Suiza, a vista de pájaro
En el Museo Suizo de Transportes y de la Comunicación de Lucerna, la extensa vista aérea del territorio suizo es un atractivo en sí mismo. Y se ha vuelto aún más interesante con la aplicación de modernas técnicas de información.
Con ayuda de un monitor computarizado el visitante puede seguir tres senderos históricos y culturales sobre el mapa de la geografía helvética.
Provistos de típicas pantuflas rojas con la cruz blanca de la bandera suiza, los interesados se deslizan sobre un gran mapa de Suiza, de una escala de 1:20.000.
Se trata de una fotografía aérea que ocupa 200 metros cuadrados de superficie en el Museo Suizo de Transportes y Comunicación de Lucerna. Es el único mapa de esas dimensiones que muestra un país completo.
Resulta algo único que “en una imagen se pueda ver todas las zonas verdes con las que contamos y toda el agua que tenemos en Suiza”, dice Blandina Werren, responsable de comunicaciones del museo.
“Es una imagen aérea de todo el país sobre la que se puede andar y aún reconocer las casas desde esa perspectiva”, agrega Werren.
Incluso se pueden ver automóviles en esta imagen reconstruida por 7.800 fotografías aéreas colocadas en el piso de la sala denominada Arena Suiza (Swissarena). Cada riachuelo, cada montaña se ve más clara que si se viese desde la ventana de un avión.
La tomas aéreas son las mismas que utiliza Google Earth, aunque el tapete de la Swissarena tiene la ventaja de poder abarcar todo el país sin tener que limitarse a un fragmento, como ocurre cuando se observa a través de la pantalla del ordenador.
Caminos históricos
Además, el público interesado puede seguir tres caminos históricos, gracias a un tablar computarizado sensible al tacto, denominado ‘Rover’.
Con un rayo láser, el ‘Rover’ conduce a la persona de un lugar a otro en la superficie del mapa e informa en su pantalla sobre los caminos y los lugares que se van recorriendo de forma virtual.
De los doce caminos culturales de Suiza realizados por el Centro de Historia de las Comunicaciones ViaStoria, en el Museo de Lucerna se encuentran disponibles tres: ViaCook, ViaJacobi y ViaGottardo.
Estos senderos son probados actualmente por los visitantes para optimizarlos. “Me gustaría dejar abierta la posibilidad de establecer otras nuevas rutas”, dice Blandina Werren. “Por el momento, tres son ya más que suficientes, pero aún pueden desarrollarse más”.
La interactividad como valor
Con las rutas históricas a descubrir, el Museo Suizo de Transportes y Comunicación de Lucerna mata varios pájaros de un tiro: “Por un lado aumenta el atractivo del producto Arena Suiza”, subraya Werren.
A esto, agrega: “Se pueden retomar informaciones históricas cada vez que se desee sobre lugares concretos u objetos relacionados con ellos que se encuentran en el Museo de Comunicaciones”.
Esa interactividad se distingue desde los comienzos de esta institución, comenta Werren. “Los visitantes consideran esta experiencia fascinante”, especialmente las clases escolares. Los niños pueden conocer mejor el país y sus historias de una forma lúdica.
Werren no cree que se inunde al interesado con tantos datos. “El visitante busca por sí mismo lo que le gusta y lo que le interesa”.
Juegos para los niños
La Arena Suiza ofrece varias posibilidades de entretenimiento a los estudiantes. Pueden buscar de rodillas y con una gran lupa en mano algún lugar conocido o su casa, o pueden participar en juegos de búsqueda.
Si así lo desean, los alumnos pueden participar en un concurso y de esta manera divertida y llevando sus pantuflas rojas se acercan más al territorio suizo desde una nueva perspectiva.
swissinfo, Christian Raaflaub, Lucerna
(Traducido del alemán por Patricia islas Züttel)
La ‘Swissarena’ en el Museo Suizo de Transportes y Comunicación de Lucerna fue inaugurado en septiembre de 2002. Desde entonces se ha convertido en un consentido del público helvético, asegura la institución.
En el centro del museo se encuentra una inmensa foto a colores de Suiza, tomada a 4.000 metros de altura, compuesta de miles de tomas. El trayecto de Basilea a Chiasso mide casi doce metros y el de Ginebra a Schaffhausen, más de 15 metros.
A partir de mayo de 2007 se introdujo la herramienta del tablero computarizado para realizar los recorridos sobre el mapa.
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