Autocrítica de cascos azules por su inacción ante una matanza en RDCongo
Los cascos azules estacionados en el este de República Democrática del Congo tuvieron una respuesta “inadecuada” ante la matanza perpetrada a principios de mes en el pueblo de Miriki, declaró este miércoles el responsable de la fuerza militar de la ONU en el país.
“Se ha constatado que hubo una respuesta tardía y que yo mismo, en tanto que responsable de la Fuerza, considero como inadecuada”, declaró el general Jean Baillaud en una rueda de prensa, refiriéndose a los soldados sudafricanos estacionados a un kilómetro de ese pueblo y que no intervinieron para atajar la matanza de carácter étnico.
Dieciséis o 17 personas de la etnia Nande fueron masacradas en la noche del 6 de enero en Miriki, a unos 110 kilómetros al norte de Goma, capital de la provincia de Kivu Norte. La ONU, las autoridades locales y el ejército congoleño imputaron la masacre a los rebeldes hutus ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDLR).
Un destacamento local de la fuerza de la ONU (MONUSCO) fue alertado por unos vecinos, pero no se movió. Tampoco intervino una patrulla del ejército congoleño que se encontraba cerca del lugar.
Para el general Baillaud, “hay que sacar todas las conclusiones y proceder a todas las verificaciones sobre lo que ha sucedido”. El general estimó también que hay que preguntarse sobre “los riesgos” de la masacre para la estabilidad en la zona y la identidad de los autores de estos crímenes y sus posibles cómplices.
