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Clinton y Sanders suben el tono en tenso debate Demócrata en EEUU

Hillary Clinton y Bernie Sanders el 4 de febrero de 2016 antes de participar en el debate demócrata en Durham, Nuevo Hampshire afp_tickers

Los dos aspirantes del partido Demócrata a las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre, Hillary Clinton y Bernie Sanders, aumentaron visiblemente este jueves el tono en sus críticas, durante un debate realizado antes de las primarias del próximo martes en New Hampshire.

Clinton y Sanders trabaron un debate en la Universidad de New Hampshire después de una victoria extraordinariamente ajustada de la ex secretaria de Estado en la primaria de Iowa, un resultado considerado un enorme triunfo para el senador por el estado de Vermont.

Este jueves, los dos aspirantes presidenciales iniciaron el debate buscando mostrar unidad frente a los candidatos del partido Republicano, pero la temperatura subió rápidamente después que Sanders mencionó el dinero que Clinton recibió del banco Goldman Sachs por conferencias privadas cuyo contenido permanece reservado.

Visiblemente irritada, Clinton interrumpió a Sanders y le pidió que cese la campaña para “ensuciar” su nombre con sugerencias, y que si tenía pruebas concretas de que ella se había “vendido” a las grandes corporaciones que las presentara.

“No creo que este tipo de ataques por insinuaciones sean dignos de usted. Ya basta. Si tiene algo para decir, dígalo directamente. Encontrará que nunca he cambiado una opinión o un voto a causa de las donaciones que he recibido”, dijo Clinton sin ocultar su indignación.

Sanders se mantuvo firme y reiteró que es el “único aspirante Demócrata” que no recibe millonarias donaciones de “Wall Street y los grandes bancos”.

El comité de campaña de Clinton recibió nada menos que 15 millones de dólares en donaciones por parte de bancos de Wall Street, y otros seis millones donados por el multimillonario George Soros. Además, registros muestran que recibió unos 600.000 dólares por conferencias para Goldman Sachs.

Sanders afirmó que en su opinión “el modelo de negocios de Wall Street es fraude. Es un fraude. Y creo que la corrupción es generalizada”.

Ante una consulta de si estaba dispuesta a divulgar las transcripciones de sus conferencias con Goldman Sachs, Clinton dijo que estudiaría la cuestión.

– Números que “no cierran” –

En otro momento del debate, cuando discutían sus propuestas para el sistema de salud pública en Estados Unidos, Clinton dijo directamente que los números en que se apoyan las promesas de Sanders “no cierran”.

“El senador Sanders y yo compartimos objetivos progresistas. Pero los números no cierran de lo que el senador Sanders ha estado proponiendo”, dijo Clinton, para añadir que “yo no voy a hacer promesas que no puedo cumplir”.

Los dos aspirantes Demócratas también intercambiaron ásperos comentarios cuando el debate se concentró en las propuestas de política exterior.

“Un grupo de expertos en seguridad nacional e inteligencia militar emitió un comunicado expresando su preocupación con la visión del senador Sanders sobre política externa y seguridad nacional”, lanzó Clinton, en particular por sugerir la necesidad de hallar algún tipo de relación con Irán, un adversario declarado de Washington.

En respuesta, Sanders apuntó, en una sesgada crítica al desempeño de Clinton como Secretaria de Estado, que Estados Unidos tiene que mantener algún tipo de diálogo con sus enemigos y adversarios. “Es con ellos con quienes tenemos que hablar”, dijo.

La disputa entre ambos ocurre en un contexto en que los dos buscan definir el espacio del electorado que intentan atraer para sus campañas.

De esa forma, recordando pasadas declaraciones de Clinton, Sanders insistió en que “no se puede ser un moderado y un progresista al mismo tiempo”, y la ex secretaria de Estado respondió que ella es una “moderada capaz de presentar resultados efectivos”.

Clinton y Sanders apenas ensayaron buscar bajar los decibles de las críticas cruzadas al final del debate.

Sanders dijo que era prematuro discutir si, en caso de que resulte nominado candidato, estaría dispuesto a pedir a Clinton que sea su vicepresidenta. “Pero yo respeto a la senadora Clinton, y espero que sea recíproco. Sé que aún en nuestros peores días somos mejores que cualquiera de los candidatos Republicanos”, apuntó.

Sondeos preliminares indican que Sanders llega a la primaria de New Hampshire con una cómoda ventaja sobre Clinton, posiblemente de hasta 20 puntos porcentuales, aunque aún resta conocer con más precisión el impacto que los resultados de Iowa tendrán en esa nueva contienda.

Una derrota de la exsecretaria de Estado en New Hampshire, después de una tan apretada victoria en Iowa, encendería todas las alarmas, aunque sondeos a nivel nacional aún la colocan como la favorita entre los demócratas.

Para el equipo de Clinton, lograr una victoria en Iowa era fundamental para dejar atrás la experiencia de 2008, cuando también era favorita pero resultó derrotada por el entonces senador Barack Obama, quien inició allí una carrera indetenible hacia la Casa Blanca.

Entre los Republicanos, el senador ultraconservador Ted Cruz sorprendió al vencer la primaria de Iowa al multimillonario Donald Trump por una diferencia de 4% de los votos de los electores del partido.

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