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“Dinámica interesante en el Ejecutivo”

Samuel Schmid cada vez más solo. Reuters

El ministro de Finanzas, Hans-Rudolf Merz, sufrió un infarto y el titular de la Defensa, Samuel Schmid, es sometido a una creciente presión. ¿Qué impacto tiene esa situación en la composición del Gobierno federal?

En los próximos años se renovarán algunos de los siete asientos del gobierno colegiado helvético. En el reblandecimiento de la denominada ‘fórmula mágica’, el politólogo Hans Hirter, de la Universidad de Berna, observa una oportunidad para la nueva dinámica gubernamental.

swissinfo: Recientemente se ha rechazado el programa de armamento, con el respaldo estratégico de la Unión Democrática de Centro (UDC), que se coloca en primera fila contra el ministro Samuel Schmid. ¿Ya ha pasado algo similar en la política suiza?

Hans Hirter: Los partidos no siempre han apoyado a sus propios consejeros federales, pero que un partido vaya tan lejos como esta vez, al rechazar todo un proyecto, que yo sepa, nunca había pasado. Samuel Schmid ya no pertenece desde hace casi un año a la UDC. Además, este partido no sólo está contra Schmid, sino contra la política militar, respaldada tanto por la ciudadanía, como por la Asamblea Federal. La UDC quiere reestablecer el viejo concepto militar de las décadas de los 50 y 60.

swissinfo: Al lado de Schmid, la ministra de Exteriores Micheline Calmy-Rey también está bajo la mira. La de Justicia, Eveline Widmer recibió amenazas de muerte al ser nombrada consejera federal. ¿Hay una actitud negativa con respecto a la política suiza?

H.H.: Totalmente nueva no es. Los consejeros federales se encuentran a la luz de intereses públicos y siempre han sido criticados. No obstante, la crítica se ha hecho más maliciosa y virulenta. Hay dos razones que lo explican. La UDC se inclinó en su momento por una personalización de la política a través de su exconsejero federal, Christoph Blocher. En segundo lugar, los medios apuntan cada vez más hacia las personas, en lugar de hacia la política; una práctica que no es privativa de la prensa amarillista.

swissinfo: En los últimos tiempos, el ministro de Finanzas, Hans-Rudolf Merz se encontró bajo mucha presión ante la crisis financiera internacional. Sufrió un colapso circulatorio con paro cardiaco. ¿La presión ha aumentado para los consejeros federales?

H.H.: Fundamentalmente, sí. No obstante, no se trata principalmente de asuntos internos. Desde hace alrededor de 15 años, los asuntos gubernamentales tienen vínculos muy intensos con el ámbito internacional. El ministro Merz tuvo que participar en numerosas reuniones internacionales en las últimas semanas. Cuando la Unión Europea se reúne para evaluar un tema, normalmente Suiza también está presente. Esos viajes internacionales se suman a los asuntos de la agenda gubernamental. Algo que fácilmente se convierte en una exigencia excesiva.

swissinfo: ¿Cómo puede descargarse de esa presión al Consejo Federal?

H.H.: Es un tema discutido desde hace mucho tiempo. Hasta ahora, sin éxito. Desde 1848, tenemos siete consejeros federales y en otros países, alrededor de 20. La idea de aumentar el número de consejeros federales a 9 u 11 se ha discutido hasta en el Parlamento, pero ha fracasado.

swissinfo: ¿Por qué?

H.H. Suiza tiene un sistema colegiado sin jefe. Cuando ese grupo se vuelve muy grande, la colaboración equitativa se vuelve más difícil. Otro modelo sería nombrar al lado de los consejeros federales a ministros sin autorización de decisión, o también se podrían designar secretarios de Estado. Ellos podrían representar a Suiza en conferencias internacionales o en la Asamblea Federal, pero no estarían en el círculo reducido donde se toman decisiones. No obstante, la ciudadanía en votaciones rechazó también esa propuesta, planteada en 1996.

swissinfo: En 2009 se tiene previsto que el ministro Hans-Rudolf Merz ocupe la presidencia en el Consejo Federal. Su vicepresidente sería Samuel Schmid. Tras la enfermedad de Merz, resulta improbable vaticinar que vuelva al Ejecutivo; y en el caso de Schmid, muchos aclaman su retiro. Moritz Leuenberger y Pascal Couchepin ya tienen mucho tiempo en el Ejecutivo. ¿Se avecina una nueva dinámica en el reparto gubernamental?

H.H.: El proceso se ha vuelto dinámico desde la elección del consejero federal Christoph Blocher hace un lustro; su revocación, hace un año; y las permanentes exigencias de la UDC para obtener un asiento en el Ejecutivo. Algo que también reclaman los Verdes. En caso de que se debieran renovar al mismo tiempo cuatro sitios en el Consejo Federal, sería más sencillo encontrar soluciones que respondan a las solicitudes de la mayoría. Lo interesante de esta dinámica es el hecho de que la denominada ‘fórmula mágica’ ya no tiene carácter de indiscutible. Desde el punto de vista del partidismo político ya se están produciendo ciertos acomodos, pero todavía todo está abierto, sin determinar.

swissinfo: ¿Eveline Widmer-Schlumpf tiene aún posibilidades de ser elegida?

H.H.: Su cargo expira en el 2011. Su reelección es, no obstante, insegura. Mientras continúe en ese partido escindido de la UDC, el Partido Demócrata Burgués (PDB), Widmer-Schlumpf no tiene base alguna. Los grandes partidos no están dispuestos a sacrificar un asiento a favor de un partido tan pequeño. Podría unirse a un partido de mayores dimensiones, como el Partido Radical Demócrata (PRD) o el Partido Demócrata Cristiano (PDC). Por otra parte, con un buen rendimiento en sus funciones, podría aprovechar el hecho de que otros partidos no se pudieran poner de acuerdo sobre quién debe ocupar su actual puesto. De este modo, podría ser elegida a través de una especie de coalición de partidos.

swissinfo: Widmer-Schlupf fue elegida en el lugar que tenía Christoph Blocher. ¿Vuelve la UDC al Ejecutivo?, y si la respuesta es positiva, ¿con o sin Blocher?

H.H.: La UDC volverá al Consejo Federal. Al menos el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido Radical Demócrata (PRD) lo prefieren en el gobierno, en lugar de tenerlo en el papel de opositor en el escenario político de los grandes partidos suizos. Si la UDC nominara a Blocher, no llegaría al Consejo Federal, puesto que Blocher ya en diciembre pasado no obtuvo la mayoría requerida en las votaciones en el Parlamento para elegirlo, lo que llevó a la elección de Eveline Widmer-Schlumpf. En cambio, si el partido estuviera dispuesto a aceptar a otro candidato, tiene buenas posibilidades de llegar de nuevo al gobierno helvético.

Entrevista swissinfo: Susanne Schanda
(Traducido del alemán por Patricia Islas Züttel)

A diferencia de la mayoría de Estados, Suiza no tiene un puesto permanente de jefe de Estado ni de primer ministro.

Desde 1848 el Ejecutivo suizo está compuesto por siete miembros, denominados consejeros federales. Sobre la base de un principio de rotación, cada año uno de ellos asume la presidencia del país.

En Suiza, desde el nacimiento del Estado Moderno en 1848, el Partido Democrático Radical (PRD) ocupó durante cuatro decenios todos los escaños gubernamentales.

En 1891 el Partido Demócrata Cristiano (PDC) ingresó por primera vez en el Ejecutivo.

En 1929, la Unión Democrática del Centro (antiguo Partido Agrario) fue acogido en el Consejo Federal.

El Partido Socialista ganó su primer escaño gubernamental en 1943.

Desde 1959, estos cuatro partidos han conformado el Gobierno colegiado helvético; juntos reúnen cerca del 80% de los votos. Esta composición político partidista no tuvo transformaciones durante 40 años. Denominada ‘fórmula mágica’, no tiene basa en ley alguna.

En 1959, cuando se aplicó por primera vez, dos de los siete escaños del Consejo Federal quedaron en manos del Partido Socialista, dos en manos del Partido Democrático Radical (PRD, derecha), dos en las del Partido Demócrata Cristiano, (PDC, centro-izquierda) y uno en manos de la Unión Democrática de Centro (UDC, derecha nacionalista).

Esta clave de repartición se modificó en 2003. El PDC perdió un escaño en beneficio de la UDC, convertida en primer partido político del país.

La ‘fórmula mágica’ respeta, además, el equilibrio de las lenguas al atribuir cuatro de los siete escaños a los suizos de lengua alemana y tres a los representantes de los cantones de habla francesa e italiana.

Al inicio de cada legislatura, el nuevo Parlamento se reúne para elegir a los 7 miembros del Gobierno. Salvo en el caso de dimisión de un ministro, se trata de una reelección. Solamente en 1854, 1872 y 2003 la Asamblea no confirmó en el cargo a un ministro saliente.

En diciembre de 2007, la mayoría del Legislativo decidió no reelegir a Christoph Blocher, de la Unión Democrática del Centro (UDC). En su lugar eligió a Eveline Widmer-Schlumpf, miembro del mismo partido.

En señal de protesta, la UDC, que defendía la reelección de Blocher, decidió salir del Gobierno. El partido de derecha desde entonces no reconoce ni a Eveline Widmer-Schlumpf ni a Samuel Schmid como sus representantes en el Ejecutivo, aunque ambos provienen de sus huestes.

En este 2008, tanto Widmer-Schlumpf como Schmid decidieron abandonar las filas de la UDC para conformar el Partido Demócrata Burgués (BDB).

Desde entonces, la UDC no está representada en el Consejo Federal.

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