Un microchip contra las antibioresistencias
Investigadores berneses desarrollaron un microchip que permite localizar rápidamente las bacterias resistentes a los antibióticos.
El profesor Giorgio Zanetti, epidemiólogo, está convencido de que esta tecnología se impondrá en el futuro.
Tres años fueron necesarios para que un equipo del Instituto de Bacteriología Veterinaria de la Universidad de Berna, por mandato del Fondo Nacional Suizo (FNS), para la investigación científica, y en colaboración con la sociedad alemana ‘Clondiag Chip Technologies’, desarrollara un microchip capaz de evaluar rápidamente las bacterias gram-positivas a todas las resistencias conocidas a los antibióticos.
“Nuestra misión inicial era la de producir un instrumento de detección de los genes de resistencia a la bacteria Bacillus anthracis, responsable de la enfermedad del carbón -un padecimiento primario en el animal- y utilizada como arma biológica con fines terroristas”, precisa el profesor Joachim Frey, co-director del proyecto.
“Pero nuestro mandato comprendía igualmente un programa más general sobre la vigilancia de las resistencias a los antibióticos de las bacterias presentes en los animales y su transferencia potencial a seres humanos”.
Más rápido, más completo y más barato
Este chip es una primicia mundial. Abre nuevas perspectivas con respecto a las grandes enfermedades.
“Cuando los antibióticos ya no tienen efecto entre las personas gravemente enfermas, la vida de éstas se pone rápidamente en peligro. Algunas cepas de bacterias han desarrollado una resistencia a los antibióticos y se han vuelto insensibles a algunos medicamentos, generando infecciones difíciles de tratar”, indica el FNS en un comunicado.
Los alrededor de 90 genes de resistencia conocidos en el conjunto de las bacterias gram-positivas pueden ser vencidos con esta nueva tecnología. “Son estas últimas las que causan el mayor número de problemas en los hospitales”, añade el científico bernés.
Entre tales bacterias figuran los agentes responsables de las infecciones pulmonares y cutáneas, así como de las septicemias (estafilococos, estreptococos) o del tétanos (clostridies).
Con respecto al método fenotípico empleado hasta ahora, esa prueba posee una triple ventaja: es más rápida, más completa y más barata.
“Esta nueva técnica nos permite atacar de manera dirigida, y en sólo unas horas, las resistencias más importantes. Eso nos evitará tratar genes o animales con antibióticos a los cuales los gérmenes son resistentes”, subraya Joachim Frey.
Hasta ahora los genes debían ser buscados uno por uno, un trabajo fastidioso y que requería mucho tiempo.
“El microchip permite también descubrir genes aún inactivos y que el método fenotípico no puede detectar”.
Muy pronto, las bacterias gram-negativas
Este microchip, desechable y que puede ser producido en grandes cantidades, interesa particularmente a los medios hospitalarios, pero también a las industrias animal y alimenticia.
“La vigilancia de las epidemias y la comprensión de los flujos de genes de resistencia de un cuerpo al otro son el centro de la problemática”, señala el profesor de la Universidad de Berna.
“La prueba sirve, en efecto, para asegurar el empleo correcto de los antibióticos entre los animales, a fin de impedir la transmisión del germen resistente a los productos alimenticios destinados al consumo humano”, precisa, por su parte, el FNS.
Pero existen también otras aplicaciones importantes. “Este nuevo instrumento permite a las empresas del sector alimenticio probar sus cepas de bacterias iniciadoras para los productos lácteos como el yogur y el queso”, prosigue Joachim Frey.
Esta industria puede evitar así que las bacterias portadoras de gérmenes resistentes sean utilizadas en la producción de alimentos y que sean transferidas al hombre.
Este microchip, desarrollado de manera específica contra las bacterias gram-positivas, será adaptado próximamente al segundo gran grupo: las bacterias gram-negativas.
“Debería estar listo para el año próximo”, puntualiza el especialista bernés.
Para entonces se podran ubicar rápidamente los agentes responsables de las infecciones del tubo digestivo (salmonelas, shigellas y campylobacterias), de las meningitis (meningococos) y de las blenorragias (gonococos).
Un acceso directo a la identidad genética
Profesor asistente de la Facultad de Biología y Medicina de la Universidad de Lausana y médico adjunto del Centro Hospitalario Universitario del Cantón de Vaud (CHUV), Giorgio Zanetti mantiene su atención sobre la evolución de los chips.
“Este tipo de tecnologías se va a imponer en el futuro en la mayoría de los laboratorios. Esas técnicas representan una ganancia de tiempo considerable. Actualmente hay que adaptarse al ciclo de vida de los cultivos antes de poder analizarlos. Con esos chips, podemos analizar directamente la identidad genética de las bacterias”.
El galeno del CHUV manifiesta, sin embargo, algunas reservas con respecto a los chips: “Esta rapidez tendrá un precio. Falta determinar en qué circunstancias esas nuevas tecnologías deberán ser utilizadas para que las horas ganadas justifiquen los sobrecostos”.
swissinfo, Raphael Doncel
(Traducción Marcela Águila Rubín)
Entre las bacterias gram-positivas figuran los agentes responsables de las infecciones pulmonares y cutáneas así como de las septicemias (estafilococos, estreptococos) o del tétanos (clostridies).
Entre las bacterias gram-negativas figuran los agentes responsables de las infecciones del tubo digestivo (salmonelas, shigellas y campylobacterias) de las meningitis (meningococos) y de las blenorragias (gonococos).
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