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Un tipo de cambio no extento de riesgos

Medio vacío: la fortaleza del franco pesa sobre las exportaciones suizas. Keystone

La fortaleza del franco amenaza 40.000 puestos de trabajo en Suiza, según el ministro de Finanzas. La industria de exportación y los sindicatos exigen que el banco central eleve el tope de cambio mínimo de 1,20 a 1,40 francos por euro. Algunos expertos, sin embargo, alertan contra esta medida.

Crisis de endeudamiento, planes de rescate draconianos, riesgo de recesión: los desafíos que afrontan los gobiernos europeos, asiáticos y estadounidense son enormes. “Nos esperan tiempos difíciles”, reconoció la semana pasada el ministro suizo de Finanzas, Johann Schneider-Amman.

Al difícil contexto coyuntural, en el caso de Suiza se suma la sobrevaloración del franco frente al euro. Schneider-Amman teme que en 2012 se supriman 40.000 empleos en el país. De hecho, la Secretaría de Estado de Economía (Seco) prevé un aumento del desempleo del 2,9 al 3,7%.

Para frenar la apreciación del franco frente al euro, el Banco Nacional Suizo (BNS) decidió a principios de septiembre fijar un tipo de cambio mínimo de 1,20 francos por euro. Un paso valiente con el que el banco central cosechó elogios y logró los efectos esperados. Desde esa fecha, el euro se mantiene justo por encima de ese tope.

Banco central, guardián del franco

El éxito puede sorprender a los profanos, pero no a los entendidos: “El BNS puede mantener cualquier tipo de cambio, porque en teoría está en condiciones de emitir divisas en cantidades ilimitadas”, explica Manuel Ammann.

Para ello debe inyectar más moneda nacional en el mercado y comprar divisas extranjeras por un monto equivalente, agrega el director del Instituto Bancario y Financiero de la Universidad de San Gall.

“El BNS es el guardián del franco y, teóricamente, puede poner en circulación cuanta moneda quiera”, confirma Daniel Lampart, jefe economista de la Unión Sindical Suiza (USS). Una medida que sirve para disuadir a quienes pretenden enriquecerse con la fluctuación de los tipos de cambio.

“Un gran alivio”

Sin embargo, la intervención del BNS no parece satisfacer a todo el mundo. Se multiplican las voces que piden un aumento ulterior del tipo de cambio. La Comisión Económica y Tributaria de la cámara baja, por ejemplo, sostiene que el banco central debe fijarlo en 1,30 francos/euro. Y la USS propone elevarlo incluso a 1,40 francos/euro.

“Incluso con un cambio de 1,40, el franco estaría sobrevalorado, pero supondría un gran alivio para la economía suiza”, afirma Daniel Lampart.

El deber del BNS es garantizar la estabilidad de los precios, pero también respaldar la coyuntura. Por esta razón el banco central tiene que luchar contra una apreciación de la moneda nacional. En teoría, el BNS podría fijar un tope mínimo de 1,60 francos, pero “cuanto más elevado el tipo de cambio, mayor la probabilidad de que el banco central termine en un círculo vicioso”, explica Ammann.

Si se decretara de forma permanente un tipo de cambio fijo franco-euro, agrega el profesor, Suiza se vería a la merced de las decisiones del Banco Central Europeo (BCE). Y si éste, como solicitan algunos, imprimiera más billetes para cancelar la deuda pública, la inflación que deriva de ese desembolso arrastraría también a la economía helvética, explica Manuel Ammann.

Pero renunciar a un tipo de cambio fijo también tiene un precio elevado. Se traduciría en “pérdidas inmensas de divisas”, lo que podría llevar al BNS a la quiebra. “Habría que recapitalizar al banco central probablemente con decenas de miles de millones de francos”, precisa el profesor de la Universidad de San Gall.

Un riesgo que no hay que temer, mientras no se produzca una infravaloración del franco, puntualiza Daniel Lampart. El sindicalista tampoco ve riesgos de inflación. “Al contrario. Como el franco sigue sobrevalorado, ejerce una presión a la baja sobre los precios”.

¿Tipo de cambio ideal?

Nadie – ni siquiera el banco central – sabe cuál es el tipo de cambio “justo y correcto”, subraya Manuel Ammann. Lo que hoy parece infravalorado podría considerarse sobrevalorado dentro de unos años. Por ello es arriesgado decretar un valor supuestamente “justo”. De modo que las medidas del BNS ni son regaladas ni acarrean solo beneficios, como hicieron creer los recientes debates públicos.

“El debilitamiento de la moneda nacional siempre conlleva una redistribución”, señala Manuel Ammann. Por una parte, las empresas exportadoras se alegran de las ventajas competitivas que se derivan de ello. Pero por otra, ese debilitamiento significa una pérdida de poder adquisitivo para los ahorradores y pensionistas.

Daniel Lampart, por el contrario, sostiene que los ahorradores y pensionistas sufren igualmente la fortaleza del franco. Como muchos inversores y cajas de pensiones han invertido su dinero en acciones y divisas extranjeras, esos fondos han perdido masivamente valor debido a la sobrevaloración del franco.

La economía  europea atraviesa su peor momento desde la fundación de la Unión Europea (UE) y la zona euro. El grave endeudamiento, especialmente de Grecia, pero también de otros países miembros del sur del continente, ha obligado a los dirigentes europeos a adoptar medidas de rescate sin precedentes.

La UE ha dotado recientemente el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera de 1 billón de euros. El rescate de Grecia aún no está asegurado. Una quiebra podría contagiar al resto de Europa y poner en tela de juicio la perennidad de la eurozona.

Una bancarrota no amenazaría solamente a los bancos acreedores, sino al conjunto del sistema financiero internacional.

El creciente riesgo de una recesión mundial no hace sino ensombrecer más las perspectivas económicas.

A principios de septiembre, el Banco Nacional Suizo (BNS) decretó un tipo de cambio fijo de 1,20 francos por euro para frenar la apreciación de la divisa helvética, considerada un valor refugio. El mundo político y económico aplaudieron la decisión casi de forma unánime.

El sector empresarial exige que el BNS eleve el tipo de cambio debido a la fortaleza del franco y los consiguientes problemas representa para la industria exportadora.

La Comisión Económica de la cámara baja pide que se fije en 1,30 francos por euro. La Unión Sindical Suiza (USS) solicita que se eleve a 1,40 como mínimo.

El presidente y vicepresidente del BNS, Philipp Hildebrand y Thomas Jordan, respectivamente, no descartan que el banco central adopte medidas ulteriores para debilitar al franco.

(Traducción: Belén Couceiro)

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