Perspectivas suizas en 10 idiomas

Afganistán: “Karzaï será reelecto, será peor”

Pese a su desencanto, algunas afganas osaron enfrentar las amenazas de los talibanes y acudieron a votar. Keystone

Por segunda vez en la historia de su país, los afganos acudieron este jueves a las urnas para elegir a su presidente. En Kandahar, ex capital talibana, la periodista Anne Nivat entrevistó a algunas mujeres. Para ellas, la situación podría empeorar después de los comicios.

En la Kandahar maldita, a la que ni siquiera el presidente Karzaï osó desplazarse para una última reunión de campaña el domingo (16.08), las mujeres tienen más dificultad para vivir “normalmente”.

No solamente la burka, el “pasaporte hacia el exterior”, como me la había definido hace algunos años una ellas, les es más que necesaria, sino que las mujeres desaparecieron , por así decirlo, de la vía pública.

Una de las primeras jóvenes de Kandahar en convertirse en presentadora de televisión festejó hace poco sus 21 años. La convencí de reunirse conmigo en una casa del centro de la ciudad.

Su edad en un papel

Para darle una idea de las relaciones hombre-mujer en esta sociedad, si la ‘star’ local me había garantizado hacer frente a todas las prohibiciones para ir a votar este jueves, dudó en cambio en decirme su edad… en presencia de uno de mis amigos que me ayuda como traductor. Toda roja, consiente finalmente en garabatearla en un trozo de papel.

“Pienso que la situación va a empeorar después de las elecciones precisamente porque Karzaï va a ser reelegido”, explica. La semana precedente había tenido que dimitir a raíz de los numerosos llamados telefónicos, cartas anónimas y textos de amenaza que recibía porque es una mujer que se atrevía a mostrar su cara (aunque portando el velo) en la televisión local.

¿Cómo aceptaron sus padres que ejerciera su oficio? “Solamente por mi salario de 350 dólares mensuales, porque yo era entonces la única en la familia en tener empleo”. Otra periodista local, productora para una radio extranjera en lengua pastún, me hizo observaciones similares, sin embargo no las entrevisté juntas.

Explica que “la campaña electoral fue terrible”. “Sé que obligarán a las mujeres a votar por Hamid Karzaï. Aquí el chantaje es permanente, las mujeres no están educadas y harán lo que se les diga. En los raros casos contrarios, otros se encargarán por ellas.”

La palabra de Hamid Karzaï

A pesar de todo, sigue a favor de la presencia de tropas extranjeras a condición de que el futuro presidente se muestre capaz de controlarlas y no al contrario… ¿”Cuántos incidente no ha habido con muerte de inocentes? “, inquiere.

“¡Karzaï afirma que pondrá coto a esos atropellos pero no cumple su palabra! En mi vida cotidiana, mi problema recurrente es la inseguridad, y no solamente la mía, la de todo el mundo. Aquí, los únicos que no tienen problemas son los que los causan!”

Al término de la entrevista, la joven desaparece, acompañada de su sobrino de 7 años, tan rápidamente como había llegado. Ahora, ningún miembro de la familia de esta periodista, excepto sus padres, conoce la naturaleza de su trabajo, su horario o cualquier otro detalle.

Últimas mujeres entrevistadas, una profesora y su hermana, que llegaron también acompañadas por una presencia masculina, el hijo del una ellas de cuatro años. Por 80 dólares al mes, esta chica de 25 años, que parece mucho mayor, comparte sus conocimientos con muchachas una década más jóvenes que ella y que sus padres se atreven a enviar a la escuela.

Queman escuelas

De vuelta a casa y dos veces por semana, recibe a otras jóvenes cuyos padres rehúsan enviar a los cursos, sobre todo después de que un grupo de cinco muchachas fueran atacadas con ácido en noviembre de 2008 y quedaran desfiguradas a pesar de que portaban la burka,

“En los distritos que rodean Kandahar, las escuelas son incendiadas de manera permanente, a tal punto que incluso los muchachos ya no van. Yo intento enseñarles al menos a leer y escribir a sabiendas de que con su matrimonio terminarán sus estudios”.

“Si algunos padres envían aún a sus niños a la escuela, es para recibir un poco de ayuda alimentaria humanitaria y no porque están convencidos de lo bien fundado de su educación!”

¿La burka? No sólo las dos hermanas están acostumbradas a ella y saben que, sin este velo total, ni siquiera habríamos podido reunirnos, sino que me muestran una nueva manera de llevarla. Signo de los siniestros tiempos: para burlar a los hombres que espían a las mujeres que salen a la calle, cambian de color de burka según sus idas y venidas.

“No tenemos sólo una, azul, sino tres o cuatro, marrón, blanca, gris. Así es más difícil saber quién se oculta bajo el velo.”

Restaurar la seguridad

Me quedo estupefacta. ¿No parece ridículo votar en tales condiciones? “En absoluto”, contestan a coro las dos hermanas. “Iremos a votar ya que el progreso es imposible sin la seguridad. Es necesario votar para que la policía controle de nuevo la situación, es necesario votar en favor de aquel que nos ofrezca esta seguridad”.

¿Quién, pues? Silencio. Decepcionadas por los ocho últimos años, las dos hermanas no saben por quién votar. Durante el primer debate televisado en directo con un presidente en funciones, Hamid Karzaï prometió que los recintos sagrados de las casas de los afganos ya no serían el blanco de violentos registros nocturnos con perros, que ya no habría presos afganos en cárceles dirigidas por extranjeros (habría que cerrar entonces la de la base militar de Bagram), que las fuerzas militares internacionales ya no podrían hacer nada sin el acuerdo del pueblo afgano.

¿Palabras al aire? ¿Fina comunicación electoral? Nadie se preocupa de ello, lo más importante es la supervivencia cotidiana, incluso cuando en la provincia afgana ello se antoje una lucha encarnizada contra una espiral del infierno.

Anne Nivat, Rue89/swissinfo.ch, à Kandahar
(Traducción: Marcela Águila Rubín)

Este jueves, y por segunda vez en su historia, los afganos eligen presidente. También a sus representantes en los 34 consejos provinciales (uno por cada una) del país.

Alrededor de 17 millones de personas se registraron en los padrones electorales.

El presidente Hamid Karzaï va favorito de la elección ante sus adversarios: Abdullah Abdullah, ex Ministro de Asuntos Exteriores; Ashraf Ghani, economista de renombre; el ministro anterior, Ramazan Bashardost.

Los talibanes juraron perturbar las elecciones y amenazaron de represalias a los electores que acudieran a votar.

En Kabul, un periodista de Associated Press que recorrió seis casillas electorales no observó ninguna fila de espera.

En Kandahar, cuna del movimiento islamista de los talibanes, un responsable electoral declaró que la participación era 40% inferior a la de la primera elección presidencial por sufragio universal de 2004.

Los resultados preliminares deberían darse a conocer entre el 3 y el 16 de septiembre. Salvo algún contratiempo, el resultado final debería anunciarse el 17 de septiembre de 2009.

Una segunda vuelta podría organizarse el 1 de octubre para desempatar a los dos candidatos que reúnen el mayor número de sufragios.

Un observador. Suiza apoya el proceso electoral en Afganistán. La semana pasada desbloqué dos millones de francos y enviará a un observador in situ.

Cooperación. Desde 2002, Suiza ha consagrado un promedio de 20 millones por año al desarrollo de este país, que cuenta con un programa especial de la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo. Las prioridades de esta ayuda suiza son la mejora de las condiciones de vida de los afganos, la buena gobernanza y la protección de la población.

Expatriados. En 2007,183 Suizos vivían en Afganistán.

En cumplimiento de los estándares JTI

Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI

Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.

Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR