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ONU deplora que persistan las amenazas contra los rohinyás en Birmania

Campamento de refugiados rohinyás entre Birmania y Bangladés el 23 de enero de 2018 afp_tickers

La ONU deploró este martes que persistan las amenazas y tensiones en Birmania contra los musulmanes rohinyás, a la vez que advirtió que no están dadas las condiciones para el regreso de cientos de miles de miembros de esta minoría que huyeron a Bangladés.

“Tras cinco meses, el flujo continúa sin interrupción”, dijo el subsecretario general adjunto de la ONU para asuntos políticos, Miroslav Jenca.

Recordando las tres exigencias establecidas hace meses por el Consejo de Seguridad -detener la violencia, permitir el acceso humanitario y el regreso de refugiados-, el responsable añadió que “nada de eso ha sido puesto en marcha”.

“Las amenazas se mantienen, igual que las tensiones” y “estamos preocupados por la protección de aquellos que volvieron” a Birmania, precisó.

Los refugiados se arrepienten de haber regresado, reiteró el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, al hablar por videoconferencia con el Consejo de Seguridad. También confirmó que el flujo de refugiados hacia Bangladés continúa.

“Los reportes de violencia se mantienen” y “es importante que las fronteras permanezcan abiertas”, dijo.

“Permítanme ser claro: las condiciones aún no están dadas para la repatriación voluntaria de los refugiados rohinyás”, aseguró Grandi, añadiendo que las “causas que los llevaron a huir no han sido atendidas”.

Los refugiados permanecen en campos improvisados en Bangladés, pese a un acuerdo alcanzado entre ese país y Birmania para permitir su regreso al estado de Rakáin (oeste), donde habitaban.

La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, urgió al Consejo de Seguridad a garantizar que los militares birmanos sean responsabilizados por su campaña contra los rohinyás y dijo que la líder Aung San Suu Kyi debe reconocer las atrocidades.

“Este Consejo debe hacer responsables a los militares por sus acciones y presionar a Aung San Suu Kyi a reconocer estos horrorosos actos que están ocurriendo en su país. No más excusas”, dijo Haley.

Birmania ha sido acusada por la ONU de limpieza étnica tras el lanzamiento a fines de agosto del año pasado de operaciones del ejército contra rohinyás en el oeste del país.

Más de 690.000 miembros de esta minoría que vivían en esa región se han refugiado en Bangladés.

El ejército y milicias budistas están señaladas de violaciones, torturas, asesinatos e incendios de poblados, entre otros.

– “Muy asustados para volver” –

Jenca señaló que el “acceso humanitario continúa siendo muy complicado” en Rakáin.

Igualmente pidió la libertad de dos periodistas de la agencia Reuters, presos desde hace dos meses por haber investigado una masacre.

Hasta ahora, el Consejo de Seguridad se había reunido poco para analizar esta crisis, principalmente por oposición de China, aliada del régimen birmano.

Este martes, China pidió paciencia y destacó que la “estabilidad y el orden” han sido reinstaurados en Rakáin. La crisis de los rohinyás “no puede ser resuelta de un día a otro”, dijo el embajador chino Ma Zhaoxu.

Haley aseguró, en tanto, que los rohinyás no deben volver a Birmania hasta estar seguros de que “no serán nuevamente víctimas de los mismos horrores que los hicieron huir de sus casas en un primer momento”. “Muchos están todavía muy asustados para volver”, dijo.

Sus preocupaciones fueron replicadas por Francia, Reino Unido y Suecia, pero el embajador birmano dijo que su gobierno está listo para recibir a los refugiados.

Birmania ha hecho “grandes avances” para retomar la estabilidad y ha dado una lista de “508 hindús y 750 musulmanes” a Bangladés para que sean de los primeros en volver, según el embajador Hau Do Suan.

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