Diez años de conflicto en Siria: un balance humanitario alarmante

La guerra en Siria ha dejado más de 6 millones de personas desplazadas y otros tantos refugiados, la mayoría de los cuales viven en la vecina Turquía. Keystone / Sedat Suna

Una década después del inicio de las hostilidades en Siria, las necesidades siguen siendo enormes, según advierten las organizaciones humanitarias suizas e internacionales. He aquí un resumen de los datos.

El conflicto de Siria se agravó en 2020 con la peor crisis económica que ha sufrido el país desde 2011, las sanciones internacionales y la pandemia de la COVID-19. Este es el sombrío balance que ha realizado hace unos días el Comité Internacional de la Cruz Roja  (CICREnlace externo), con sede en Ginebra, sobre la situación humanitaria en Siria diez años después del inicio de las hostilidades.

“Tenemos un país destruido en más de un 80%, un sistema sanitario destruido, un sistema educativo destruido y encima, una crisis económica de grandes dimensiones”, resumía recientemente un médico de una ONG francesa en Siria en una serie de reportajes de la RTS.Enlace externo

Según las organizaciones humanitarias suizas e internacionales, las necesidades en Siria y los países vecinos siguen siendo inmensas y la ayuda a las personas desplazadas, los refugiados y los afectados por la pobreza sigue siendo esencial.

La ONU considera que la crisis siria es una de las mayores catástrofes humanitarias desde la Segunda Guerra Mundial. Estos diez años de conflicto han causado cerca de 400 000 muertos y 200 000 desaparecidos, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Más de la mitad de la población refugiada o desplazada

De los 21 millones de habitantes que había antes de la guerra, 6,6 millones de personas han huido de Siria para buscar refugio en el extranjero, principalmente en los países vecinos, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)Enlace externo.

Turquía sigue siendo el principal país de acogida, con 3,6 millones de refugiados sirios, seguido de Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Estos países son estructuralmente débiles y carecen de servicios adecuados de asistencia social.

Siria es actualmente el país de origen del mayor número de refugiados del mundo, y en Europa. Suiza acoge a unos 20.000, de los cuales casi la mitad (unos 8 500) no tienen estatuto de refugiado, sino solo el de personas admitidas a título provisional, según Cáritas Suiza.Enlace externo

La organización lamenta esta situación porque “estaba claro desde un principio que los sirios no podían volver a su país de origen inmediatamente, incluso es probable que no puedan regresar jamás”.

A esta cifra de refugiados hay que añadir 6,7 millones de desplazados en el interior de Siria, el mayor número de desplazados internos del mundo.

Estos movimientos de población han tenido un impacto significativo en la demografía del país. Algunas zonas han quedado despobladas, perdiendo hasta el 50% de su población.

Otras, en cambio, han experimentado una gran afluencia de personas provocando el hacinamiento en los campamentos. La construcción de nuevos centros de acogida es cada vez más complicado por el elevado coste de los materiales y los servicios y por la inseguridad permanente.

Una juventud sacrificada

Con más de la mitad de la población siria menor de 25 años, el conflicto se ha cobrado un alto precio en los jóvenes, según el estudio del CICREnlace externo publicado este mes. “Deja un panorama sombrío de una generación cuya adolescencia y juventud han sido sacrificadas en aras del conflicto”, ha declarado el director general del CICR, Robert Mardini.

Casi uno de cada dos jóvenes sirios encuestados dijo haber perdido a algún familiar o a alguien muy cercano en el conflicto. Uno de cada seis admitió que uno o ambos padres habían perdido la vida o habían resultado gravemente heridos, mientras que el 12% de ellos mismos resultó herido en los combates. Y casi 6 de cada 10 jóvenes han perdido uno o más años de escuela.

Entre sus principales necesidades los jóvenes sirios mencionan su situación económica por delante de la atención sanitaria, la educación y el apoyo psicológico, y muchos han sufrido problemas de salud mental, según el CICR.. 

Colapso de la economía local

Aunque el régimen sirio ha ganado la guerra civil, se enfrenta ahora a una aguda crisis económica que ha empobrecido a la gran mayoría de la población, ha provocado el hundimiento de la moneda nacional y ha incentivado una fragmentación dentro de la élite gobernante.

Según un artículo del New York TimesEnlace externo actualizado a finales de febrero, el 80% de los sirios viven en la pobreza y cerca del 40% estaban desempleados a finales de 2019. Y “esa tasa no ha hecho más que aumentar en los últimos meses debido a las restricciones gubernamentales para controlar el coronavirus”.

Recientemente, según el periódico estadounidense, “la libra siria ha caído hasta 3 500 por dólar en el mercado negro, destruyendo el poder adquisitivo. El precio de los productos básicos importados, como el azúcar, el café, la harina y el arroz, se ha duplicado o triplicado.

13 millones de personas necesitan ayuda

El CICR estima que hoy más de 13 millones de personas necesitan asistencia humanitaria en Siria. Ocho millones no pueden satisfacer sus necesidades básicas y más de 12 millones sufren insuficiencia alimentaria. Casi el 30% de las mujeres aseguran no tener ingresos para mantener a sus familias.

Menos del 60% de los hospitales públicos en Siria funcionan y una de cada tres escuelas ha sido dañada o destruida. La violencia sigue golpeando a la población civil. La organización terrorista Estado Islámico (EIIL) sigue perpetrando atentados e intimidando a la población civil, afirma la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).Enlace externo

Se necesitan más de 4 000 millones de dólares

Desde marzo de 2011, Suiza ha destinado a la crisis siria un presupuesto humanitario total de 522 millonesEnlace externo de francos, es decir, aproximadamente 50 millones de francos al año. De esta cantidad, 486 millones se han donado a organizaciones (ONG, Cruz Roja, ACNUR, etc.).

En 2020, según la OCHAEnlace externo, la financiación de la Confederación a los socios activos en Siria fue de unos 23 millones de dólares.

Suiza está entre los principales países donantes. Aunque su contribución financiera no representade más que el 1% del plan de respuesta global (solo la financiación estadounidense supuso una tercera parte del total), se encuentra entre los 10 primeros países, teniendo en cuenta su tamaño y riqueza (renta nacional bruta).

La OCHA estima que la financiación humanitaria global para Siria ascendió a 2 600 millones de dólares el año pasado, lo que cubrió menos del 60% de las necesidades. De aquí a 2021 se necesitarán más de 4 000 millones de dólaresEnlace externo para el plan de respuesta humanitaria, según la organización.

En este contexto, la Confederación tiene “el deber de hacer más”Enlace externo, afirma Cáritas Suiza. La organización pide que Suiza aumente sus recursos para la ayuda humanitaria y la ayuda al desarrollo a largo plazo.

También pide que se tomen medidas en Suiza, en particular la concesión del estatuto de refugiado a las personas admitidas provisionalmente, y la concesión de visados humanitarios para que las familias separadas puedan beneficiarse de la reagrupación familiar. Para Cáritas, “es necesario ofrecer perspectivas de vida (…) a las poblaciones desgarradas por la guerra”.

Traducción del francés: Carla Wolff