Destituidos dos ministros de Burkina Faso por la violencia yihadista
Uagadugú, 1 jul (EFE).- Los ministros de Defensa y de Seguridad de Burkina Faso fueron destituidos este miércoles tras las protestas contra la falta de seguridad convocadas por la oposición, después de que a principios de junio murieran al menos 160 personas en un ataque yihadista en el norte del país, informó hoy el Gobierno.
«El ataque de Solhan sirvió de detonador» y permitió poner en evidencia «un cierto número de disfunciones a nivel de nuestro dispositivo de defensa y seguridad», declaró el primer ministro, Christophe Dabiré, en declaraciones recogidas por el portal informativo local Burkina24.
Dabiré indicó que el objetivo es «reajustar» la visión del Ejecutivo para una mayor eficiencia en la lucha contra el terrorismo, pero que los ministros destituidos «no han sido indignos».
El ministro de Defensa, Cheriff Sy, fue sustituido por el presidente, Roch Kaboré, secundado por el teniente coronel Barthélémy Simporé como ministro delegado de Defensa.
Por su parte, el cargo de ministro de Seguridad, desempeñado hasta ahora por Ousséni Compaoré, ha sido otorgado a Maxime Koné.
Las destituciones tienen lugar después de que el pasado 26 de junio miles de personas se manifestaran en el norte del país contra la inseguridad y de que la oposición haya convocado protestas para los próximos 3 y 4 de julio.
«Hoy nuestro pueblo necesita ir unido contra el terrorismo. No debemos encontrar al enemigo equivocado», declaró hoy el primer ministro, al señalar que «la oposición tiene derecho a manifestarse», pero «simplemente estamos diciendo que la pregunta que hay que hacer es: ¿es realmente el momento?».
Burkina Faso sufrió la noche del pasado 4 al 5 de junio la peor masacre de su historia reciente con la muerte de al menos 160 personas en un ataque de un grupo afiliado a Al Qaeda contra la localidad de Solhan, en la región del Sahel (norte).
Este país africano padece reiteradamente la violencia yihadista desde abril de 2015, cuando miembros de un grupo afiliado a Al Qaeda secuestraron a un guardia de seguridad rumano en una mina en Tambao (norte), que sigue desaparecido.
La región más afectada por la inseguridad es la del Sahel, situada en el norte y que comparte frontera con Mali y Níger, aunque también se ha expandido a provincias limítrofes, como la región Centro-Norte, y al este del país.
Los atentados suelen atribuirse al grupo local burkinés Ansarul Islam, al Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM, por sus siglas en árabe), afiliado a Al Qaeda, y al Estado Islámico en el Gran Sahara (EIGS), que atacan también en los vecinos Mali y Níger.
La violencia en Burkina Faso ha causado una crisis humanitaria sin precedentes en la que más de 1,2 millones de personas han huido de sus hogares desde 2019 -cuando los desplazados internos se cifraban en más de 136.000-, de los que el 61 % son niños, según Unicef. EFE
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