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Escándalo en Austria arruina la gran reunión en Milán de la ultraderecha europea

El italiano Matteo Salvini (izq) y la francesa Marine Le Pen, durante la reunión de ultraderechistas europeos en Milán, el 18 de mayo de 2019 afp_tickers

Los partidos nacionalistas y antiinmigrantes europeos, encabezados por el político italiano Matteo Salvini, la francesa Marine Le Pen y el islamófobo holandés Geer Wilders se reunieron este sábado en Milán para reforzar sus lazos con las elecciones al Europarlamento en el punto de mira, en una gran concentración arruinada por el escándalo de su socio austriaco.

Considerada por los adeptos a una derecha dura como el modelo a seguir en la Unión Europea (UE), la coalición de derecha y extrema derecha en el poder en Austria explotó el sábado tras la difusión de un video que supuestamente desvelaría casos de corrupción por parte del número dos del gobierno y líder del Partido de la Libertad (FPO), Heinz-Christian Strache.

El eurodiputado Harald Vilimsky, cabeza de lista del FPÖ para las elecciones europeas, anuló su viaje a Milán y fue reemplazado por su homólogo Georg Mayer, quien no habló del tema y llamó a “frenar la inmigración de África y Oriente Medio”.

A una semana de esos comicios, este escándalo cae en mal momento para Salvini y Le Pen, su principal aliada, que intentan construir una alianza ultraderechista con unas 12 formaciones, de manera de convertirse en la principal fuerza política en el Parlamento Europeo.

“No se trata de la ultraderecha, sino de tener sentido común. Son los extremistas los que han gobernado estos últimos 20 años a Europa”, clamó Salvini desde el palco instalado en la céntrica plaza del Duomo, la catedral milanesa.

De su lado, Marine Le Pen afirmó “no queremos esta Unión Europea que alimenta una globalización salvaje, sin reglas, que hace trabajar a esclavos para vender mercancía a desempleados”.

A la gran manifestación de la ultraderecha han asistido delegaciones de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Finlandia, Francia, Holanda y República Checa.

Banderas azules, pancartas con el lema “Italia primero” y cientos de fotos de Salvini con “Gracias Matteo” resaltaban.

“No a los burócratas, a las barcazas de migrantes y a los bienpensantes” rezaba otra.

“Quiero otra Europa”, comentó a la AFP el siciliano Cino Maddaloni, entre los simpatizantes que asistieron pese a la lluvia.

La internacional ultraconservadora está sin embargo muy dividida, pues entre las formaciones reinan las divergencias en cuestiones como los presupuestos o la distribución de los migrantes que se encuentran en la UE.

El gran objetivo es lograr que el grupo Europa de las Naciones y las Libertades (ENL) se convierta en la tercera fuerza del Parlamento Europeo, contando para ello con La Liga, la AN, el FPÖ y el flamenco Vlaams Belang, y así superar a los liberales y condicionar la política de la UE.

Salvini, vice primer ministro y ministro del Interior de Italia, ha multiplicado sus mítines electorales en las últimas semanas y no cesa de pedir a sus electores que se movilicen.

“El 26 de mayo se escoge ente el pasado y el futuro, entre la gente y los banqueros”, clamó.

– “Irrealizable” –

Miles de simpatizantes viajaron a la capital financiera de Italia, entre ellos 50 buses desde Turín, para escuchar a los líderes ultraderechistas Salvini, Le Pen y Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV) holandés.

“Basta islam, basta islam”, gritó en reiteradas ocasiones el líder holandés, célebre por sus posiciones islamofóbicas.

El diario italiano La Repubblica estima que Salvini podría obtener un buen resultado en las elecciones, pero reconoce que tiene muchas dudas sobre su liderazgo a nivel del Parlamento Europeo, ya que considera “irrealizable” una alianza internacional de las varias formaciones soberanistas.

“Los primeros que le han cerrado la puerta a Salvini fueron precisamente aquellos que la Liga considera sus interlocutores: la derecha austriaca, bávara y finlandesa”, recuerda el periódico.

Las diferencias, en efecto, son muchas. Pesa mucho la relación con Rusia, ya que tanto Le Pen como Salvini son considerados cercanos a Moscú, mientras que los partidos nacionalistas de los ex países comunistas son alérgicos a esa idea.

Para Sven Giegold, que encabeza las listas de los Verdes en Alemania, una alianza entre Matteo Salvini y George Meuthen, líder de Alternativa para Alemania (AfD), quien confirmó su presencia en Milán, es “totalmente imposible”.

“Salvini quiere la redistribución de los refugiados en Europa, Meuthen no quiere recibir ni uno y tampoco quiere dar dinero para la Europa del sur”, explicó Giegold a la agencia de prensa AGI.

– Dos grandes ausencias –

Salvini evitó hablar de las divergencias y del escándalo austriaco y prefirió citar a sus puntos de referencia, entre ellos el papa Benedicto VI y a la periodista Oriana Fallaci, crítica en sus últimos años del islam.

Según los sondeos más recientes, la Liga obtendría 26 diputados para el Parlamento Europeo, 20 más de los que cuenta actualmente, AN ascendería a 20 (+5) y la AfD a 11 (+10).

Otros partidos, algunos pequeños y con pocas posibilidades de obtener escaños, como el Volya búlgaro o el eslovaco Sme Rodina, lograrían un escaño.

A pocos kilómetros, en el parque Sempione, manifestantes antifascistas comenzaron a llenar al espacio para protestar contra la estrategia derechista.

“Recibir a los migrantes, expulsar a Salvini”, rezaba un cartel.

Brillaron por su ausencia el primer ministro húngaro, el ultraconservador Viktor Orban, quien garantizó a Salvini su “cooperación” tras las elecciones, aunque se niega a toda alianza con Le Pen.

Tampoco estará representado el gobernante Partido Ley y Justicia de Polonia, otra deserción importante.

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