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La UE y Turquía abogan por mejorar el diálogo pese a los desacuerdos

Federica Mogherini y el ministro de Exteriores eslovaco, Miroslav Lajcak, comparecen ante la prensa este sábado 3 de septiembre en Bratislava afp_tickers

Los ministros de Exteriores de la Unión Europea subrayaron este sábado en Bratislava la necesidad de mejorar sus relaciones con Turquía, dañadas tras la intentona golpista de julio, si bien las diferencias sobre la purga masiva lanzada por Ankara seguían patentes.

Turquía, principal socio de la UE en materia migratoria y candidato a la adhesión al bloque, criticó la falta de apoyo de sus socios europeos tras el golpe y las preocupaciones de estos sobre los derechos humanos y el estado de derecho en el país.

“El principal mensaje que compartimos es (…) que tenemos que hablar menos el uno del otro y más el uno con el otro”, dijo en rueda de prensa la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien reiteró las muestras de apoyo a “las instituciones y al pueblo turco”.

En la primera reunión de los 28 con su socio turco desde la intentona golpista, los cancilleres europeos y el ministro turco de Asuntos para la UE, Ömer Çelik, acordaron el respeto de los compromisos adoptados hasta ahora, ya sea “en términos de visados, de aduanas, de gestión de flujos migratorios”, explicó Mogherini.

En marzo, la UE firmó un acuerdo con Ankara para frenar la llegada masiva de migrantes y refugiados a suelo europeo, a cambio de acelerar las negociaciones sobre su adhesión al bloque, de liberalizar los visados y de unos 3.000 millones de euros de ayuda para gestionar la crisis migratoria.

“El conjunto de la mayoría de los países de la UE apostamos por que este proceso [de adhesión] continúe”, expresó el secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Ignacio Ybáñez, a su llegada a la reunión.

Sin embargo, aunque la llegada de migrantes a suelo europeo se ha frenado de manera importante, la liberalización de visados no ha progresado por los temores de los europeos respecto a la legislación antiterrorista turca y una eventual reintroducción de la pena de muerte.

“Si Turquía toma el camino de la pena de muerte, es el final del camino europeo”, reiteró el sábado el jefe de la diplomacia belga, Didier Reynders.

Sin embargo, el ministro turco para Asuntos de la UE, que sugirió a sus socios europeos más “empatía”, señaló que la pena capital no estaba en la agenda del parlamento.

Pero, en la línea de lo expresado el jueves por el primer ministro turco Binali Yildirim, reiteró que su país no piensa cambiar su legislación antiterrorista, una condición fijada por la UE para aplicar la exención de visado a los ciudadanos turcos.

“Sin liberalización de visados, Turquía no participará en nuevos mecanismos” para responder a la crisis migratoria, advirtió Çelik, para quien esta podría agravarse si la situación se degrada todavía más en Siria e Irak.

El responsable turco se comprometió, no obstante, a respetar el acuerdo cerrado en marzo. “La UE y Turquía deberían continuar centradas en una agenda positiva y seguir con nuestra cooperación entorno a nuestros valores políticos comunes”, añadió en un tono más optimista.

Mogherini tiene previsto viajar a Turquía el próximo viernes, junto al comisario europeo de Negociaciones de Ampliación, Johannes Hahn.

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