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La apuesta política de Shinzo Abe por los Juegos también se retrasa un año

Shinzo Abe (izq) y Thomas Bach salen del escenario tras una ceremonia con motivo de que faltaba un año para la inauguración de los Juegos Olímpicos 2020, el 24 de julio de 2019 en Tokio afp_tickers

Para Shinzo Abe, el primer ministro japonés, los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020 eran una fuerte apuesta para simbolizar la reconstrucción de su país. Ahora, con el aplazamiento a 2021, habrá que esperar para saber el efecto político en su país.

En 2016, Shinzo Abe se había liberado en parte de su imagen encorsetada durante una ceremonia, la de la clausura de los Juegos Olímpicos de Rio, donde apareció disfrazado de Super Mario y saliendo de una tubería, en un guiño al célebre videojuego.

Esa puesta en escena, orquestada para el paso simbólico de la bandera olímpica de Rio-2016 a Tokio-2020, mostró su compromiso personal con la organización del evento, que debía ser el punto culminante de su mandato.

Ahora el hombre que ostenta el récord de longevidad en el puesto de primer ministro de Japón tiene la posibilidad de salvar al país de una doble amenaza, la de la pandemia del nuevo coronavirus y la posterior crisis económica que el mundo espera con temor. Ello podría incluso hacer que prolongara su mandato más allá de septiembre de 2021, creen varios expertos.

El primer ministro ha apostado fuerte por los Juegos Olímpicos y los convirtió en un símbolo de la reconstrucción nacional después del sismo, el devastador tsunami y la posterior catástrofe nuclear de Fukushima en 2011.

Pero la rápida propagación del Covid-19 ha supuesto un reto político para él, convirtiendo de golpe la organización de los Juegos Olímpicos en un riesgo, que ha motivado su aplazamiento a 2021 el martes de esta misma semana.

Para Tobias Harris, vicepresidente de la empresa de asesoría Teneo, este traslado de fechas permite “evacuar una fuente de incertidumbre para el gobierno podría incluso reforzar la popularidad de Abe en los sondeos, ya que una amplia mayoría de la población estaba a favor del aplazamiento”.

Japón, hasta ahora, ha conseguido controlar los efectos del coronavirus en su territorio, con 1.300 casos registrados y 45 muertos, unos números muy alejados de la catástrofe sanitaria que viven otros países.

– Presión económica –

El gobierno de Shinzo Abe recaba alrededor del 50% de opiniones positivas en las encuestas.

El primer ministro se beneficia de una falta de adversarios potenciales, tanto en su partido como entre una oposición dividida. A pesar de una serie de escándalos de corrupción, una economía con problemas y leyes impopulares, su gobierno no se ha visto nunca amenazado.

La nube más oscura que se presenta en el panorama de Shinzo Abe es la crisis económica que se espera que siga al desastre sanitario. Los analistas estiman poco probable que el aplazamiento olímpico tenga consecuencias económicas duraderas y estiman que los beneficios se verán diferidos en el tiempo y no se perderán.

“Después del golpe, los Juegos Olímpicos serán considerados como un episodio menor de la pandemia del Covid-19”, pronostica Robert Dujarric, director del Instituto de Estudios Asiáticos de la Universidad Temple de Tokio.

– Los Juegos, “un triunfo simbólico” –

Según los analistas, el riesgo para Abe está ahora en que la propagación del coronavirus adquiera una mayor gravedad en Japón. En el inicio de la crisis, el gobierno de Abe ya había sido criticado por una gestión demasiado pasiva.

Al contrario que otros países, Japón no ha decretado por ahora un confinamiento de su población y fue menos ágil que otros en aplicar restricciones a la entrada en su territorio. Las autoridades afirman que han estado siguiendo atentamente la evolución del problema y que las medidas tomadas, como el cierre de los centros escolares, han permitido contener la propagación del virus.

Sin embargo, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, advirtió la pasada semana que el número de infecciones en la capital aumentaba, solicitando a la población que evitara este fin de semana las salidas no esenciales a la calle.

El primer ministro “está todavía en una posición de fuerza, como lo muestran los sondeos. Pero eso va a cambiar si Japón se ve duramente afectado por la pandemia”, advirtió Tetsuro Kato.

Los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021 podrían constituir, por otra parte, “una etapa importante de la recuperación del mundo después de la pandemia”, subraya Tobias Harris.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

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