El grupo petrolero británico BP anunció este martes unas pérdidas netas de 6.480 millones de dólares en 2015, por la fuerte caída de los precios del crudo, y la supresión de miles de empleos más.

Estos resultados contrastan con los 3.780 millones de dólares de beneficios obtenidos en 2014 por el grupo.

BP anunció igualmente una carga financiera de 2.600 millones de dólares en el cuarto trimestre, esencialmente por las depreciaciones en las actividades de exploración y producción, así como por gastos de restructuración.

El grupo subrayó el "impacto de la fuerte bajada de los precios del crudo y del gas" para justificar los malos resultados.

Al igual que sus competidores, el grupo británico redujo sus inversiones y efectivos frente al desplome de las cotizaciones del petróleo.

Este año, prevé unas 4.000 supresiones de puestos —ya anunciadas— así como otras 3.000 suplementarias antes de que termine 2017. Este último recorte se había anunciado internamente y este martes fue comunicado públicamente.

"Seguimos actuando con rapidez para adaptarnos y reequilibrar BP", declaró Bob Dudley, director general del grupo.

"Estamos haciendo progresos para gestionar y reducir nuestros costes y nuestros gastos en capitales, al tiempo que mantenemos las operaciones seguras y fiables", aseguró.

BP siguió además pagando la factura de la explosión en 2010 de la plataforma Deepwater Horizon en el golfo de México. La empresa tuvo que aprovisionar otros 12.000 millones de dólares el año pasado para pagar las consecuencias de la catástrofe, que causó 11 muertos y una marea negra gigantesca.

Las acciones de BP se vieron afectadas por los resultados, y perdían 8% en la bolsa de Londres a media mañana del martes, la caída más fuerte de una empresa del índice FTSE-100 de los principales valores.

El único punto positivo para los inversores fue que se mantienen los dividendos de 1o peniques por acción en el cuarto trimestre.