No descansa célula de crisis de Exteriores

Tailandia, un país donde la célula de crisis tuvo que actuar. Keystone

El servicio diplomático encargado de ayudar a los ciudadanos suizos en situación de crisis en otros países no ha cesado de trabajar desde el comienzo del año. Se contempla incluso un fortalecimiento de esa estructura.

Terremoto en Haití, suizos secuestrados en Filipinas y en Chad, crisis política en Tailandia durante los seis primeros meses de 2010, la División Política VI del Ministerio de Exteriores (DFAE) ha establecido una docena de veces una célula de crisis o un grupo de trabajo.

Además de estas situaciones de emergencia, la protección consular es activada todos los días por casos individuales a menudo poco mediatizados o sin cobertura periodística, pero que pueden requerir también una intensa actividad diplomática.

“Afrontamos más situaciones de crisis que en el pasado”, afirma Markus Börlin , responsable de la División Política VI.

Luego de diez años al servicio del Ministerio de Exteriores, el diplomático señala que las expectativas de las personas con dificultades en el extranjero han aumentado, así como las del público, los medios de comunicación y los círculos políticos.

A veces poco realistas

La gente tiene también a veces exigencias irrealistas en cuanto a la velocidad y el alcance de la ayuda del Estado, sobre todo porque a menudo se sobreestima la influencia de las embajadas con las autoridades locales, señala Markus Börlin.

Otro cambio, el ritmo de la gestión de crisis ha aumentado significativamente, de acuerdo con el diplomático. El uso de medios de información como el Twitter, como sucedió en Irán, Bangkok o Haití, ha contribuido enormemente a esta aceleración.

En una crisis, “hay que poner la máquina en funcionamiento de inmediato” , apunta Markus Börlin. Si se trata de activar una línea telefónica de ayuda, 120 empleados del DFAE, todos voluntarios, se movilizan. Un servicio que fue profesionalizado después de los atentados del 2001 en Estados Unidos, cuando el DFAE recibió miles de llamadas en pocas horas.

Para hacer frente al aumento de las situaciones de crisis y su complejidad, está prevista la creación en breve de un nuevo Centro de Gestión de Crisis que también podrá apoyarse en una línea telefónica abierta 24 horas sobre 24 en las instalaciones de Berna.

Límites

Y lo anterior, merced a que el actual sistema de guardia “de milicia” llegó a su límite, como lo constataron los responsables del DFAE durante la reciente crisis en Tailandia. La Embajada de Suiza, situada en la zona de los disturbios, tuvo que ser trasladada en forma temporal, por lo que no fue plenamente operativa.

Eso obligó a Berna a tomar el relevo, incluso durante la noche: “En cinco días enviamos 36.000 SMS y correos electrónicos a los 6000 los ciudadanos suizos que viven en Tailandia”, explica Christian Dussey, responsable de gestión de crisis y consejos a los viajeros.

Mejorar la capacidad de gestión de crisis por parte de las embajadas es también una de las tareas de la División VI de Exteriores. Cada representación debe tener un dispositivo de crisis que debe ser reevaluado periódicamente.

¿Significa esto que la respuesta de algunas embajadas ha sido a veces insuficiente? Markus Börlin y Christian Dussey prefieren hablar de falta de experiencia. Y es que a veces, un embajador puede trabajar de 5 a 6 años seguidos sin tener que afrontar una crisis mayor.

Estar preparado

Pero hay una toma de conciencia en las embajadas sobre la importancia de estar preparados para enfrentar un “golpe”. Paralelamente a los cursos obligatorios de formación para responder en caso de crisis, los jefes de las representaciones solicitan cursos complementarios en el campo de la gestión de crisis, revela Christian Dussey.

Sin embargo, hay situaciones extraordinarias como la del tsunami a finales de 2004, a las que una embajada no puede hacer frente sola. Un grupo de 220 voluntarios especialmente capacitados del DFAE”, ha sido establecido para reforzar puntualmente a las embajadas.

Después de tantos años de gestionar situaciones de crisis, Markus Börlin, que pronto tomará las riendas de la Embajada de Suiza en La Haya, aún se sorprende de los riesgos asumidos de manera irresponsable por algunos ciudadanos suizos en el extranjero, a pesar de las advertencias formuladas en el sitio web del DFAE en la rúbrica “consejos a los viajeros”.

“Cada semana, tenemos que hacer frente a casos increíbles, en lugares apenas imaginable”, dice Christian Dussey.

Federico Bragagnini, swissinfo.ch
(Traducción, Marcela Águila Rubín)

DOCE CRISIS

Durante los primeros seis meses del año, el DFAE activó 12 veces un grupo de trabajo o una célula de crisis:

– Terremoto en Haití (12 de enero)
– Los turistas varados en Machu Picchu (26 de enero)
– Terremoto en Chile (27 de febrero)
– Golpe militar en Guinea Bissau (01 de abril)
– Ciudadano suizo secuestrado en Filipinas (05 de abril, liberado el 16 de junio)
– Golpe de Estado y enfrentamientos en Kirguistán (07 de abril)
– Toma de rehén de un empleado suizo del CICR en RDC (8 abril, liberado el 16 abril)
– Erupción del volcán de Islandia (18-22 de abril)
– Crisis política y enfrentamientos en Tailandia (marzo-24 de mayo)
– Enfrentamientos en Jamaica (24-27 de mayo)
– Enfrentamientos en Kirguistán, evacuación de los ciudadanos suizos del sur del país (10 de junio)
– Secuestro de un ciudadano suizo en el Chad (6 al 15 de junio)

DESPUÉS DE LUXOR

La División Política VI del Ministerio de Exteriores (DFAE) fue creada en 1999, a raíz del ataque terrorista en Luxor dos años antes, para garantizar un sistema eficaz de gestión de crisis.

Incluye el servicio de los Suizos en el Extranjero (que representa a unas 700.000 personas en todo el mundo), la sección de protección consular y el servicio de gestión de crisis y de consejos a los viajeros.

Estos últimos, disponibles en la página web del DFAE, cubren 157 países. La protección consular maneja un promedio de 2.000 casos de asistencia al año.