¿La artemisa, arma definitiva contra la malaria?
Investigadores de Basilea produjeron un nuevo medicamento contra la malaria a partir de un antiguo remedio chino elaborado con artemisa.
Un grupo de agrónomos suizos seleccionó una variedad de esa planta medicinal con una alta concentración de moléculas activas contra la malaria.
La propiedad de la artemisa de combatir la malaria fue descubierta hace 1500 años en China, donde se utiliza de manera tradicional una infusión de la hierba para la eliminación del ‘plasmodium falciparum’, parásito responsable de la enfermedad.
En las últimas décadas, también la medicina occidental advirtió la utilidad de la artemisinina, el principio activo de la planta, efectivo también contra los brotes del parásito, resistentes a todos los otros medicamentos.
El único modo de obtener la preciosa sustancia es mediante la extracción directa de la planta, un procedimiento hasta ahora muy complicado y demasiado costoso para los países africanos, los más golpeados por la malaria.
La vía de la química
Un grupo internacional de químicos, parasitólogos, toxicólogos y farmacólogos produjo una molécula sintética, que tiene el mismo mecanismo de acción de la artemisina y puede ser producida a gran escala a un precio accesible para los países pobres.
En las investigaciones de la fundación suiza ‘Medicines for Malaria Venture’ tomaron parte instituciones públicas y privadas de todo el mundo, incluidos el Instituto Tropical Suizo y las farmacéuticas Hoffman- La Roche Ltd y Ltd. de Basilea.
En los experimentos de laboratorio, la molécula, denominada 0Z277, ha demostrado una eficacia superior al principio activo natural de la artemisa, además de que, en la primera prueba efectuada (Gran Bretaña), se comprobó que el organismo humano la tolera bien.
La vía de la Naturaleza
Azares del destino: dos días antes del anuncio del exitoso resultado, el Centro de Arboricultura y Horticultura de Conthey, que depende de la Estación Federal de Agronomía de Changins, dio a conocer un importante resultado obtenido con métodos más naturales.
Luego de 10 años de investigaciones, agrónomos suizos seleccionaron una variedad de artemisa con una concentración diez veces más elevada de la preciosa molécula.
“Una hectárea plantada con nuestra artemisa produce tres toneladas de hoja, de las cuales extraemos 45 kilos de artemisina”, precisa a swissinfo Charly Darbellay, agrónomo de Conthey.
De acuerdo con Darbellay, la investigación sobre la artemisa corresponde a una tendencia que se pone de moda y que atrae a grupos farmacéuticos.
Actualmente, el instituto de Conthey colabora, por ejemplo, con una sociedad farmacéutica para la elaboración, a partir de una planta, de un medicamento prometedor contra la osteoporosis.
“Nuestros métodos naturales tienen menos efectos secundarios que las preparaciones químicas”, subraya Charly Darbellay.
En breve, pruebas en enfermos
Los investigadores que se consagraron a los estudios sobre la molécula de síntesis publicaron los resultados de sus estudios en el más reciente número de la revista científica ‘Nature’, y sus primeras pruebas en enfermos de malaria deberán efectuarse en enero próximo.
Por su parte, Charly Darbellay prefiere ser prudente. En su opinión, se necesitará aún mucho tiempo antes de que el medicamento sea distribuido a gran escala en el mercado y pueda ser utilizado por los enfermos.
La malaria ha sido objeto de estudio desde hace más de un siglo, pero sigue causando millones de víctimas en las zonas más pobres del planeta, principalmente en el África sub sahariana.
Todos los medicamentos elaborados hasta ahora han sido derrotados por la evolución del parásito causante del mal y que se ha readaptado con la creación de nuevos focos de resistencia. Única excepción: la artemisina.
swissinfo
Cada 30 segundos muere un niño en el mundo víctima de la malaria.
90% de los enfermos se encuentra en el África sub sahariana.
La endemia cuesta 12.000 millones de dólares por año a los países africanos.
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