El grupo yihadista Estado Islámico se infiltra en Kenia
Kenia se siente amenazada por la creciente infiltración del grupo Estado Islámico (EI) en África del Este y teme que los kenianos que combatieron en las filas de los yihadistas cometan atentados a su regreso al país.
“Existe ahora una amenaza real del EI en Kenia y el peligro irá a más”, estima Rashid Abdi, analista del International Crisis Group con sede en Nairobi.
Prueba de ello, según él, son las detenciones efectuadas recientemente, como la de tres kenianos en mayo, acusados de reclutar para el EI y de haber “planificado ataques a gran escala”.
Los servicios de inteligencia kenianos cifran en un centenar el número de kenianos unidos a las filas del EI en Libia y en Siria suficientemente entrenados como para cometer atentados a su vuelta al país.
“Es una bomba de relojería”, afirma George Musamali, un consultor de seguridad y exoficial de las fuerzas paramilitares kenianas. “Lo que vayan a hacer en Siria o en Libia no es un problema para Kenia, pero lo que hagan a la vuelta, sí”, subraya.
En los últimos años, Kenia ha sufrido varios atentados sangrientos: Al Qaida atacó la embajada estadounidense en Nairobi en 1998 y los islamistas somalíes shebab, afiliados a Al Qaida, cometieron una matanza en el centro comercial Westgate en 2013 y en la universidad de Garissa en 2015.
En la práctica, la amenaza que representa el EI, una organización rival de Al Qaida, es difícil de evaluar.
– Ántrax –
“Kenia se expone a hallarse en la situación de Bélgica, Francia o Estados Unidos, donde los extremistas que se inspiran en el EI constituyen un peligro”, recalca Matt Bryden, director del instituto Sahan Research, con sede en Nairobi. “No estamos todavía en la fase de que combatientes aguerridos vuelvan al país, pero quizá no estemos lejos”, añadió.
En marzo, cuatro hombres comparecieron ante la justicia en Kenia, acusados de haber intentado ir a Libia para combatir en las filas del EI.
En mayo, la policía detuvo a tres kenianos, dos mujeres y un estudiante de medicina, presunto cabecilla de una “red terrorista”. Son sospechosos de haber “planificado ataques a gran escala”, entre ellos “un ataque biológico en Kenia con ántrax”.
Tres semanas después, la policía anunció la detención de dos presuntos miembros del EI y afirmó que el grupo “intenta establecerse en Kenia”. Se incautó además de “material terrorista generalmente usado en la fabricación de artefactos”.
Muchos expertos matizan la posibilidad de un ataque inminente del EI en Kenia, aunque consideran real la amenaza de una radicalización de la juventud, muy frustrada.
“No vemos que haya intención de cometer un ataque con ántrax ni que se esté preparando”, afirmó a la AFP un responsable de seguridad extranjero. Según él, el EI se dedica principalmente al reclutamiento.
– Proliferación –
Martine Zeuthen, del Royal United Services Institute, considera fiables las informaciones sobre kenianos reclutados para luchar, sobre todo en Libia.
“Al igual que los que se fueron a combatir a Somalia y volvieron a Kenia, esta nueva categoría de reclutamiento también puede volver (al país) y constituir un riesgo”, afirma la experta, para quien los shebab siguen siendo la principal amenaza.
En el futuro, Kenia podría tener que enfrentarse a personas que actúan en “solitario” inspirándose en la ideología del EI difundida en internet, apuntan otros analistas.
Sobre todo porque el éxito de algunas operaciones contra los kenianos conllevan efectos secundarios indeseables.
“El desmantelamiento de redes yihadistas organizadas ha creado un vacío sobre el que se precipita el EI”, asegura Rashid Abdi. “Hay una proliferación de grupos yihadistas (improvisados) y esto hace que la situación sea todavía más peligrosa”, agrega.
