Partidos suizos quieren salvar la Amazonia
Los líderes de los partidos más importantes de Suiza se han unido a la campaña de las organizaciones ecologistas para pedir el veto de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sobre el nuevo código forestal de ese país sudamericano.
En total, ocho presidentes de diferentes partidos políticos helvéticos firmaron una carta dirigida a Dilma.
El texto del proyecto de ley ya fue aprobado por la Cámara de Diputados de Brasil, pero, como fue modificado en el Senado, es necesario una nueva aprobación de la cámara baja brasileña.
Según las organizaciones de protección del medio ambiente, las consecuencias del nuevo Código Forestal brasileño serían catastróficas para la Amazonia.
La enmienda se debatirá la próxima semana en la cámara y, de ser aprobada, pone en peligro un total de 76 millones de hectáreas de bosque tropical, un área del tamaño de Alemania, Austria e Italia juntas. Una verdadera catástrofe para la protección mundial del clima mundial y para la Amazonia, señaló la ONG suiza Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Según la organización, la nueva ley permite un aumento sustancial de la deforestación de plantaciones de soja y pastos para el ganado. Por otra parte, las áreas ya devastadas no pueden ser replantadas, como fue el caso hasta ahora, lo que debería traducirse en una explosión de las emisiones de CO2.
Río+20
Ante esta situación, los dirigentes políticos suizos han hecho gala de una unidad excepcional: enviaron una carta conjunta a la presidenta de Brasil para pedirle que se oponga a la reforma del código forestal.
“En los últimos años, Brasil se convirtió en un país mundialmente respetado y reconocido por su lucha efectiva contra la deforestación y reduciendo sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero generados por esta actividad”, dicen los líderes de los partidos suizos en la carta.
Unos esfuerzos seriamente amenazados por el cambio legislativo: “A medida que nos acercamos a la cumbre de Río+20, la aprobación de esta enmienda socavaría gravemente el papel del país en la protección de los bosques y en el cambio climático”, subrayan.
“Para nosotros, esta carta de los presidentes de los partidos es una señal muy positiva”, dice Pierrette Rey, portavoz de WWF Suiza. “Estamos encantados de que los políticos de todas las tendencias se unan en favor de la protección de los bosques. La oposición fuera de Brasil está en constante aumento, espero que no sea demasiado tarde para evitar este proyecto de deforestación “, dijo.
Campaña internacional
Desde hace casi 15 años, la ley forestal de Brasil sufre ataques de parte del sector agroalimentario. Entre los cambios negociados por la bancada ruralista en el texto del Senado brasileño, uno de ellos sería la retirada de la norma que prohíbe el uso y exige una recuperación inmediata de las áreas deforestadas de forma irregular.
La campaña internacional para luchar contra los cambios en el código ha evolucionado gradualmente gracias a la sección de WWF en Brasil. La organización en Suiza fue la responsable de abordar a los presidentes de los partidos. “Los políticos ya se han dado cuenta de la importancia de los bosques y las implicaciones que pueden afectar a todos nosotros”, dijo Pierrette Rey
El representante de WWF Suiza reconoce, sin embargo, que habría sido más difícil reunir a todos los políticos suizos sobre un tema que implica directamente a Suiza.
Injerencia
Para los políticos suizos, lo que está sucediendo en Brasil es crucial para todo el mundo y no debe considerarse como una injerencia en los asuntos internos de un país. “Este tipo de petición es bastante común, aunque su éxito es muy raro” dijo Christian Levrat, presidente del Partido Socialista de Suiza (PS) al periódico helvético en lengua francesa, Le Matin.
Para el presidente del partido democrático-burgués, Hans Grunder, “la cuestión se trata de un problema real, un enorme problema que afecta a todos. Por eso creo que es legítimo que manifestemos y tratemos de ejercer alguna influencia”, explicó a swissinfo.ch.
Frenar el aumento de las emisiones de CO2 es un problema bastante discutido en el Parlamento Federal, “si WWF fuera capaz de motivar a los líderes políticos de otros países con el buen ejemplo de Suiza, podría quizá obtener algunos resultados”, indicó Levrat.
Pero por ejemplo, ¿cómo reaccionarían los políticos suizos si los parlamentarios de Brasil interviniesen en Suiza para defender una posición sobre un tema considerado por ellos de interés mundial, como el secreto bancario suizo?
“Eso es hipotético y lo que puede suceder en Brasil es muy grave. No creo que un caso similar pudiera ocurrir en la dirección opuesta. La cuestión del secreto bancario no es un problema mundial y tampoco tienen tales consecuencias globales”, concluyó Hans Grunder.
El nuevo Código Forestal de Brasil marcará la agenda del Congreso Nacional el 6 de marzo, la fecha acordada entre el gobierno y parlamentarios para la votación sobre el texto en la Cámara de los Diputados.
La propuesta, que ya había sido aprobada por la cámara, fue modificada en el Senado y debe ser llevada directamente al plenario, sin pasar por las comisiones del estamento.
Después de la cámara, la nueva legislación ambiental deberá finalmente ser sometida a la aprobación presidencial.
A pesar del aparente acuerdo, algunas cuestiones han causado controversia en la tramitación en el Senado y deberán revisarse en la cámara.
Entre los cambios introducidos en el texto obra por los senadores está la determinación de que las áreas desforestadas de manera irregular hasta el año 2008, sean consideradas consolidadas y que los productores responsables sean obligados a recomponer sus reservas legales.
La bancada ruralista de la cámara no estaba satisfecha con la exigencia de la recomposición, y en diciembre, ya estaba mostrando señales de que no aceptaría el cambio en el texto.
Se espera que los diputados acuerden establecer un “enmienda”” agregando todas las propuestas adicionales a la versión del Senado en una sola enmienda al texto.
Contrarias a las posibles flexibilizaciones en la legislación forestal, las organizaciones ambientalistas ya están haciendo campaña para pedir el veto de la presidenta Rousseff a los puntos del código nuevo que permitan una mayor deforestación o reducir la protección de las selvas vírgenes nativas.
(Fuente: Agencia Brasil)
(Adaptación: Iván Turmo Ferrer)
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