Consolidación del FSM
A unas horas de que concluya, el Foro Social Mundial (FSM) avanza a pesar de sus discrepancias internas y el desafío mundial que afronta.
Los más de 12 mil delegados, procedentes de 150 países, que viajaron a la capital del Estado de río Grande do Sul , y la multitudinaria manifestación de apertura la tarde del 31 de enero, con cerca de 40 mil participantes, dan cuenta del creciente interés que despierta el Foro Social Mundial (FSM).
La cita brasileña se ha convertido en la convocatoria de reflexión-debate más nutrida del movimiento anti-globalización neoliberal, desde su nacimiento, a mediados de la década pasada.
A diferencia del año pasado, los participantes no esperan una declaración final. Esta vez se prevé que las conclusiones de cada una de las 27 conferencias sinteticen el debate e impulsen el marco conceptual de las áreas claves, que van desde el comercio mundial hasta la producción-comercialización solidarias, pasando por la deuda o la tasa a las transacciones de capitales.
La agenda del 2002
Esa estrategia permitiría que el FSM cerrara sus puertas el martes próximo (05.02.02) con el ofrecimiento de una serie de alternativas que aun cuando tendrían que perfeccionarse, harían posible la instrumentación de una agenda social mundial para el 2002.
Una de las principales actividades previstas para el año en curso es una consulta popular, en el mes de septiembre, sobre la programada creación de un Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA). La concretización de ese objetivo sería un logro máximo de este encuentro de Porto Alegre.
También hay tensiones
Un movimiento social de tal envergadura no podría estar exento de tensiones. Así, mientras los organizadores rechazaron la participación de una delegación del Banco Mundial (BM), las autoridades locales recibieron a una misión del Banco Interamericano de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD) que participó en el Foro.
Otro debate fundamental se produce en torno al futuro del FSM. Algunos de los principales organizadores -especialmente algunas ONG y la Comisión Paz y Justicia- se pronuncian porque la edición del 2003 se realice descentralizadamente en seis o siete ciudades de diferentes continentes.
En todo caso, el Foro Social Mundial avanza en la recta final. En medio de pasillos desbordantes y salas apretujadas. De consignas y aplausos. De búsquedas de alternativas, y hasta de sus propios de sus propios problemas. Todo ello, como prueba de que otro mundo es posible.
Américo Grundente, enviado especial a Porto Alegre
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