Perspectivas suizas en 10 idiomas

La propaganda del EI favorece la acción de personas con trastornos mentales

Unos expertos forenses de la policía alemana permanecen junto a un tren de cercanías en la estación de Grafing, cerca de Múnich, el 10 de mayo de 2016, después de que un hombre matara a una persona e hiriera a otras tres con un cuchillo afp_tickers

El número creciente de personas con trastornos mentales que cometen acciones violentas al grito de ‘¡Alá akbar!’ se debe, en parte, a que estos enfermos se dejan influir fácilmente por la actualidad y el contexto social, estiman algunos expertos.

El martes, un alemán de 27 años acuchilló a cuatro personas cerca de Múnich, causando la muerte a una de ellas. Tras el interrogatorio, las autoridades afirmaron que se trataba de un “desequilibrado” que no actuó movido por objetivos yihadistas.

En los últimos meses, este tipo de ataques aislados se han multiplicado en Europa. En estos enfermos. “los delirios siempre se han adaptado. Cada vez que la sociedad evoluciona, los delirios evolucionan”, explica a la AFP el experto en psiquiatría Daniel Zagury.

“Delirios místicos siempre los ha habido. A menudo son los más peligrosos (…) Es gente que ha amoldado sus delirios a la actualidad. Hoy es ‘Alá es grande’ lo que da un sentido místico y mesiánico a sus actos”, añade. “Por eso hay tipos que empotran su coche contra la muchedumbre o apuñalan a desconocidos, porque la actualidad alimenta su esquizofrenia, sus ataques delirantes…”, prosigue el experto.

Pero hay que evitar abusar del término de “desequilibrado”: en los casos de acciones yihadistas hay pocos enfermos mentales, sólo alrededor del 10%, estima. Los otros son “pequeños delincuentes con cabeza hueca, con una primera vida de toxicomanía, de contrabando, y en la segunda lavan la primera con un islam radical; o bien, los más peligrosos, gente estrictamente normal con un compromiso ideológico, sin pasado en la delincuencia, a veces con estudios, muy determinados”.

– “Un Alá más vengativo” –

“Un delirio es algo que da sentido a la existencia cuando ya no lo tiene”, afirma Zagury, que ha evaluado a varios yihadistas. “Se alimenta sobre todo de lo que pasa en el mundo. Otro contexto social, habría expresado sus propios delirios”.

Para la psicóloga clínica Amélie Boukhobza el problema estriba “en ponerse de acuerdo sobre el término de desequilibrado” porque una persona “puede ser cercana al movimiento islamista radical y también tener problemas psiquiátricos”.

“Actualmente, la omnipresencia de Dáesh (acrónimo árabe del Estado Islámico) en los medios de comunicación puede influir sobre los más desequilibrados. De forma general, en los delirios psiquiátricos, Dios suele estar presente. Un Dios bueno o malo. Con la amplitud que adquiere el fenómeno Dáesh, Dios puede sustituirse por Alá. Un Alá más presente y vengativo”, agrega.

“Sería interesante lanzar un estudio científico, con un registro de todos los casos. Con frecuencia tendemos a decir que se trata de desequilibrados, pero habría que hacer un estudio de verdad. Cada caso es particular”, dijo.

El grupo EI ha entendido muy bien que puede sacar provecho de sus llamamientos incesantes a la acción contra “los impíos”, asegura a la AFP el psicólogo Patrick Amoyel. “Saben que cuanto más ocupen el espacio mediático, más eco tendrán entre la población de fácil radicalización o entre los psicopáticos. Representan la antisociedad, el anti Occidente, esto puede canalizar -dice- una radicalidad social sin pasar forzosamente por una política y religiosa”.

“Están los que saben lo que hacen, que lo hacen con conocimiento de causa, son los verdaderos terroristas”, pero también “los que tienen psicopatologías de paso a la acción” y las consignas del EI pueden hacer que actúen.

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR

SWI swissinfo.ch - unidad empresarial de la sociedad suiza de radio y televisión SRG SSR