Comunidad indígena peruana denuncia cultivos ilegales en su territorio y anuncia desalojo
Lima, 4 ago (EFE).- La comunidad nativa Mariscal Cáceres, del pueblo kakataibo asentado en la selva central de Perú, denunció cultivos ilegales de palma en su territorio y anunció operativos de sus guardias para proceder con su desalojo, en un comunicado compartido este domingo con la prensa extranjera en Lima.
Los miembros de la comunidad nativa Mariscal Cáceres, afiliada a la Federación Nativa de Comunidades Kakataibo (FENACOKA), informaron que encontraron, el pasado 25 de julio, las siembras de palma en su territorio reconocido.
En tal sentido, alertaron al Ministerio Público, la Policía Nacional y la Dirección Regional de Agricultura que deberán tomar cartas en el asunto, pero, a la vez, que «el pueblo Kakataibo actuará en defensa propia, frente a esta agresión».
«Anunciamos que ahora mismo nos encontramos organizando un nuevo operativo de desalojo, con apoyo de nuestras guardias. No vamos a permitir más invasiones a nuestros territorios», subrayaron.
Asimismo, hicieron responsables de cualquier hecho de violencia a los promueven la invasión de sus tierras y a la falta de acción decisiva de parte de las autoridades del gobierno, adscritas al Mecanismo de Protección de Personas Defensoras.
Hace un año, los representantes del pueblo kakataibo denunciaron en Lima el avance del narcotráfico y otras actividades ilegales que dañan su territorio amazónico y traen amenazas a sus líderes, y también lamentaron la ausencia de las autoridades.
«Sufrimos día a día. Nuestros territorios están siendo invadidos sin piedad. Ellos (las actividades ilegales) no tienen temor, cada día estamos más despojados de nuestros territorios, es esta nuestra lucha que no solo es nuestra, es de toda la patria y de todo el mundo para poder seguir respirando el aire puro”, afirmó a EFE el presidente de la FENAKOCA, Herlin Odicio.
Ubicado en la selva amazónica central peruana, en los departamentos de Ucayali y Huánuco, el pueblo kakataibo tenía un mensaje muy claro: sus líderes reiteraron que no están pidiendo ningún favor, solo están pidiendo respetar sus derechos.
El avance del narcotráfico, la tala ilegal y otras actividades está provocando que las comunidades que habitan estos territorios ya no puedan vivir de forma tranquila, tanto por la contaminación y despojo de sus tierras, como por las amenazas que sus representantes reciben.EFE
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