Perspectivas suizas en 10 idiomas

El cardenal Zen, contrario a un acercamiento entre China y el Vaticano

"Durante décadas, el gobierno [chino] les ha hecho la vida muy difícil pero han seguido siendo fieles a Roma y al papa. ¿Y ahora deberíamos pedirles que se rindan?", lamenta Joseph Zen, cardenal de Hong Kong y obispo emérito de 86 años afp_tickers

Las principales víctimas de un acercamiento entre el gobierno chino y el Vaticano serían los católicos chinos, que durante décadas han vivido casi en la clandestinidad, asegura el cardenal de Hong Kong, Joseph Zen, en una entrevista a la AFP.

“Durante décadas, el gobierno [chino] les ha hecho la vida muy difícil pero han seguido siendo fieles a Roma y al papa. ¿Y ahora deberíamos pedirles que se rindan?”, lamenta el obispo emérito de 86 años.

“Algunos en China podrían rebelarse”, explica Zen, una figura respetada en la antigua colonia británica y conocido por su defensa de las libertades políticas y de las reformas democráticas.

Los 12 millones de católicos chinos (una cifra basada en estimaciones independientes) dudan entre la iglesia china oficial, con un clero sometido a las autoridades, y una iglesia clandestina, fiel al Vaticano pero que sigue siendo perseguida.

En las últimas semanas, el Vaticano se ha acercado al gobierno de Pekín reconociendo a siete prelados nombrados por el régimen chino, la primera decisión de este tipo que según Zen podría perjudicar a los católicos.

También preocupa la reciente decisión del Vaticano de pedir a dos de sus obispos chinos abandonar sus puestos a favor de otros, nombrados directamente por Pekín, uno de ellos excomulgado por Roma en 2011.

– “Vender la iglesia” –

En enero, Joseph Zen atacó abiertamente al Vaticano acusándole de “vender la iglesia católica china” y dio a entender que el papa Francisco no estaba al corriente de estas decisiones y que no las aprobaba.

Desde hace años existe un debate interno en el Vaticano sobre la cuestión. Para algunos, como el secretario de Estado Pietro Parolin, hay que ser flexible con Pekín para que acuerde más libertad a los católicos. Pero otros en el Vaticano critican esta idea y creen que el régimen chino no ha cambiado.

China y el Vaticano no tienen relaciones diplomáticas desde 1951.

El cardenal Zen, que en enero fue recibido por el papa, acusa a los altos responsables del Vaticano de tener su propia agenda política. “El papa no conoce el Partido Comunista chino pero estos responsables sí”, asegura, y se muestra escéptico con el gobierno chino.

Zen recuerda su propia experiencia entre 1989 y 1996, cuando era profesor en los seminarios de China continental oficialmente reconocidos por el gobierno. Los obispos estaban rigurosamente vigilados “y les manipulaban”, explica, “era desgarrador”.

Durante años, Hong Kong han sido uno de los principales apoyos de la iglesia clandestina china y muchos católicos de la región están en contra del acercamiento del Vaticano y el poder de Pekín.

Desde 1997, cuando Hong Kong fue devuelto a China en 1997, el cardenal Zen asegura que siente obligado a denunciar las violaciones de los derechos humanos.

Zen fue nombrado obispo de Hong Kong en 2002 por el entonces papa Juan Pablo II y fue uno de los principales oponentes a las leyes antisubversión dictadas por las autoridades locales, leales a Pekín, que llevaron a miles de personas a manifestarse en 2003.

“Hablo de todo esto porque siento que es necesario, no porque me guste” dice el cardenal dando un golpe en la mesa.

En 2006 Zen fue nombrado cardenal por Benedicto XVI y tres años después se jubiló pero no ha renunciado a su lucha.

“Saben que no pueden erradicar una religión” asegura. “Por eso si no pueden erradicarla tienen que controlarla”, asegura, aunque reconoce que si el Vaticano y China llegaran a un acuerdo lo respetará, por respeto al papa.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR