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Los árabes y judíos de Israel que se oponen al voto tradicional de su comunidad

Habitantes de la ciudad árabe de Shefa Amr asisten a un mitin de los candidatos de Azul-Blanco para las legislativas del 17 de septiembre, el 26 de agosto de 2019 afp_tickers

Ni fotografías ni publicidad electoral. En la periferia de la ciudad árabe de Shefa Amr, en el norte de Israel, nada indica que se celebra un mitin político en un restaurante al aire libre, escondido al fondo de un jardín.

Hace falta entrar para ver algunos carteles y eslóganes electorales, en árabe y hebreo.

Esa noche, los candidatos del partido “Azul-Blanco”, de Benny Gantz, ex jefe de Estado mayor y principal rival del primer ministro Benjamin Netanyahu, van a reunirse con electores de la minoría árabe israelí, que representa cerca del 20% de la población total, mayoritariamente judía.

En Israel, los líderes de la comunidad orientan el voto de la población.

Así, los árabes de Israel votan tradicionalmente por los diputados árabes y los judíos, por los partidos sionistas. Pero algunos planean votar “por el bando enemigo” el próximo 17 de septiembre.

Unas 300 personas se instalan en el restaurante cercano a Shefa Amr, cuando está a punto de ponerse el sol. Yumaa Masri graba el mitin sentado cerca del estrado. Va a votar por “Azul-blanco”, como ya hizo en las legislativas de abril, tras las cuales no se pudo formar un gobierno en Israel.

“Votar por la Lista Unida (candidatos árabes) no sirve de nada”, opina. ¿Su objetivo? “Que Netanyahu se vaya”, zanja, refiriéndose al primer ministro, que lleva en el poder más de 10 años. “Y solamente Gantz puede hacerlo”, agrega.

Algunos de sus amigos comentan el video del mitin que ha difundido en directo por las redes sociales: “¿Qué te pasa?”, “Eso no es para ti”, “El líder de Azul-Blanco ha derramado la sangre de los palestinos”, refiriéndose a que Gantz era jefe de Estado mayor durante la guerra en Gaza de 2014.

En el estrado, los candidatos atacan a Netanyahu y prometen más desarrollo en las zonas árabes de Israel, pero no mencionan la ocupación de los territorios palestinos o el conflicto entre israelíes y palestinos.

Los aplausos son pocos y en la sala sólo ondea tímidamente una bandera israelí. “No voté en las últimas elecciones, pero hoy quería venir a escuchar”, explica Rabab Hajaj, de 26 años, que lleva el cabello tapado con un velo rosa, que combina con una camisa de flores.

“Probamos. Y si no funciona los mandamos otra vez de vuelta a casa”, opina Naame Walid, de 51 años. Él votará para que exista “más igualdad” entre ciudadanos árabes y judíos.

Los palestinos de Israel descienden de las familias que se quedaron en sus tierras tras la creación del Estado de Israel en 1948. Representan actualmente cerca del 20% de los nueve millones de habitantes del país, se dicen víctimas de discriminación y denuncian la voluntad del actual gobierno de tratarlos como “ciudadanos de segunda clase”.

Muchos no irán a votar, otros consideran que la única posibilidad que tienen es votar a partidos sionistas para sacar del poder a Netanyahu, que impulso la polémica ley del “Estado-nación”, que considera a Israel la tierra del pueblo judío.

– “Votar con la minoría –

“Para frenar la corriente antidemocrática y el apartheid” es necesario reforzar la presencia árabe en el Parlamento, piensa Meron Rapoport. En su apartamento de Tel Aviv, recibe a un grupo de electores y a Ofer Cassif, único candidato judío de la Lista Unida, que aglutina a los partidos árabes y al comunista.

“Lo mínimo que puedo hacer es votar por la minoría para poner fin a la ocupación israelí (de los territorios palestinos) y crear un Estado palestino”, explica.

Según él, unos 5.000 electores judíos votaron por los partidos árabes en las elecciones del pasado abril.

“Un 38% de los proyectos de ley que se refieren a cuestiones sociales fueron presentados por la Lista Unida”, explica Cassif a los asistentes.

Yael Agmon voto por él en abril. En esta ocasión, Cassif y su partido comunista, Hadash, se han unido a la coalición de formaciones árabes, en la que hay candidatos nacionalistas árabes y también islamistas.

“Voto por ellos, pero no por el hecho de que sean árabes. Les voto para hacer que este país se despierte, porque desde hace algunos años, las cosas están yendo muy mal”,estima Guli Dolev, uno de los asistentes.

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