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Las pioneras de Unterbäch

Katharina Zenhäusern, primera votante en Suiza. © Gaby Ochsenbein/swissinfo

Corría el año 1957 cuando las mujeres del municipio valesano de Unterbäch acudieron por primera vez a las urnas. Entonces lo hicieron contra la voluntad del cantón, de la Berna federal y de muchos convecinos.

Hoy es una mujer quien preside la comuna y la presencia femenina en la política es sobreentendida.

“No, en aquella oportunidad no fui a votar como mis hermanas”, nos dice una señora de avanzada edad que vive en la calle Dorfstrasse. “Por todas partes había periodistas y cámaras. Yo estaba embarazada. Era demasiado jaleo para mí”.

El histórico local de votación: una pequeña casa situada en pleno centro del pueblo. Ahí se encuentra hoy la quesería ‘Milchhitte’. “Allí, en la planta superior tuvo lugar la votación”, explica Rosa Weissen.

Ella es la primera presidenta municipal del pueblo, situado en el Alto Valais, que alberga a 440 habitantes, del mismo pueblo que hace 52 años causó alboroto y titulares en la prensa internacional. Incluso el ‘New York Times’ informó del hecho.

El paso en la noche

Una votación nacional decidió en 1957 implantar el servicio civil femenino obligatorio. Pero las mujeres no expresaron su opinión al respecto. Sólo 14 años después se introdujo en Suiza el derecho de voto femenino.

Aquello era incorrecto porque el asunto concernía directamente a la mujer, señala Paul Zenhäusern, entonces alcalde de Unterbäch. De modo que junto con sus colegas del gobierno comunal decidió que por única vez votaran las mujeres, contradiciendo las disposiciones del gobierno federal.

33 de las 86 mujeres de Unterbäch se atrevieron a dar el paso. Lo hicieron de noche para evitar los reproches de sus vecinos conservadores. Jamás llegaron a contar sus votos. Pero desde aquella mediatizada asistencia a un colegio electoral, el municipio de Unterbäch fue bautizado con el apelativo de ‘Rütli de la mujer suiza’ (Rütli: símbolo de la fundación de Suiza).

Una escultura en la entrada a la antigua alcaldía, semicubierta de nieve, recuerda aquel acontecimiento. Una sencilla leyenda dice: “…Mujeres de Unterbäch”.

Grabada en el recuerdo

Cualquier niño de Unterbäch conoce el significado de aquel histórico suceso del 3 de marzo de 1957, señala Rosa Weissen, del Partido Progresista de Unterbäch. “En el pueblo se sabe cuáles fueron las mujeres que entonces fueron a votar”. Todas pertenecían al Partido Social Cristiano (CSP en su sigla alemana). La madre de la actual presidenta del municipio estuvo entre ellas”.

Katharina Zenhäusern –esposa del entonces presidente del municipio y prima lejana de la actual presidenta-, es la primera suiza que emitió su voto en el país. La grácil señora de 90 años recuerda perfectamente aquellos momentos.

“Eso no se olvida fácilmente” dice y recalca que aún sin ser política ni feminista se siente orgullosa de lo que la mujer ha conseguido.

Bullicioso y explosivo

La pionera recuerda que ocurrieron muchas cosas. “Jamás hubiera pensado que el interés fuera tan grande. Era algo nuevo porque a las mujeres se lasvveía siempre en el hogar y a muchos hombres les decepcionó que fueran a las urnas. Incluso algunas mujeres se opusieron a ello”.

La primera votante de Suiza se siente orgullosa de su fallecido esposo Paul, quien era “partidario de la mujer”. Otros hombres reaccionaron “deprimidos” ante el escándalo. ¿Miedo a la pérdida de poder? Puede ser, responde Katharina Zenhäusern con una sonrisa pícara.

Germaine Zehnhäusern, hija mayor de la “heroína de Unterbäch”, tenía seis años en 1957, pero se acuerda del alboroto en las calles.

“Me di cuenta de que estaba ocurriendo algo importante y de que mi madre era especial. Pero sobre todo me dio miedo la bulla”. Añade que nunca fue objeto de burlas debido a la actitud de su madre. “Era como siempre es en el Valais: primero es explosivo y luego pasa”.

Participar, por fin

Apenas pasado aquel voto “ilegal”, Germaine Zehnhäusern constató que la mujer no tenía los mismos derechos que el hombre. Siguió de cerca los altibajos electorales previos a la concesión del derecho de voto a la mujer.

Tenía 20 años cuando en 1971 fue introducido el sufragio femenino. “Por fin
podía acudir a las urnas”. Claro que no fue de inmediato a la política, pero desde siempre intervino en asuntos de la mujer y en organizaciones femeninas. “Igual que su padre”, afirma su madre con orgullo.

La anciana señora Zehnhäuser se siente feliz porque el cantón Valais tiene desde hace poco, por primera vez, una mujer en el gobierno cantonal. Le alegra especialmente que su prima sea presidenta del municipio.

Si perder la serenidad del caso precisa: “Claro que estoy orgullosa, pero hace 16 años ya tuvimos una mujer en el Consejo Municipal y eso fue muy especial. Hoy ya es sobreentendido”. Ya no importa que sea hombre o mujer, si sabe cumplir su tarea”.

En los últimos 50 años ha cambiado mucho a favor de las mujeres y el histórico paso a las urnas de 1957 ha dejado huellas, señala la presidenta y ex profesora. “Aquí ya hubo mujeres fuertes dirigiendo restaurantes, tiendas del pueblo o el correo”.

Gaby Ochsenbein, Unterbäch, swissinfo.ch
(Traducción: Juan Espinoza)

El municipio del Alto Valais se encuentra a 1.200 m sobre el nivel del mar y tiene 440 habitantes.

El Consejo Municipal consta de 2 mujeres y 3 hombres. Tres de sus miembros pertenecen al Partido Demócrata Cristiano (PDC) y 2 al Partido Progresista de Unterbäch.

Unterbäch tiene en Rosa Weissen a la primera presidenta del municipio.

La comuna del Alto Valais hizo historia y titulares en 1957. Fue cuando las mujeres acudieron a las urnas por primera vez en Suiza, oponiéndose a la voluntad del cantón y del gobierno nacional.

Elisabeth Kopp, primera ministra suiza, es desde 1985 ciudadana honoraria de Unterbäch.

Desde entonces, Unterbäch es también nombrada como ‘Rütli de la mujer suiza’.

Febrero de 1959: El derecho de voto de la mujer es rechazado en una votación nacional por 67% de los sufragios. En los pequeños cantones de la Suiza central y oriental recibe un contundente 80% de votos negativos; la media en Appenzell llega incluso a 95%. Sólo en tres cantones de la Suiza francófona es aceptado: Vaud 51%; Ginebra 60% y Neuchâtel 52%.

7 de febrero de 1971: El electorado suizo aprueba por 66% de votos el derecho de voto y elección para la mujer. 15 y ½ cantones dicen SÍ, mientras que 6 y ½ cantones de la Suiza central y oriental niegan el derecho de voto para la mujer.

Suiza fue uno de los últimos países de Europa que concedió los derechos plenos a su población femenina. No obstante, fue el primer país donde fue otorgado mediante votación popular.

Pero pasarían todavía 20 años hasta que el derecho de voto femenino tuviera vigencia plena en todos los cantones. Appenzell Rodas Interiores introdujo ese derecho recién en 1990, como consecuencia de una decisión del Tribunal Federal, la más alta instancia judicial de Suiza, que rechazó la voluntad de la mayoría de electores masculinos.

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