La ONU pone su atención en Indonesia y Sudán del Sur
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió este jueves al Gobierno indonesio que detenga la inminente ejecución de condenados por narcotráfico y que declare una moratoria de la aplicación de la pena de muerte.
Ban recordó que de acuerdo con el derecho internacional, la pena capital debería aplicarse por los delitos más serios, y dijo que “los delitos relativos a las drogas no reúnen esa condición”.
El llamamiento tiene lugar en momentos en los que las autoridades indonesias se disponen a fusilar a 14 condenados por narcotráfico, incluidos algunos extranjeros originarios de Nigeria, Pakistán, India y Zimbabue. Indonesia ha rechazado los pedidos internacionales para detener las ejecuciones.
Ban hizo pública una petición al “Gobierno de Indonesia para que detenga la inminente ejecución de presos por supuestos delitos relacionados con drogas”, según un comunicado de su portavoz.
Asimismo, el secretario general de la ONU habló también este jueves sobre la situación en Sudán del Sur, que está al borde del abismo, según dijo, tras el reciente recrudecimiento de los combates que desataron una ola de violencia sexual.
Ban aseguró ante el Consejo de Seguridad estar “horrorizado por la escalada de violencia sexual”, después de que funcionarios de la ONU reportaran al menos 120 casos de violación en las últimas tres semanas.
“Mientras estamos reunidos, Sudán del Sur está suspendido al borde del abismo”, dijo Ban durante un debate abierto sobre la paz en África. “Las promesas de paz, justicia y oportunidades del nuevo Estado han sido dilapidadas”, agregó.
La nación más joven del mundo, Sudán del Sur, se sumergió en diciembre en 2013 en la guerra y un acuerdo de paz firmado el año pasado colapsó este mes a raíz de los combates en la capital. Ban pidió un embargo de armas y que se impongan sanciones a Sudán del Sur, pero el Consejo de Seguridad aún debe aprobarlos.
