Del Ponte no cometió falta en el caso Borodin
El Ministerio Público de Suiza desmiente categóricamente una denuncia que acusa a la ex fiscal federal, Carla del Ponte, de permitir la fuga de información confidencial relacionada con un importante caso de blanqueo de dinero. La queja es de un testigo.
Felipe Turover, testigo clave en el caso Borodin, sostuvo que Carla del Ponte, actual Fiscal acusador del Tribunal Penal Internacional de Naciones Unidas, en La Haya, puso en peligro su vida al pasar información detallada al diario italiano “Corriere della Sera”.
En declaraciones a la televisión suiza de expresión alemana, el portavoz de la Fiscalía Federal de Suiza, Hansjürg Mark Wiemer, admitió que del Ponte mantuvo estrecho contacto con el rotativo, pero negó que hubiera cometido alguna falta. La propia magistrada rechazó enérgicamente tal acusación.
El abogado de Turover señaló que su cliente piensa llevar su querella ante la Corte Federal.
El hecho se remonta a 1999, año en el que el “Corriere della Sera” publicó una serie de revelaciones sobre el caso Borodin, presentando a Turover – entonces empleado del Gotthard Bank de Lugano -, como testigo principal.
El caso, investigado actualmente por el juez de Ginebra, Daniel Devaud, presume que el ex alto funcionario ruso Pavel Borodin, blanqueó unos 45 millones de francos provenientes de sobornos pagados por las firmas suizas Mabetex y Mercatta.
Borodin habría aceptado coimas a cambio de jugosos contratos para la restauración de las instalaciones del Kremlin, cuya administración estaba a su cargo durante la presidencia de Boris Yeltsin.
Cabe recordar que las autoridades de Estados Unidos detuvieron a Borodin, en enero pasado, a petición de Suiza. Cuatro meses fue extraditado a Ginebra, donde compareció y posteriormente salió libre bajo fianza de cinco millones de francos, a condición de presentarse a la corte ginebrina si es notificado.
Desde entonces ha comparecido en cuatro ocasiones ante el juez Devaud y guardado hermetismo ante la prensa. Borodin, actual secretario del gobierno de Bielorrusia, insiste en su inocencia. Es probable que su próxima aparición en la Corte de Ginebra sea en el mes de agosto.
Las autoridades rusas archivaron este caso por “falta de pruebas”.
swissinfo y agencias
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