Una mina del noroeste de México contamina un río que abastece siete municipios
Una mina del estado mexicano de Sonora (noroeste) contaminó un río con miles de metros cúbicos de sustancias tóxicas, dejando siete municipios con restricciones en el suministro de agua, incluida la capital estatal, informaron el domingo las autoridades de México.
El jueves pasado, una mina del municipio de Cananea registró un “derrame de 40.000 metros cúbicos de ácido sulfúrico” que se vertieron en el río Bacanuchi, afluente del río Sonora, cuya longitud es de unos 420 kilómetros y se localiza en el estado homónimo, informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) en un comunicado.
Las aguas del río se tornaron de color anaranjado, según las imágenes difundidas por los medios locales, que aseguran que el derrame de la mina mató a peces, ganado y afecta productores locales de leche.
Así, la Comisión Nacional del Agua informó de que se restringe el suministro de agua en siete municipios por donde pasa el río afectado, entre ellos la capital de Sonora, Hermosillo, que se abastece en un 3% de ese caudal.
Por su parte, la PROFEPA ordenó a la empresa minera Buenavista del Cobre, que forma parte de Grupo México -gran productor de cobre, con presencia en Estados Unidos y Perú- “aplicar un plan de remediación total” tras el incidente, que requirió la neutralización del ácido sulfúrico por medio de cal, la construcción de represas para evitar mayores escurrimientos y el bombeo del agua contenida.
En tanto, las autoridades continúan buscando concentraciones de residuos metalúrgicos en el agua de la zona y preparan posibles procesos legales contra la minera responsable del derrame.
Sonora, que genera el 27% del total de la minería en México, es el principal productor de oro, cobre, grafito, wollastonita, carbón antracítico y molibdeno del país.
En agosto del año pasado, un camión remolque que transportaba cianuro para una mina de oro y plata en Sonora se volcó en una carretera, derramando la peligrosa sustancia en el río Yaqui. Esto provocó escasez de agua potable en la zona, intoxicaciones en algunas personas y la muerte de numerosos reptiles y aves.
