Sobrevivientes del sistema suizo de internamiento
Eran inocentes, pero no correspondían a las normas de la sociedad suiza, por lo que fueron internados en orfelinatos, prisiones o centros de detención hasta finales de 1981. Fueron miles.
Las imágenes en blanco y negro del fotógrafo Jos Schmid muestran a algunos de ellos. El álbum fue elaborado por encargo de la Comisión de Expertos Independientes del Consejo Federal (CEI). Es el primero de una serie de diez volúmenes dedicados a la investigaciónEnlace externo sobre esas prácticas represivas en el sistema suizo de “internamiento administrativo”.
Su intenso sufrimiento se advierte en los testimoniosEnlace externo de las personas que han sobrevivido a la negligencia, los golpes e incluso el abuso sexual bajo ese sistema. Decenas de miles de niños fueron separados de sus familias en el marco de una antigua práctica rural bajo la cual los niños de familias pobres servían como criados o trabajadores en hogares más afortunados. Además, mujeres y niñas fueron sometidas a operaciones de esterilización forzada y encerradas. Algunas fueron retiradas de la sociedad por estar embarazadas sin haberse casado, y muchas fueron obligadas a entregar en adopción a sus hijos.
Otras mujeres y hombres fueron privados de la libertad por llevar una vida “licenciosa”, por “ebriedad” o “reticencia al trabajo”.
En 2016, el Parlamento aprobó una indemnización de 300 millones de francos para las víctimas supervivientes. El plan de compensación se puso en marcha después de que una de esas personas realizara una campaña en 2014.
He aquí los retratos de seis personas entre miles de víctimas de los abusos del sistema de internamiento administrativo.
Michel Mischler y Willi Mischler
Poco después del nacimiento de Michel Mischler en 1960, las autoridades lo separaron de sus padres y lo metieron en un orfelinato donde pasó los siguientes once años. La falta de atención de los profesores, cuidadores y monjas contribuyó a que tuviera problemas de desarrolloEnlace externo. En esa institución fue víctima de abusos físicos y mentales. Era insultado regularmente con frases como: “Eres un inútil, no eres nada y no irás a ninguna parte”. También pasó algún tiempo en prisión. Su hermano Willi denunció un trato similar contra él y contra otros niños, pero las religiosas del orfelinato refutaron las acusaciones.
Marianne Steiner
Nacida fuera del matrimonio en 1951, luego de que su madre quedara en cinta a una edad temprana, Marianne fue colocada como sirvienta en el hogar de una familia de acogida. Las cosas parecieron mejorar cuando más tarde su madre contrajo matrimonio, pero su padrastro era frío y violento con ella. Una familia que en el pasado se había ocupado de su madre se hizo cargo de ella, pero la trataba mal. El embarazo de su progenitora fuera del matrimonio pesaba sobre ella como un estigma. Su autoestima se resintió, las autoridades la consideraron “sexualmente inmoral” y la metieron en prisión. Las causas específicas de su condena nunca le quedaron claras.
René Schüpbach
René ha sido un firme defensor de la transparencia desde que escribió un libroEnlace externo sobre sus propias experiencias y las de otras personas.
“Muchos crímenes fueron cometidos al amparo de la Iglesia y de medidas administrativas, sin que nadie haya tenido que rendir cuentas. No. Algunos de esos delincuentes siguen paseando hoy en día con toda serenidad y reciben hermosas pensiones, el llamado dinero de sangre, sin sentirse culpables. Nada sobre humillaciones, violencia física y mental, agresiones sexuales y trabajo de los niños”. Aunque considera que es posible que aquellos que han sufrido continúen realizando sus sueños en la vida, señala que “mucha gente” ha ido a clínicas psiquiátricas o se ha suicidado.
Mili Kusano
Los padres de Mili quedaron perturbados por la Segunda Guerra Mundial. Su consumo de alcohol y su violencia recaían sobre ella y sus hermanos, lo que provocó la disolución de la familia a lo que siguieron hogares de acogida y hospitales psiquiátricos. A los 14 años, Mili era la única niña en una sección para ancianos y enfermos mentales. Era el centro de las lecciones: mientras permanecía sentada en el centro de una sala de conferencias con una bata de hospital, la maestra hablaba de ella a los estudiantes. Después de huir a Alemania Oriental, fue arrestada por la policía suiza y encarcelada. Una vez liberada, se sintió obligada a dejar atrás el pasado. No tuvo contacto con sus padres. Con un currículum falso, pudo encontrar trabajo. Ganó el campeonato suizo de esquí acuático antes de convertirse en madre de dos hijas. A los 40 años comenzó a estudiar filosofía en la Universidad de Friburgo.
Henry Steiner
De niño, Henry fue testigo de las heridas de su madre tras el bombardeo del noreste de Suiza en 1944. Se negó a asistir a su escuela de reclutamiento del ejército suizo y fue arrestado por la policía. Después de ser internado en un centro de salud, comenzaron otros problemas con las autoridades. Debió permanecer cuatro meses en un hospital psiquiátrico para demostrar que estaba mentalmente sano. Escribió se experiencia en un informe personal que intituló ‘Los años marchitos’.
Marina Byrde
“Esto deja heridas profundas”, explica Marina ByrdeEnlace externo, sobre las medidas a las que fue sometida por la administración. “Los suizos deben darse cuenta de lo que realmente sucedió, no solamente en otros lugares, sino aquí en Suiza”, dice en un documental.
Traducido del francés por Marcela Águila Rubín
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