Crece la pujanza femenina en la economía
Hoy, seis de cada diez mujeres desempeñan una actividad remunerada, el doble que en la década de los años 70.
Sin embargo, sus condiciones laborales e ingresos son menos favorables que las de sus colegas masculinos; lo que coloca Suiza en los últimos lugares europeos en materia de igualdad de oportunidades.
Sin ellas, la economía suiza sería mucho más frágil. De hecho, crecería a la mitad del ritmo actual. Su incursión en la vida económica helvética ha avanzado a paso vertiginoso, y las estadísticas nacionales dan cuenta de ello:
En 1971 -año en el que la mujer obtuvo el derecho al voto en Suiza-, sólo tres de cada diez realizaban alguna actividad remunerada. En 2005, la presencia se duplicó para pasar a seis de cada diez suizas integradas plenamente al mercado laboral.
Sin embargo, no disfrutan de las mismas prerrogativas, ingresos y oportunidades de formación permanente que sus colegas masculinos, lo que sitúa a la Confederación Helvética entre los últimos lugares de Europa en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Opaco perfil laboral
En Suiza hay 1,52 millones de mujeres que trabajan día con día.
En 90% de los casos, bajo características y condiciones de trabajo menos favorables que las que gozan sus colegas masculinos (la brecha puede ser insignificante en algunos casos y sectores, y muy pronunciada en otros).
De acuerdo con la Oficina Federal de Estadística (OFS), los principales rasgos del perfil laboral femenino actual son los siguientes: ocho de cada diez empleos temporales en el país son desempeñados por mujeres.
En materia de remuneraciones, el salario promedio de un varón era de 5.570 francos suizos mensuales en 2004.
En el caso de las mujeres (con nivel de calificación y experiencia equivalentes), el salario promedio devengado en Suiza el año pasado fue de 4.970 francos suizos.
Por tipo de actividad, el 70% de las mujeres que trabajan se encuentran empleadas en cualquiera de estas tres actividades: comercio al menudeo, limpieza o servicios de salud.
El otro 30% se dedica a profesiones como la medicina, abogacía, diplomacia, comunicación, relaciones públicas, etcétera, pero sólo un selecto 10% accede a un cargo de alta responsabilidad dentro de los cinco primeros niveles de una empresa o de las instituciones gubernamentales.
El desempleo encubierto
Hablar de la presencia laboral femenina nos remite obligadamente al tema del desempleo.
La Secretaría de Estado de Economía (Seco) reconoce un total de 69.567 mujeres sin trabajo hasta el 30 de abril del 2005, lo que equivale a una tasa del 4,5% con respecto al total de mujeres mayores de 15 años con interés de trabajar.
Lo peor de este panorama no es el dato en sí mismo, sino que este indicador no refleja la realidad del país.
Para ser considerado estadísticamente como desempleado, el interesado(a) debe registrarse en la Oficina Regional de Colocación que le resulte más cercana.
En Suiza, hay miles de mujeres que ni siquiera se registran porque todo aquel que lo haga está obligado a aceptar inmediatamente una ocupación cuando se presente un empleo acorde a sus necesidades.
Sin embargo, actualmente siete de cada diez mujeres en desempleo están a cargo del hogar y de uno o más hijos, por lo que difícilmente pueden integrarse de inmediato a la fuerza laboral. Así es que optan por no buscar trabajo aunque tengan necesidad del mismo.
El factor cultural, por supuesto, también juega un papel importante en este proceso de “apatía laboral”. A escala regional, la Suiza de expresión italiana es la más afectada, y la alemana la menos golpeada por la falta de oportunidades.
Suiza, lejos de la igualdad
El panorama antes descrito coloca a Suiza entre los últimos lugares de Europa en materia de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Esta semana (16.05.), el World Economic Forum (WEF), organización basada en Ginebra que agrupa a las 1.000 empresas más rentables del mundo, y que convoca cada año en Davos a los principales líderes empresariales, gubernamentales, académicos, intelectuales y mediáticos, presentó un minucioso trabajo sobre la equidad de género.
Suiza quedó situada en el lugar número 34 dentro de un universo de 58 naciones analizadas por el WEF, por sus avances en lo relativo a la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
Los primeros cinco sitios son ocupados por Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia. En tanto, Gran Bretaña ocupa el lugar 8, seguida de Alemania (9).
En el Viejo Continente, sólo se encuentran detrás de Suiza dos naciones: Italia (45) y Grecia (50).
swissinfo, Andrea Ornelas
En 1971, sólo tres de cada 10 mujeres de 15 años trabajaban. Hoy, son 6 de cada 10.
Un trabajador suizo gana en promedio 5.570 francos suizos al mes, mientras una mujer percibe 4.970 francos por realizar exactamente el mismo trabajo.
Ocho de cada 10 empleos temporales en Suiza son desempeñados por mujeres.
Suiza ocupa el lugar 34 de 58 por igualdad de oportunidades para los dos sexos, según el WEF.
El panorama laboral suizo se ha transformado radicalmente durante las últimas tres décadas; cada vez más mujeres forman parte de la vida activa, pero bajo la constante de menores ingresos y oportunidades de formación.
Las principales actividades que desempeña la mujer suiza son venta al menudeo, actividades de limpieza y servicios de salud, y en muchas ocasiones a tiempo parcial.
Los avances de Suiza son positivos, pero el país se mantiene lejos en materia de igualdad de oportunidades de Noruega, Suecia o Gran Bretaña.
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