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Una UE dividida apuesta por Turquía para frenar la llegada de migrantes

Un padre sirio detenido por soldados turcos sostiene a su hijo en brazos en Dikili, oeste de Turquía, el 5 de marzo de 2016. El hombre intentaba llegar a la isla griega de Lesbos cruzando, como muchos otros, el mar Egeo afp_tickers

La Unión Europea (UE) intentará el lunes presionar al gobierno de Turquía para que la ayude a frenar la llegada de miles de migrantes y controlar una crisis que está poniendo en peligro la unidad del bloque y que este domingo provocó 25 muertos en un naufragio en el mar Egeo.

Los 28 se reunirán en Bruselas con el primer ministro turco Ahmet Davutoglu para intentar hacer frente a la llegada masiva de demandantes de asilo, que en 2015 alcanzaron la cifra récord de 1,25 millones.

Davutoglu se desplazará a Bruselas este domingo para preparar el encuentro junto a la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro holandés, Mark Rutte, informaron fuentes diplomáticas.

La cumbre, la segunda en menos de cuatro meses, coincide con un clima tenso entre Turquía y la UE, muy crítica con la política represiva del presidente islamoconservador Recep Tayyip Erdogan, como demuestra la reciente intervención de un diario de oposición.

A finales de noviembre, la UE firmó con el gobierno de Ankara un “plan de acción” para detener a los miles de migrantes que salen de las costas turcas en dirección a las islas griegas.

Antes de viajar, el dirigente turco dijo que su país había realizado importantes avances para respetar su parte del plan de acción.

Sin embargo, este domingo al menos 25 personas, incluyendo 10 niños, murieron en un naufragio en la estación de Didim, en el suroeste de Turquía, informaron las autoridades de Ankara.

Tras un gira en los Balcanes, Grecia y Turquía, el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk se mostró optimista el viernes y afirmó que existe “un consenso europeo (…) para una estrategia global que, si se pone en marcha de manera leal, puede frenar los flujos”.

Tusk propone aplicar al pie de la letra los acuerdos de libre de circulación de Schengen para que sólo puedan entrar en Grecia las personas que hacen una demanda de asilo.

Esta medida permitiría levantar este mismo año los controles fronterizos decididos unilateralmente por algunos países de la UE —un intento de frenar el avance caótico de los migrantes hacia el norte— y también expulsar a los “migrantes económicos” hacia Turquía, que luego los devolvería a sus países de origen.

Por el momento, la UE quiere convencer a Turquía de que cumpla el acuerdo de noviembre y ponga en marcha en junio un sistema para readmitir en su territorio a los migrantes irregulares.

Como signo de buena voluntad, el gobierno turco ha aceptado readmitir a más de 800 migrantes de origen magrebí que pasaron a Grecia.

Los europeos también quieren que Turquía refuerce la lucha contra los traficantes de personas, con la ayuda de la OTAN.

– 32.000 migrantes bloqueados en Grecia –

En Grecia la situación es preocupante: desde que varios países de los Balcanes y de Europa central cerraron sus fronteras, cerca de 32.000 migrantes están bloqueados en el país en condiciones miserables.

Para hacer frente a la situación, la UE ha prometido a Atenas, sumida en una grave crisis económica, una ayuda de 700 millones de euros en los próximos tres años.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras calificó el domingo de “urgencia absoluta” la transferencia de miles de migrantes bloqueados en su territorio hacia otros países de la UE.

Mientras tanto, cada semana continúan llegando desde Turquía a las costas griegas entre 15.000 y 20.000 migrantes, tres veces menos que en octubre pero todavía demasiados, según los líderes europeos, que temen que el buen tiempo aumente esa cifra.

“Lo irónico es que somos nosotros los que tenemos que detener el flujo, los que tenemos que salvar la Unión Europea”, comenta el embajador de Turquía ante la UE, Selim Yenel. “Después de habernos ignorado durante diez años, ¡ahora de pronto se acuerdan de nosotros!”.

Según un responsable europeo, la UE cometió “un error estratégico” hace diez años cuando frustró las esperanzas de Turquía de entrar en el bloque.

A cambio de su cooperación en la crisis migratoria, Turquía ha conseguido contrapartidas de la UE como la supresión, quizás este mismo año, de los visados obligatorios para los turcos y la reanudación del proceso de adhesión a la UE.

Igualmente, la UE ha prometido una ayuda sustancial de 3.000 millones de euros para los 2,7 millones de refugiados sirios en su territorio.

La cumbre del lunes también debería servir para intentar buscar la unidad dentro de la UE, donde varios estados se niegan a poner en marcha el acuerdo de reparto de 160.000 refugiados para aliviar a Grecia e Italia.

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