internacional, evolucione favorablemente, es esencial que no estalle una crisis bancaria internacional. Y el nerviosismo de los mercados financieros confirma que es un riesgo que no debemos subestimar”, puntualiza.
La secretaria de Estado de Economía helvética, Marie-Gabrielle Ineichen-Fliesch, en entrevista publicada este miércoles en el diario Neue Zürcher Zeitung (NZZ) recuerda que con pronósticos de crecimiento en 2012 de 0,5% se espera un panorama mejor para mediados de año.
Ineichen-Fleisch, por otra parte, advierte que si bien “la tasa de cambio mínima ha otorgado estabilidad y seguridad en la planificación empresarial, no ha normalizado la situación. Para ello deberíamos tener un tipo de cambio de entre 1,35 y 1,40 francos suizos”.
El consumo interno en Suiza será uno de los pilares de la economía. El gasto de las familias y las empresas crecerá 1,1% en 2012, mientras el gasto del gobierno, 1,5%.
La formación bruta de capital, o inversiones realizadas por las empresas, avanzarán con dinamismo: 4,5% en 2012.
Se prevé que Suiza no experimente inflación en 2012.
El desempleo, en contrapartida, aumentará ligeramente para pasar de 3,1 a 3,3% de la población económicamente activa.
La crisis económica inició en 2008 y tuvo origen en EEUU, con el estallido de un mercado hipotecario sobrevaluado y que otorgó créditos a diestra y siniestra que los deudores se vieron en incapacidad de pagar.
Esta crisis afectó, sobre todo, a los países industrializados.
En 2010 iniciaron los rumores sobre la posible insolvencia de Grecia, un país que se había sobreendeudado en los años previos.
Tras Atenas, se hizo evidente la debilidad de las finanzas gubernamentales de Portugal, Irlanda, Italia y España, y el riesgo de quiebra de algunos de los principales gigantes bancarios del Viejo Continente.
Desde entonces, la Unión Europea trabaja en conjurar una crisis que podría desembocar en el derrumbe de instituciones financieras que han sido icono para el Viejo Continente y de las finanzas de los gobiernos antes citados.
Producto de la crisis económico-financiera que vive el mundo, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (Suiza), conformado por autoridades financieras de los principales sistemas financieros del mundo, fijó nuevas reglas para los bancos.
La meta: reducir los riesgos de quiebra y asegurar que, en caso inminente de bancarrota, no requerirán de un rescate por parte de los gobiernos y los contribuyentes.
Las nuevas reglas a cumplir se conocen como Acuerdos de Basilea III y entran en vigor en 2013. Esencialmente, los bancos deberán contar con más capital propio, menos deuda y una menor toma de riesgos.
Las autoridades financieras suizas decidieron exigir a sus bancos medidas de solvencia y capitalización dos veces más estrictas que las que respetarán los bancos de otros países.
UBS y Credit Suisse manifestaron en su momento inconformidad, pero han cumplido con los requisitos de casa, y esto ha permitido que durante los últimos tres años reduzcan 44% y 35% sus activos riesgosos, mientras los 15 bancos más importantes de Europa han aumentado sus activos de riesgo 12% durante ese mismo lapso, según el BCE.
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