‘Visiones de lo Real’: un mensaje colombiano
La gente de San José de Apartadó dio en pintar una piedra por cada uno de los suyos asesinado. En 9 años han pintado 176; sin embargo, decidieron seguir...
‘Hasta la última piedra’, documental suizo-colombiano, fue proyectado este miércoles (26.04), en la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Nyon.
“La historia del documental nace con la masacre. Se produce la masacre y ‘Le Temps’ publica un artículo contando que ocho personas fueron asesinadas, que fueron masacradas y que esas ocho personas pertenecían a la comunidad de paz”, narra a swissinfo el director del documental, Juan José Lozano.
La tragedia a que hace referencia y de la que dio cuenta el cotidiano ginebrino, tuvo lugar el 21 de marzo del 2005. Ese día fueron muertas dos familias de San José de Apartadó (Urabá, Colombia), incluida la del líder comunitario Luis Eduardo Guerra. Entre las víctimas, la mitad eran niños, uno de apenas 18 meses. (En más sobre el tema: Cronología).
“Por supuesto, cuando yo leo la noticia, me duele como ser humano inicialmente: ¡ocho personas cortadas con un machete! Luego, como colombiano también, me duele todavía más, pero luego viene el realizador que dice aquí hay una historia que se puede contar. Sí, como historia, como objeto filmado. Y ahí es donde empieza el proyecto”.
¿Podría existir justificación?
Su decisión se fortalece con los sucesos que se producen poco más tarde:
“Semanas después, cuando el gobierno hace todas sus declaraciones acusando a la comunidad de ser simpatizantes de la guerrilla, un poco como justificando este crimen, como diciendo: ‘si hubo esa masacre es porque algo tienen qué ver…’ Eso fue como el impulso que me dijo: ahí hay que reaccionar, hay que intentar hacer algo”.
Recuerda que por ese entonces tuvo lugar la sesión de la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, en la que la Unión Europea condenó los hechos y Suiza pidió al gobierno de Colombia garantizar la seguridad de la población civil. En esa ocasión, Juan José Lozano contactó a Wilson David, líder comunitario que había acudido a ese foro para denunciar la matanza (En más sobre el tema: ‘Ni con Dios, ni con el diablo’).
“Quería ir en urgencia”
“Yo quería ir, casi que inmediatamente después de que pasaron los hechos. Ir y grabar allá en la urgencia, pero no había plata, no había financiación. En la urgencia nadie te da el dinero. Eso fue positivo porque me permitió reflexionar un poco más y armar un poco mejor la película, saber mejor qué queríamos decir con la película”.
Con el proyecto estructurado, Juan José Lozano obtuvo el apoyo de los fondos para el fomento de la creación cinematográfica del cantón y la ciudad de Ginebra. Y más tarde, de diversas ONG suizas. Sin embargo, fue insuficiente. El documental costó 120.000 francos y sólo se pudieron reunir 67.000.
“Cuando acabamos de grabar y estábamos en el trabajo de postproducción, ya no había más dinero. Sólo pudimos terminar por el trabajo voluntario de las personas, la que hizo el montaje, la que la mezcla del sonido, la postproducción del sonido, la corrección de color, el subtitulaje, la producción… Todas esas personas han trabajado por compromiso con el documental, con la comunidad, sin recibir retribución”.
Proceso de paz desde la base
Se trata de un documental de una hora grabado para la televisión. Empero, se va a elaborar un DVD subtitulado en seis idiomas puesto que se pretende hacerlo llegar al mayor número de personas posible. La idea es informar y sensibilizar al público, principalmente europeo, sobre el tema del desplazamiento interno en Colombia.
El reto ha sido enorme….
Sólo a guisa de ejemplo, y además de los escollos financieros, los riesgos de acceder a una región con fuerte presencia armada. El equipo de Juan José tuvo que viajar acompañado por voluntarios del capítulo suizo de las Brigadas Internacionales para la Paz (En más sobre el tema: ‘En la búsqueda de disuadir a la muerte’).
…pero la responsabilidad lo es todavía más:
“Claro, el compromiso es grande porque la comunidad, y no solamente esa comunidad, la población civil en general, el movimiento de comunidades en resistencia necesitan poder informar y poder mostrar que hay otras maneras posibles de concebir el país, de concebir el conflicto, de concebir una solución al conflicto, porque esto yo lo veo como un proceso de paz desde la base”.
Por la fuerza de los hechos
“Es gente que se asume, que asume su rol de ciudadano por la fuerza de los hechos, de decir: ‘no vamos a sentarnos a esperar a que el gobierno y los armados se sienten a firmar la paz, porque eso no va a llegar tal vez’, y la paz se construye todos los días desde eso. Entonces ellos tienen un compromiso con ese proceso desde la base que ellos arrancaron”.
Para Juan José Lozano está bien claro que él y su equipo tienen que estar a la altura de una postura semejante. Considera que la película es un útil audiovisual para informar y despertar solidaridad, tanto de otros ciudadanos como de otras organizaciones y Estados, para lograr una mayor presión en pro del cambio.
“Más allá de la vida misma”
Juan José Lozano forjó buena parte de su carrera como director cinematográfico a través de la geografía colombiana. Sin embargo, su trabajo en San Juan de Apartadó, el trato con su gente, lo marcó de una manera especial.
“Me movió el piso ver a un grupo de personas que ponen un proyecto de construcción de sociedad, de su sociedad, por encima de la vida misma. Y un sentido de la dignidad también que va más allá de la vida misma. Es un poco difícil de explicar y para mí ha sido difícil de entender, que ellos dicen la vida es tan importante que estamos dispuestos a perderla”.
swissinfo, Marcela Águila Rubín, Nyon
El Festival Internacional de Cine de Nyon se ha dado como misión “mostrar el mundo tal como es vivido”.
Nacido de un movimiento de cine-clubes, el Festival de Cine vio la luz en 1960 y en 1995 se convirtió en ‘Visiones de lo Real’.
La edición 2006 tiene lugar del 24 al 30 de abril.
Juan José Lozano nació en Colombia en 1971.
Cursó estudios de realización Cinematográfica y Televisión en la Universidad Nacional de Colombia.
Ha realizado diversas producciones para la televisión colombiana a lo largo del país.
Entre sus trabajos más significativos se encuentra una serie de documental, en 12 episodios, sobre comunidades de artesanos, indígenas y campesinos en 1995.
También desataca el documental ‘Con todos, la paz’ sobre las comunidades de paz de la región de Carare.
Otras de sus producciones son ‘Simon y la Oruga’, coproducción de las televisiones colombiana, chilena y brasileña y ‘Nacuco’, sobre la tradición oral de los campesinos en la montaña, premiada en 1977 en el Festival Internacional de Cine de Cartagena.
En 1998 se instala en Ginebra y desde entonces viaja constantemente a su país.
Es autor de ‘Colombia, el baile de la vida y la muerte’, ‘Viva la Democracia’ y ‘Un tren que arriba es también un tren que parte’.
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