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Dimite el gobernador del banco central de Suiza

Philipp Hildebrand cede a la presión. Reuters

Este lunes, Philipp Hildebrand presentó su dimisión –con efecto inmediato- en respuesta al escándalo que levantó una compra de 400.000 dólares realizada por su esposa en agosto pasado.

Ante la prensa, el financiero dijo que por el bien del banco central, abandona “con gran tristeza” el cargo de la presidencia, ya que no puede probar que no fue él quien ordenó la controvertida operación. Hasta hace unos días, su carrera era perfecta.

“He llegado a la conclusión de que no puedo presentar pruebas definitivas de que la transacción incriminada fue ordenada por mi esposa: solo puedo darles mi palabra de honor sobre ello”, dijo Philipp Hildebrand a una prensa impaciente por conocer los detalles de su recién anunciada renuncia.

Durante la tarde, la partida del banquero central más joven de la historia helvética, desestabilizó el mercado cambiario durante una cuarentena de minutos, pero tras la oleada de volatilidad la paridad regresó alrededor de 1,2140 francos suizos por euro.

Dejo el cargo con una gran tristeza, dijo, pero está en juego la credibilidad del Banco Nacional de Suiza.

El BNS confirmó que Thomas Jordan, actual vicepresidente del BNS, asume el timón del banco central de forma temporal, y se elegirá a su sucesor lo más pronto posible.

Hildebrand reiteró a la prensa que conoció la transacción cambiaria solo un día después de su realización y antes de su partida dejó a los medios de comunicaciones documentos vinculados a su gestión financiera personal de fechas recientes.

Sombra en una carrera brillante

El Gobierno de Suiza anunció que respeta la decisión de Hilderbrand y anota que el bernés ha dado prueba de gran capacidad en materia de política monetaria, en particular, en este periodo de crisis.

Y es que Philipp Hildebrand -multimillonario a los 35 años de edad y considerado uno de los suizos más destacados del año 2010, además de haber sido nombrado por el Tages Anzeiger como el “rockstar” de las finanzas-, hiló siempre una trayectoria brillante hasta asumir las riendas del banco central.

Poseedor de una vida cosmopolita y una lista de contactos altamente prestigiosos, Hildebrand destacó siempre del promedio de los suizos. De hecho, a los 16 años probó el sueño americano. Nacido en Berna en 1963, pasó su adolescencia en Estados Unidos, donde su padre trabajaba para IBM.

Aficionado al deporte, el joven Philipp practicaba la natación y ganó dos veces el Campeonato Suizo (1983/1984). Antes de ello, gran admirador de Cassius Clay, alias Mohamed Ali, también se lanzó en el boxeo. Tras obtener el título de bachillerato en Zúrich, estudió Artes en la Universidad de Toronto – pasión que compartiría posteriormente con su esposa, actual corredora de arte.

En 2003, su ingreso al BNS

Después de Toronto, Philipp Hildebrand pasó a cosas “serias” y prosiguió sus estudios en Economía y Ciencias Políticas en Ginebra y Florencia. Posteriormente, realizó un doctorado en Relaciones Internacionales en Oxford (1994), año en el que, según su biografía oficial, se adhirió también al Foro Económico Mundial (WEF) en Ginebra.

Un breve pasaje que lo condujo, en 1995, a Moore Capital Management, una sociedad especializada en hedge funds con una importante presencia en Londres y Nueva York y de la que dos años después se convertiría en socio. Su futura esposa, la estadounidense nacida en Pakistán, Kashya Mahmood, trabajaba en la sede neoyorquina de la firma desde principios de los años 90.

Pero hasta entonces el perfil de Philipp Hildebrand era discreto. Su primera aparición mediática tuvo lugar en 1996, cuando publicó en el semanario Finanz und Wirtschaft una crítica contra la “errónea” y “demasiado restrictiva” política monetaria del BNS.

Un artículo que leyó atentamente Bruno Gehrig, miembro del directorio ejecutivo del BNS y que generó un contacto posterior cuyos efectos fueron de largo alcance. En 2007 Hildebrand sucedería justamente a quien se convirtiera también en su mentor en la vicepresidencia del BNS.

Más tarde, en 2000, fue contratado como “director de inversiones” del grupo Vontobel de Zúrich y en 2001 firmó para la Unión Bancaria Privada de Ginebra, como responsable de inversiones y miembro del comité ejecutivo.
 
En 2003, a los 40 años de edad, se convirtió en el miembro más joven que haya tenido jamás el directorio del BNS. Y como más que un especialista en política monetaria, la institución buscaba una personalidad con experiencia en los mercados financieros, siete años más tarde Hildebrand ganó a pulso la presidencia del banco central para suceder a Jean-Pierre Roth.


En noviembre pasado, el gobernador del BNS fue nombrado también vicepresidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en inglés), puesto que también abandona con su retiro del BNS.

Asimismo, Hildebrand ha sido relator para los ministros de Finanzas del G-20, lo que ha abierto para Suiza un “asiento” informal en el oráculo las finanzas europeas.

Más aún, durante el verano de 2011, en pleno escándalo de Dominique Strauss-Kahn, se barajó el nombre de Hildebrand como uno de los posibles sucesores como director-gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La prueba de fuego

En 2008, al inicio de la crisis, Hildebrand hizo valer sus convicciones financieras: militó por reforzar las regulaciones bancarias internacionales y por aumentar el nivel de fondos propios destinados a limitar los daños de los activos riesgosos de las instituciones.

Del mismo modo, tras la inyección de 60.000 millones de francos suizos que hizo el banco central al UBS para evitar su quiebra, el entonces vicepresidente del BNS trabajó a fondo en una iniciativa para redimensionar y dividir las actividades de los grandes bancos. Estuvo también detrás de la reglamentación en el tema too big to fail destinado a limitar los daños que un gran banco en riesgo de quiebra puede infligir a la economía de un país.

Su intervencionismo no siempre fue bien recibido, sobre todo por gigantes como el UBS y el Credit Suisse, acostumbrados a que las figuras clave del banco central sean teóricos y no especialistas en hedge funds que conocen los recovecos de los mercados y sus transacciones financieras riesgosas.

Esta trayectoria fulgurante continuó hasta 2010, año en el que apostó por aprobar una garantía de 16.500 millones de francos suizos al FMI, para reforzar a economías europeas en problemas.

Por otra parte, Hildebrand intervino en la política para evitar que el franco suizo siguiera apreciándose vía la compra masiva de euros: a finales de junio de 2010, las reservas de divisas del BNS habían casi duplicado su nivel previo a la crisis para sumar 226.700 millones de francos.

Una toma de riesgo que lo condujo a acumular una pérdida contable global superior a los 21.000 millones de francos suizos, un tema que despierta polémica.

En 2011, Philipp Hildebrand prosiguió su combate como defensor del sector productivo suizo de cara al franco fuerte. Y temiendo que el crecimiento de la economía se viera afectado, en septiembre anunció la introducción de un tipo de cambio mínimo de 1,20 francos suizos por euro, que limitaría los estragos provocados por una divisa helvética fuerte sobre las exportaciones nacionales.

Pero en enero de 2012, el banquero central se vio en el ojo del huracán cuando se dio a conocer que su esposa había realizado transacción cambiaria a gran escala el verano pasado.

A finales de 2011, la prensa suiza publicó rumores sobre la posible utilización de información confidencial para beneficio personal por parte del  banquero central, Philipp Hildebrand.
 
Se dio a conocer que su esposa supuestamente fue alertada anticipadamente sobre la decisión que tomó el Banco Nacional Suizo (BNS) en septiembre de fijar un tipo de cambio mínimo de 1,20 francos suizos por euro.
 
Dos investigaciones seguidas por separado absolvieron a Hildebrand de toda acusación de actuación dolosa, pero este escándalo derivará en una supervisión mucho más estricta y cercana sobre el manejo de las finanzas personales de todos los directivos del banco central.

En conferencia de prensa, el 05.01, Hilebrand reconoció que las cosas debieron haber sido hechos de forma diferente, pero reiteró que desconocía la transacción que hizo su esposa.

Las presiones continuaron durante el fin de semana y el bernés anunció finalmente su renuncia, con carácter inmediato, este lunes. Aceptó que no puede probar con documentos que desconocía la cuestionada transacción cambiaria.

1963: Nace en Berna

1988: Licenciatura en Arte, Universidad de Toronto

1988-93: Estudios de Ciencias Políticas, Universidades de Ginebra, Florencia y Cambridge

1994: Doctorado en Relaciones Internacionales, Universidad de Oxford

1994: Colaborador en los servicios financieros del Foro Económico Mundial en Ginebra

1995: Gestor de fortunas en la sociedad financiera Moore Capital Management, especializada en hedge funds (inversiones de alto riesgo), en Londres y Nueva York

2000: Responsable de inversiones en el banco privado Vontobel en Zúrich

2001: Miembro del comité ejecutivo de la Unión de Bancos Privados en Ginebra

2003: Miembro del directorio del Banco Nacional Suizo (BNS)

2007: Vicepresidente del BNS y responsable del departamento de finanzas, sistemas financieros y seguridad

2010: Presidente del directorio del BNS

2011: Vicepresidente del Consejo de Estabilidad Financiera del G-20

2012: Philipp Hildebrand dimite el 9 de enero

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